14 de abril de 2015

DESDE LA MÁS PROFUNDA IMPUNIDAD: PRUEBAS HUNDEN A SPINOSO, DEANTES Y ELIZABETH MORALES MIENTRAS VERACRUZANOS OBSERVAN

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Tomado de: http://yucatanhoy.com
Xalapa, Ver. Desde la más profunda impunidad, en Veracruz hay por lo menos tres personajes que ya se catalogan como nuevos multimillonarios y, obviamente, los tres sinvergüenzas: Edgar Spinoso Carrera, ex Oficial Mayor de la Secretaría de Educación, Gabriel Deantes Ramos, ex Subsecretario de Administración y Finanzas de la Tesorería y la flamante actual presidenta del CDE de PRI, Elizabeth Morales García.

La razón: el presunto desvío de miles de millones de pesos de las cuentas del Erario, y un aparente y muy posible peculado que podría rondar los 750 millones de pesos para los dos primeros personajes, y por parte de la flamante ex munícipe de Xalapa y actual lideresa del PRI -conocida en el bajo mundo como Betty de día y Beto de noche-, un extraño por no decir descarado manejo irregular de recursos de la Comisión Municipal de Agua y Alcantarillado de más de 50 millones de pesos, así como múltiples irregularidades como la construcción de un puente sobre el llamado dique que costó 40 millones. Éste, es un puentecito de 233 metros lineales que a precio comercial no supera los 17 millones. Vamos, no pasa una inspección del ORFIS. Y todo esto sin contar con las firmas de los regidores. La diferencia en esas millonarias cantidades habría tomado rumbo a algunas de las propiedades que suele regalar a las barbies que la acompañan.

Veracruz, eficiente fábrica de “políticos nuevos ricos”, ha sido víctima del permanente saqueo de sus arcas y, por ende, la pobreza se extiende y reproduce pues lo que debería destinarse a elevar la calidad de vida de todos los veracruzanos, sirve para enriquecer a unos cuantos malos servidores.

El caso más escandaloso es, sin duda, el de Edgar Spinoso, quien de ser técnicamente clase mediero, ahora pudiera, sin duda, ser uno de los más acaudalados “hombres de negocios” de la entidad. Su compulsión por la compra de propiedades sólo compite con su obsesivo cuidado personal. Se sabe que Spinoso, quien fuera de todas las confianzas del actual gobernador, y de quien se dijo el día en que fue cesado, traicionó su confianza, lo hizo, todo apunta a ello, amparado en una posible indiferencia del gobierno de Peña Nieto que estaría dejando pasar, no se sabe por qué, estos gigantescos desfalcos.

Probablemente muchos millones de los que llegaron a Veracruz, para en el caso de Edgar Spinoso elevar la calidad de la educación en el estado, regresaron vía maletas al altiplano para “cajas chicas”, o para aliviar los apuros personales de los que “auditan” las cuentas en los estados.

Pero Spinoso Carrera no se conformó con unas casas en Coatepec. No. Adquirió por la irrisoria cantidad de 15 millones de pesos una mansión en Puebla, y el hotel Capanario de Xalapa ¡que habría pagado en efectivo, peso sobre peso con billetes de 200! Además, es propietario, vía prestanombres familiares, de una increíble flota, a la altura de cualquier pulpo camionero, denominada Transpover y conformada por 120 tráileres que, cada uno con su caja, rondan los dos millones y medio de pesos, o sea, sólo en camiones, posee una fortuna de 300 millones de pesos. ¿De dónde? Pues del dinero de la educación.
Mención aparte merece su incursión en la ganadería. Poderoso como es, posee quien hace años hacía cuentas para llegar con los gastos personales a fin de mes, un rancho, El Relicario, donde engorda 10 mil cabezas de ganado de registro, lo que convierte a Edgar Spinoso en un ganadero a la altura de los potentados texanos que han hecho su fortuna tras generaciones de esfuerzo. Spinoso lo hizo en unos cuantos años de, se dice, desviar recursos estatales y federales.

Por su parte Gabriel Deantes, podría ser, como su apellido lo indica, un desfalcador de los de antes. Sí, descarado, no discreto como Spinoso quien guarda sus secretos dentro de algún clóset muy bien escondido.

Deantes, alquilaba frecuentemente, con cargo al Erario, aviones jet Falcon para llevar a su familia o a su esposa y amigas a las rebajas de la fronteriza ciudad de McAllen Texas. Ropita barata que, paradójicamente, nos costaba millones a los mexicanos sólo en concepto de pago de la turbosina para el avión de lujo.

Quien llegara a la administración pública, con una mano adelante y otra detrás, adquirió con misteriosos recursos, probablemente emanados de los réditos de miles de millones depositados en el sistema financiero, y que muchas veces habrían sido escondidos o simplemente no depositados, según consta en sendas auditorías realizadas por la ASF, una extraordinaria mansión en el exclusivo fraccionamiento de Xalapa, Las Ánimas, en dónde informan fuentes, ya no hay movimiento alguno. Dicen que Deantes se fue y se llevó lo que no aparece en las arcas estatales. A Spinoso tampoco no se le ve por ninguna parte. Y a la bella Betty, se le escucha nombrar en sus sobados discursos dentro de su ignorancia supina, a un tal Don Aldo Colosio en tanto se enriquece y prepara para su próximo salto político.

Los segundones de este gobierno estatal y del pasado municipal, han lucrado hasta la saciedad con los recursos del pueblo, de los niños, de los servicios públicos, traicionan con ello no sólo al gobernador, al pueblo mismo que ha confiado en sus instituciones. Parece que el único castigo a quien desfalca cientos o miles de millones, es un regaño por parte del gobierno estatal, y a cambio, un aparente encubrimiento de los órganos fiscalizadores federales que estarían recibiendo órdenes de dejar pasar lo que es obligado consignar. Algo oscuro hay en todo esto. Pronto será revelado.


Tomado de: http://yucatanhoy.com

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