Juan Carlos Fernández Zulueta siendo representante del
partido del trabajo en el consejo distrital XVI del INE se convirtió en el polémico
cuestionador de los errores del ayuntamiento panista de Córdoba, Veracruz, pero
quedo al descubierto su verdadera faceta política al ser destituido de su cargo
como representante del PT ante el INE, pasándose inmediatamente a las filas del
Partido Verde y operador del candidato del Partido Revolucionario Institucional;
haciendo creer que es un especialista de la materia electoral, pero la realidad
es que le fue encomendado ser el golpeador mediático contra el ayuntamiento cordobés,
ciudad adoptiva del gobernador Javier
Duarte De Ochoa. Lógicamente la campaña mediática propagada no se hizo esperar
con el apoyo oficial.
Cabe recordar que Zulueta en el 2004 apoyo
al desparecido Partido Alianza Social (PAS), ganando el candidato del PAS en Amatlan
de los Reyes. Pero no lo tomaron en cuenta ya que no les daba confianza un
joven que cambia de colores en cada proceso electoral.
Desde hace años ha venido brincando a varios partidos políticos,
traicionando primero al PRD y luego al PT, apoyando la campaña del PAN en Cuichapa en el
proceso electoral 2010, colocándose como asesor jurídico de la sindicatura del
ayuntamiento panista del trienio 2011 al 2013.
Crecido Zulueta por el apoyo oficialista y con su característica
boina, reapareció como representante suplente del partido verde en el consejo
distrital 16 con domicilio en la ciudad de los treinta caballeros, y como era
de esperarse el gobierno estatal y el PRI operaron para su candidato Marco
Aguilar Yunes triunfara en la pírica elección del 7 de junio pasado, desde
luego utilizaron a un farsante izquierdista para que hiciera el trabajo de
golpeador mediático contra el PAN.
De acuerdo con la información otorgada por los mismos representantes
del PRI, a Zuleta le dieron 50 mil pesos y una buena dotación de despensas.
Para Zulueta y muchos izquierdistas el oportunismo y la traición
valen más que la lealtad a los principios ideológicos. Para ellos vale más ser
mercenario y cobrar con la derecha, que ser un izquierdista soñador. La
sociedad se cansa y no ve en estos actores políticos congruencia y seriedad.
Ciudadano nos envía esta nota a: desarmadorpolitico@hotmail.com.ar
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