30 de noviembre de 2015

¿CUÁNTO COSTÓ LA EVALUACIÓN POLICIACA?

RICARDO ROJO

La evaluación policiaca, de este fin de semana, la pagó el pueblo de Oaxaca con sus impuestos y contra su voluntad, y en menor medida los grandes empresarios que exigen al Estado mexicano que desaparezca la educación pública.

El gobernador indigno, Cué Monteagudo, sumó su voz al coro de su patrón PRIista, Nuño Mayer: "Cumple Oaxaca con la evaluación docente", dijo.
 Mientras más de 20 mil profesores de la Sección 22 (S22), que marcharon pacíficamente y amagaron en dos ocasiones a los robocops de la policía federal que les lanzaron gases lacrimógenos, informaron al mundo su posicionamiento: "¡El examen punitivo murió, en Oaxaca se enterró!". (Volante oficial de la S22).

Es que está por demás cantada la derrota de la contrarreforma educativa; el argumento más simple, fuera de los argumentos más elaborados y contundentes que se han presentado en contra y que el gobierno federal se niega a escuchar en una mesa de diálogo público, es: ¿Quién le cree a un gobierno que con 10 mil policías federales, 3 mil policías estatales y 2981 personas acarreadas montaron un escenario para las fotos y para las declaraciones falsarias?

Las fotos y sus declaraciones falsarias tuvieron un costo que merecen desenmascararse, porque ofenden la dignidad, la vergüenza y la inteligencia del pueblo de Oaxaca.

Suponiendo que las 2635 personas, según Aurelio Nuño, o  2981 según Gabino Cué, que se presentaron a la farsa de evaluación en Ciudad Administrativa, convertida en zona militar, fueran el número real dado a conocer oficialmente, los costos de inversión fueron los siguientes: 10 mil policías federales, comisionados ocho días, con un sueldo base diario (sin prestaciones) de 621 pesos 8 centavos alcanza la cantidad de 49 millones 686 mil pesos. (Portal de Obligaciones de Transparencia de la Policía Federal); 3 mil policías estatales, comisionados ocho días, con un sueldo base diario (sin prestaciones) de 286 pesos 83 centavos alcanza la cantidad de 7 millones 124 mil 580 pesos (Diarios Excélsior, 15/feb/2015 y La Jornada, 16/jul/2015); 2981 laptop marca Toshiba, con costo promedio en el mercado de 7 mil pesos, alcanza la cantidad de 20 millones 867 mil pesos; 300 pesos de viáticos para cada uno de los supuestos evaluados suman la cantidad de 894 mil 300 pesos; colchonetas y cobijas a razón de 250 pesos suman 745 mil 250 pesos; 4 paquetes de comida rápida, café y agua para 15 mil 981 personas entre policías y supuestos evaluados a razón de 30 pesos por paquete suman 479 mil 430 pesos.

A esas cantidades se agrega el descanso obligatorio de dos días, que Gabino Cué otorgó a 7 mil burócratas que laboran en Ciudad Administrativa (Noticias, 30/sep/2013) y que reciben un sueldo promedio diario de 250 pesos, lo que suma la cantidad de 3 millones 500 mil pesos. Hablamos de que la evaluación policiaca del fin de semana, le costó al pueblo de México la cantidad de 82 millones 402 mil 560 pesos, sin contar los gastos de hotel, transporte y gastos especiales de los 10 mil elementos de la policía federal. ¿No le parece el colmo de la sinvergüenza? En otros países, estos datos servirían no sólo para obligar a renunciar a gobernantes sátrapas, como los que padecemos en México, sino también para llevarlos a la cárcel. 

El fin de semana los maestros oaxaqueños nos han brindado una lección más de dignidad y de lucha civil pacífica. Los señores de la guerra se quedaron con las ganas de reprimir, regar las calles de sangre y saturar las cárceles de luchadores sociales. 

El Estado mexicano no pudo, ni podrá detener a miles y miles de profesores y ciudadanos que en el país salen a las calles a defender la educación pública y su estabilidad en el empleo. Los contados esquiroles que se prestaron a la farsa de la evaluación policiaca, si algunos fueran maestros, llevan hoy en su conciencia dos sellos que los marcan para siempre: el de la traición a su clase y el de la colaboración con el enemigo, quien les cortará el cuello en el momento que menos lo esperan. Ese será su ejemplar castigo.

Los miles de trabajadores de la educación que dignamente siguen en la resistencia, aún con las enormes fallas, algunas intencionadas de lo que queda de su representación sindical, tienen la alta responsabilidad de continuar con la frente en alto, tomados de las manos, haciendo todos los días una mejor labor educativa con sus alumnos, con los padres de familia, con las autoridades municipales, no olvidándose de sus compañeros que padecen prisión en calidad de rehenes, ni de los primeros cesados con argumentos vanos, preparándose para la batalla verdadera que se avecina y que será el día que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha anunciado que estallará el paro indefinido cuando un solo maestro sea cesado por motivo de la aplicación de la Ley del Servicio Profesional Docente. 

Mientras ese día llega y como parte de la estrategia para contrarrestar la guerra que les ha declarado el Estado, deben seguir afinando su plan de resistencia civil en el frente educativo, jurídico y político organizativo. Y ¡por favor! no vayan a equivocarse en su próximo congreso,  porque puede ser un costoso retroceso en su lucha. 

"Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otras; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla." Sun Tzu.


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