Miguel Ángel Yunes Linares prometió en su campaña
rumbo a la gubernatura de Veracruz que en los primeros 60 días de su Gobierno
–que inició el 1 de diciembre de 2016– terminaría con la violencia en la
entidad y los ciudadanos volverían a tener una vida segura. Lejos de acabar con
la oleada de criminalidad ésta se ha repuntado. De acuerdo con las más
recientes cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública,
en los primeros seis meses de 2017 se registraron 790 homicidios, casi el doble
del mismo periodo en 2016, cuando el estado lo gobernaba Javier Duarte.
Yunes Linares no ha cumplido con las promesas y
compromisos que hizo en campaña, continua con sus discursos demagógicos contra
la anterior administración y pretende dejar a su sucesor en el gobierno del
Estado de Veracruz a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.
Yunes Linares ha mantenido altercados con Lopez
Obrador y con otras figuras políticas, dejando verse como un peleonero que le interesa aparecer en
los medios de comunicación, pero de las promesas y compromisos con los
veracruzanos ya no se acuerda.
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