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| Fidel Herrera y Javier Duarte. Transferencia de poderes en Veracruz. Foto: Yahir Ceballos |
XALAPA, Ver., (apro).- En Veracruz, los candidatos a las diputaciones de los 21 distritos, de la coalición PRI-PVEM, llevan el sello de ser amigos del exmandatario Fidel Herrera Beltrán y del gobernador Javier Duarte de Ochoa, incluso, varios de ellos, ya fueron diputados federales –cargos que dejaron inconclusos para buscar la alcaldía de sus municipios– y ahora, por segunda ocasión, aspiran a regresar a San Lázaro.
Erick Lagos Hernández, candidato del PRI por Acayucan; Jorge Carvallo Delfín, candidato por los Tuxtlas, y Alberto Silva Ramos, quien aspira a una curul por Tuxpan, tienen un sello en común: los tres en distintos momentos fueron secretarios particulares del PRI con Fidel Herrera.
Aún más, Lagos, Carvallo y Silva fueron encargados, respectivamente, de despacho en la Secretaría de Gobierno, en Desarrollo Social y como director de Comunicación Social, ya en el sexenio de Duarte.
Otro dato: Lagos fue impulsado por Duarte para ser líder estatal del PRI, y ese mismo cargo lo ocupó Carvallo en el sexenio de Fidel Herrera.
En estas prebendas, Duarte tampoco se quiso quedar atrás y en el distrito de Córdoba –su ciudad natal– el mandatario impulsó a su “compadre” Marco Antonio Aguilar Yunes como candidato. Al inicio de su sexenio, Javier Duarte lo invitó a trabajar como secretario del Trabajo y Previsión Social.
El reciclaje al que recurre el tricolor con sus candidatos en Veracruz da cuenta de que cinco de los 21 candidatos del PRI ya fueron diputados federales y tres de los cinco dejaron el cargo inconcluso para buscar la alcaldía de su municipio: Carolina Gudiño, Alberto Silva y Rafael García Bringas fueron legisladores por algunos meses en el periodo 2009-2012.
Adolfo Mota, quien ahora busca la diputación de Xalapa rural, fue diputado federal en el periodo 2006-2009, pero por el distrito de Coatepec; a Mota, el gobernador Duarte le dio trabajo como secretario de Educación de Veracruz en los primeros cuatro años de su sexenio, no obstante, en dicho periodo la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le detectó un presunto daño patrimonial de más de 300 millones de pesos e irregularidades en 85% de las participaciones federales de Veracruz.
Elizabeth Morales busca regresar a ser diputada federal por el distrito de Xalapa –donde ya fue alcaldesa–; la priista se hizo famosa en redes sociales luego de que como líder del partido develó una placa para celebrar un aniversario luctuoso del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio, sin embargo, dicha placa y el boletín de prensa para la invitación del evento tenían la inscripción “Don Aldo Colosio”.
Un dato más: en su penúltimo día como alcaldesa –30 de diciembre de 2013– se tuvo que esconder en su oficina, pues la organización Frente de Defensa Popular (Fredepo) –con afinidad al PRI– irrumpió por la fuerza en el palacio municipal; en la explanada, los inconformes quebraron una piñata en forma de rata y con el rostro de Morales. Según los simpatizantes, fue un acto de protesta para recriminar la peor administración local de la historia.
Y Rafael García Bringas aspira, una vez más, a una curul por el distrito de Coatzacoalcos, pues en su primera vez como legislador de San Lázaro lo hizo como panista.
El propio Bringas dejó inconcluso su periodo como diputado local, pues prefirió irse a campaña, aun teniendo cargo público, al igual que la presidenta de la Mesa Directiva, Ana Guadalupe Ingram y Miguel Ángel Sedas Castro, quienes pidieron “licencia temporal” para ir en busco de un escaño en el Congreso de la Unión.
El caso de Ingram es por demás “sui generis”, debido a que Fidel Herrera la hizo directora de Radio en la oficina de Comunicación Social, luego Duarte la incorporó como diputada, pero los ciudadanos la recuerdan más por haber sido reina del Carnaval de Veracruz.
Ingram también se hizo famosa en redes sociales, pues renunció a su gestión como diputada local para buscar un escaño más alto, pese a que en las campañas de 2013 firmó ante notario público un documento intitulado “Compromisos por Veracruz”, en donde juraba “cumplir con el periodo completo de la Legislatura”.
Por esa razón, cibernautas han fustigado una y otra vez a la candidata priista con las siguientes frases: “Te lo firmo, te lo cumplo y no cumplió”, “Si ya fuiste diputada y no hiciste nada, ten vergüenza”, “Tan fácil brincar de puesto como cambiarse de nombre”, así como “¿Y el compromiso ante notario?”, son algunos de los reclamos y frases colocados en su cuenta de Twitter: @AniluIngram.
En Orizaba, Fidel Kuri Grajales ya fue diputado federal y buscará su segunda gestión como candidato, aunque su principal y único activo político es ser el dueño del club de futbol profesional Tiburones Rojos, equipo cuyos jugadores profesionales han sido utilizados en la campaña del hoy candidato priista.
Aunque en la coalición PRI-PVEM, cuyo slogan es “Los mejores candidatos”, el Verde Ecologista tuvo acceso a poner candidatos en cuatro de 21 distritos, sin embargo, el líder estatal de dicho partido, Eduardo Robles, fue desdeñado por el PRI y los cuatro candidatos, e incluso sus propuestas plurinominales, corresponden a personajes netamente priistas.
En la plurinominal va Fidel Herrera Borunda, hijo del exgobernador Herrera; en el distrito de Veracruz-Boca del Río postularon a Carolina Gudiño, exdiputada local y federal, alcaldesa del puerto jarocho y exintegrante del patronato de los Tiburones Rojos, siempre amparada en el cobijo político del exmandatario veracruzano.
En el distrito de Cosoleacaque, el PVEM “postulo” a Cirilo Vázquez Parissi, expanista, militante del PRI y hermano del actual alcalde de ese municipio, Ponciano Vázquez; el cambio de militancia del PAN al PRI de Cirilo Vázquez se le atribuye al exgobernador Herrera.
En Martínez de la Torre, el PRI logró imponer en la franquicia del Partido Verde al exoficial mayor de la SEV –en los últimos dos sexenios.-, Edgar Spinoso, quien fue cesado en febrero de 2013 por irregularidades en el manejo de los recursos del ramo educativo (Proceso 1947), sin embargo, dos años después el propio Duarte lo reactivó en la función pública impulsándolo como candidato.
fuente: proceso
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