30 de octubre de 2014

DESAYUNO EN EL RECLUSORIO DE TUXPAN VERACRUZ

Me recibió guapa, delgada, maquillada y con una gran sonrisa. Vi a una Mary Jose ENTERA, la de siempre, tal vez, aun mejor que la de siempre.  Mientras me abrazaba le decía al “pajarito” (uno de los internos) por favor tráeme dos cafés como los que me gustan, así llegaron dos de los cafés más dulces que había tomado en años y entonces me traslade a 1995 cuando nos conocimos y me enseñó a preparar café con leche condensada “te voy a enseñar a preparar una cosa deliciosa” me dijo, y bueno, ahí nació una gran amistad que resiste el tiempo, las injusticias, los egos profesionales, chismes y demás.
Yo tenía miedo, aunque ya había hecho reportajes en el reclusorio de Tepepan en la Ciudad de México, una cosa es entrar como medio de comunicación y otra como visita. Honestamente, no puedo quejarme. Si, tuve que levantarme la blusa en un cubículo privado ante una custodia (quien solo vio mi ropa interior y nunca me tocó) Y ya. Medidas de seguridad obvias y necesarias en un penal, pero en ningún momento faltas a la dignidad humana, lo cual, me regocija.
Me llevó a conocer el penal “¡hola ahijadita! es que soy su madrina porque la enseñé a cocinar” “¡como le va ahijadita? es que también soy su madrina porque le estoy enseñando a leer” y así, saludando a todo el mundo. ¿les digo algo? Yo, me fui de pants para no ser blanco de miradas lascivas, avergonzada les digo que las miradas que recibí fueron de necesidad de afecto, de una sonrisa, de un “buenos días”. Fuimos a la cancha de fútbol donde están con sus familias. Me mostró el taller de carpintería y “los salones de clases” Miren, yo entiendo que son delincuentes y que muchos de ellos y ellas están ahí porque hicieron cosas atroces. Pero si de verdad es un centro de reinserción social ¿no podemos ponerles pupitres y salones dignos?  ¿no puede alguna compañía de refrescos llevarles unas mesas y sillas de plástico dignas?  (adentro hay tiendita y se que la Coca Cola se vende muy bien)
En fin, no quiero alargarme. Mary Jose ESTÁ BIEN, ESTÁ FUERTE y sobre todo ESTÁ SACANDO LO MEJOR DE ELLA EN ESE LUGAR. Les da clases de yoga a las 37 internas mujeres que hay ahí. Está pidiendo que les permitan usar una hora el gimnasio (porque solo es para hombres, claro son 750) Hizo un círculo de lectura (para las que no saben leer, ella les lee, de todo, novelas, filosofía, espiritualidad)  y también les está enseñando a ganarse dinero ahí adentro, ¿como? cocinando y vendiendo la comida los días de visita.
Pues si, esa es Mary Jose, un auténtico espíritu de lucha y guerrera (cuando veo su historia solo puedo sentirme orgullosa de que me considere su amiga) Y la pregunta que todos se hacen ¿por qué ya no está escribiendo? Pues porque no tiene acceso a la información y lo que sucede afuera, por lo cual no puede escribir sobre lo que no sabe. Porque si algo es Mary Jose Gamboa, es una Periodista que sabe de lo que habla. Así que nos tendremos que esperar a que salga para volver a gozar de su excelente pluma.
Gracias Mary Jose por darme una lección más de vida.
PD: SI ALGUIEN QUIERE DONAR LIBROS PARA LA BIBLIOTECA Y SU CIRCULO DE LECTURA ME PUEDE CONTACTAR.

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