Por Armando Ortiz |
El día martes 3 de noviembre en el Palacio de Gobierno de
Veracruz se firmó el Protocolo Federal de Seguridad para Periodistas que
contempla trece acciones específicas enmarcadas en nueve apartados: 1.- Respeto
del derecho de libertad de expresión; 2.- Mapa de riesgos, que se refiere a la
ubicación precisa y puntual de los riesgos que de manera preventiva puedan
encontrarse los periodistas; 3.- Conjunto de acciones que tienen que ver con la
seguridad de periodistas; 4.- Fortalecimiento y seguimiento de las investigaciones
ministeriales; 5.- Formación de servidores públicos; 6.- Fortalecimiento de las
capacidades de autoprotección de los periodistas; 7.- La significación de las
condiciones laborales de los periodistas; 8.- Medidas de reacción inmediata;
9.- Evaluación del Programa.
Al evento asistió el
subsecretario de Derechos Humanos y Asuntos Jurídicos de la Secretaría de
Gobernación, Roberto Campa Cifrián, quien fue testigo de las protestas de los
periodistas en ese día, pues los comunicadores no creían que ese protocolo se
fuera a respetar. Campa Cifrían argumentaba: «Nuestro país se ha convertido en
uno de los más riesgosos del mundo para ejercer el periodismo. Muchas y muchos
periodistas han sido atacados, asesinados, desaparecidos. En pocos casos hemos sido
capaces de judicializar y llevar a la justicia a los responsables. En muchas
regiones del país los periodistas callan porque no hay garantías y decir la
libertad les puede costar la vida». Esa era para el gobierno Federal la razón
por la que se elaboraba ese protocolo.
Pues el día sábado y
domingo pasados ese protocolo lo usaron los policías y golpeadores de Bermúdez
Zurita para limpiarse el trasero. Durante las manifestaciones de maestros que
se oponían a la Evaluación Educativa, a los guardianes de la seguridad les
valió madres que los compañeros periodistas se identificaran como tales, les
valió madres que los compañeros periodistas sólo fueran a cubrir el evento, les
valió madres ese insulso protocolo que ya vimos, no sirve para nada.
Los elementos de la
Fuerza Civil madrearon periodistas y lo que es peor, dejaron que sujetos
vestidos de civil golpearan a los periodistas. Ahí están las imágenes y los
videos. El objetivo de los elementos de la Fuerza Civil era partirles la madre
a los que se les pusieran enfrente; como buenos gorilas analfabetas llevaron a
cabo su cometido.
Entonces tenían razón
los compañeros que ese día protestaron, la firma del protocolo sólo fue un
simple montaje para verle la cara al subsecretario de Derechos Humanos y
Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.
Todavía, el gobernador
Javier Duarte, en su conferencia de lunes defendió a capa y espada a su
secretario de Seguridad Pública, esto a pesar de las quejas de los periodistas
que señalaban que a los policías no importó que se identificaran, los elementos
de la Fuerza Civil y los golpeadores vestidos de civil arremetieron en contra
de ellos.
Pero Javier Duarte tenía
que defender a su secretario porque éste sólo cumplió órdenes, y ni siquiera de
Javier Duarte, porque Javier Duarte también cumplió órdenes; para el gobierno
de la República la Evaluación Educativa tenía que llevarse a cabo cueste lo que
cueste, sin importar la sangre que corriera, incluida la de los periodistas.
Es por ello que ese documento
llamado Protocolo Federal de Seguridad para Periodistas que firmaron en Palacio
de Gobierno es una mera farsa, pasara a la breve historia de la infamia como un
documento inútil. Bien podrían los firmantes hacerlo rollito y metérselo por
donde no les entra la luz.
Armando
Ortiz
aortiz52@hotmail.com
fuente: XALAPA EN LA NOTICIA.COM
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