La evaluación policiaca, de este fin de semana, la pagó el
pueblo de Oaxaca con sus impuestos y contra su voluntad, y en menor medida los
grandes empresarios que exigen al Estado mexicano que desaparezca la educación
pública.
El gobernador indigno,
Cué Monteagudo, sumó su voz al coro de su patrón PRIista, Nuño Mayer:
"Cumple Oaxaca con la evaluación docente", dijo.
Mientras más de 20
mil profesores de la Sección 22 (S22), que marcharon pacíficamente y amagaron
en dos ocasiones a los robocops de la policía federal que les lanzaron gases
lacrimógenos, informaron al mundo su posicionamiento: "¡El examen punitivo
murió, en Oaxaca se enterró!". (Volante oficial de la S22).
Es que está por demás
cantada la derrota de la contrarreforma educativa; el argumento más simple,
fuera de los argumentos más elaborados y contundentes que se han presentado en
contra y que el gobierno federal se niega a escuchar en una mesa de diálogo
público, es: ¿Quién le cree a un gobierno que con 10 mil policías federales, 3
mil policías estatales y 2981 personas acarreadas montaron un escenario para
las fotos y para las declaraciones falsarias?
Las fotos y sus declaraciones
falsarias tuvieron un costo que merecen desenmascararse, porque ofenden la
dignidad, la vergüenza y la inteligencia del pueblo de Oaxaca.
Suponiendo que las 2635
personas, según Aurelio Nuño, o 2981 según Gabino Cué, que se presentaron
a la farsa de evaluación en Ciudad Administrativa, convertida en zona militar,
fueran el número real dado a conocer oficialmente, los costos de inversión
fueron los siguientes: 10 mil policías federales, comisionados ocho días, con
un sueldo base diario (sin prestaciones) de 621 pesos 8 centavos alcanza la
cantidad de 49 millones 686 mil pesos. (Portal de Obligaciones de Transparencia
de la Policía Federal); 3 mil policías estatales, comisionados ocho días, con
un sueldo base diario (sin prestaciones) de 286 pesos 83 centavos alcanza la
cantidad de 7 millones 124 mil 580 pesos (Diarios Excélsior, 15/feb/2015 y La
Jornada, 16/jul/2015); 2981 laptop marca Toshiba, con costo promedio en el
mercado de 7 mil pesos, alcanza la cantidad de 20 millones 867 mil pesos; 300
pesos de viáticos para cada uno de los supuestos evaluados suman la cantidad de
894 mil 300 pesos; colchonetas y cobijas a razón de 250 pesos suman 745 mil 250
pesos; 4 paquetes de comida rápida, café y agua para 15 mil 981 personas entre
policías y supuestos evaluados a razón de 30 pesos por paquete suman 479 mil
430 pesos.
A esas cantidades se
agrega el descanso obligatorio de dos días, que Gabino Cué otorgó a 7 mil
burócratas que laboran en Ciudad Administrativa (Noticias, 30/sep/2013) y que
reciben un sueldo promedio diario de 250 pesos, lo que suma la cantidad de 3
millones 500 mil pesos. Hablamos de que la evaluación policiaca del fin de
semana, le costó al pueblo de México la cantidad de 82 millones 402 mil 560
pesos, sin contar los gastos de hotel, transporte y gastos especiales de los 10
mil elementos de la policía federal. ¿No le parece el colmo de la sinvergüenza?
En otros países, estos datos servirían no sólo para obligar a renunciar a
gobernantes sátrapas, como los que padecemos en México, sino también para
llevarlos a la cárcel.
El fin de semana los
maestros oaxaqueños nos han brindado una lección más de dignidad y de lucha
civil pacífica. Los señores de la guerra se quedaron con las ganas de reprimir,
regar las calles de sangre y saturar las cárceles de luchadores sociales.
El Estado mexicano no
pudo, ni podrá detener a miles y miles de profesores y ciudadanos que en el
país salen a las calles a defender la educación pública y su estabilidad en el
empleo. Los contados esquiroles que se prestaron a la farsa de la evaluación
policiaca, si algunos fueran maestros, llevan hoy en su conciencia dos sellos
que los marcan para siempre: el de la traición a su clase y el de la
colaboración con el enemigo, quien les cortará el cuello en el momento que
menos lo esperan. Ese será su ejemplar castigo.
Los miles de
trabajadores de la educación que dignamente siguen en la resistencia, aún con
las enormes fallas, algunas intencionadas de lo que queda de su representación
sindical, tienen la alta responsabilidad de continuar con la frente en alto,
tomados de las manos, haciendo todos los días una mejor labor educativa con sus
alumnos, con los padres de familia, con las autoridades municipales, no
olvidándose de sus compañeros que padecen prisión en calidad de rehenes, ni de
los primeros cesados con argumentos vanos, preparándose para la batalla
verdadera que se avecina y que será el día que la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación ha anunciado que estallará el paro indefinido
cuando un solo maestro sea cesado por motivo de la aplicación de la Ley del
Servicio Profesional Docente.
Mientras ese día llega y
como parte de la estrategia para contrarrestar la guerra que les ha declarado
el Estado, deben seguir afinando su plan de resistencia civil en el frente educativo,
jurídico y político organizativo. Y ¡por favor! no vayan a equivocarse en su
próximo congreso, porque puede ser un costoso retroceso en su
lucha.
"Si conoces a los
demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces
a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otras;
si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada
batalla." Sun Tzu.
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