La historia de la Virgen de Guadalupe siempre ha tenido opiniones divididas, pues así como hay millones de creyentes también hay quienes consideran falsa su aparición, y que todo se debió a un invento de los conquistadores.
Mil 600 toneladas de basura fue lo que
dejaron los creyentes católicos durante su peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe hace
apenas unos años. En fechas recientes, esa cantidad no ha cambiado. Hace
siglos, millones de individuos caminan largas distancias para agradecerle todos
los milagros a la Virgen Morena. Inspirados por su fe, lo hacen como una forma
de liberación y respeto hacia esa figura que tanto les ha dado. Ignoran que el
suelo que caminan es parte de sus raíces y lo único que dejan son rastros de
desechos, sin importarles el daño que le hacen al medio ambiente.
Esas personas ignoran el hecho de que
sus antepasados fueron adoctrinados o asesinados por los conquistadores, cuyos
intereses eran deshacerse de los "salvajes" nativos y establecer sus
propios ideales en esta tierra que durante siglos le perteneció a los mexicas.
Los dioses antiguos, las costumbres, tradiciones, rituales y su forma de pensar
fueron destruidos en unas cuantas décadas para ser reemplazados por sus
sistemas ideológicos. Por eso, en este artículo te compartimos la historia de
la Virgen de Guadalupe traída por los españoles.
Ver también: Cosas que no sabías de la
Virgen de Guadalupe
¿Cómo lo lograron?
Antes de la llegada de los españoles,
los habitantes de Tenochtitlan creían en diferentes deidades que guiaban por
completo sus estilos de vida. Tláloc, Quetzalcóatl, Tezcatlipoca y
Huitzilopochtli eran las figuras que dominaban el destino de los aztecas. Al
llegar los conquistadores, el principal reto que se encontraron fue establecer
la religión cristiana como la única y dominante. Junto con los invasores
llegaban sacerdotes de distintas órdenes, como la Franciscana y la Dominicana,
ambas intentando usar la fe en sus dioses como forma de controlar a la
población.
El método que utilizaron fue destruir
por completo las creencias antiguas aztecas mezclándolas con elementos
cristianos. Los nativos aztecas adoraban a una figura llamada Tonantzin, quien
era considerada la "Diosa Madre". Esa deidad que llamaban
"Nuestra gran madre" o "Nuestra señora" era adorada por los
locales y era vista como la responsable de otorgar comida y de mantener hermoso
el mundo en el que vivían. De acuerdo con el autor D.A. Branding, los aztecas
solían realizar actividades de peregrinación para adorar a Tonantzin en un
templo construido en el Tepeyac, a las afueras de la Ciudad de México. Lo que
hicieron los religiosos europeos fue destruir esa construcción y reemplazarla
con un una capilla dedicada a la Virgen María, madre de Jesús. Los indígenas
continuaban yendo a agradecer a su diosa madre, pensando que los invasores
finalmente la habían aceptado. El engaño apenas comenzaba.
Tonantzin -
Coatlaxopeuh - Guadalupe
A pesar de que algunos expertos
católicos afirman que la existencia de Juan Diego y la aparición de la Virgen
son reales, todos los documentos que hablan sobre ellos son recuentos de
segunda mano, tal y como indican en sus estudios los autores Alberto Peralta y
Stafford Poole. Don Juan de Zumárraga, primer Arzobispo de la Nueva España
(llamado "el protector de los indios"), pudo haber sido responsable
de la idea de usar a Tonantzin para evangelizar a los nativos con ayuda de otro
sacerdote encargado de traducir al náhuatl los textos sagrados: Bernardino de
Sahagún, pero no fue precisamente así.
El primer indicio que demuestra la nula
existencia de Juan Diego y de las cuatro apariciones es el hecho de que la
mayoría de los textos que hablan sobre esos sucesos establecen a Zumárraga como
el principal responsable. Lo extraño es que el Arzobispo era un ávido escritor
y documentaba gran parte de los sucesos que observaba en la Nueva España.
Ninguno de sus papeles menciona a un hombre con la aparición de una figura
mestiza.
D. Branding, Miguel León-Portilla y
Edmundo O'Gorman son sólo unos cuantos de los historiadores que afirman que el
mito de Juan Diego fue creado por Antonio Valeriano, el mexica más fiel al
cristianismo y asistente de Bernardino de Sahagún. Se dice que el hombre poseía
gran conocimiento sobre las costumbres e ideas de los nativos, así que se le
ocurrió la manera perfecta de atraerlos: contando una historia fantástica. Es
posible que Juan Diego haya existido, sin embargo, es poco probable que haya
tenido una visión y mucho menos que ésta se haya plasmado en una tilma de
manera celestial. Fue la mezcla perfecta de elementos entre la madre Tonantzin
y la Virgen María. El problema inició cuando los "milagros"
comenzaron a suceder.
La oportunidad
Se especula que, en tiempos de
Zumárraga, los indígenas que peregrinaban para honrar a Tonantzin comenzaron a
usar nombres diferentes para referirse a ella. Autores como el padre Mariano
Jacobo Rojas sugieren que "Coatlaxopeuh" pudo haber sido una palabra
de origen náhuatl que eventualmente se convirtió en Guadalupe. El significado
era "Aquella que tiene dominio sobre las serpientes". Ese
término pudo usarse para referirse a la destrucción metafórica de Quetzalcóatl
y también como una nueva representación de Adán y Eva, estableciendo a la
Virgen como Eva venciendo a la serpiente en vez de caer en su trampa.
Eventualmente, el nombre se transformó por Guadalupe, dándole así un nuevo
alias y rostro a la madre de Jesús y a la diosa Tonantzin.
Al morir Zumárraga, su lugar lo tomó el
Arzobispo Dominicano Alonso de Montúfar, quien estaba convencido que el culto a
la Virgen era el mejor método para adoctrinar a los indígenas. Los sacerdotes
de la orden Franciscana estaban indignados ante tal uso de las figuras
bíblicas, incluso sugiriendo que ese tipo de trampas eran actividades
satánicas. El líder de la orden, Fray Francisco de Bustamante, afirmó que era
perjudicial para los mexicas debido a que estaban convencidos de que realizaba
milagros, contrario a lo que sus sacerdotes les enseñaban, causando así
decepciones y mentalidades sumisas.
El argumento más común que utilizan los
devotos de la aparición de la Virgen es el hecho de que la imagen apareció de
manera divina. Lo cierto es que el responsable pudo haber sido el pintor azteca
Marcos Cipac de Aquino. El suceso fue similar a un milagro debido a que no
realizó dibujos preliminares y es posible que lo haya creado en unos cuantos
días trabajando sin parar. Esto puede confirmarse con la súbita desaparición de
la corona, hecho que demuestra que fue creada por manos humanas, ya que la
pintura de esa zona comenzaba a caerse. El único estudio que afirma que fue
creado de forma sobrenatural ha sido replicado por centenares de católicos con
el propósito de mantener viva la ilusión.
La Virgen de Guadalupe es un mito creado por los españoles y
los aztecas sumisos para controlar a toda una población. La fe que existía por
la madre de la vida fue transformada por María y, consecuentemente, por
Guadalupe. Es un ejemplo más de las traiciones y engaños de la Iglesia
Cristiana para mantener el control sobre las personas de una forma u otra. La
hipocresía de los mexicanos que adoran a la Virgen mientras buscan conectar con
sus raíces aztecas es muestra de la idiosincrasia con la que funciona la
religión. Éste es sólo un pedazo de historia en un enorme mar de mentiras que
impiden el libre pensamiento y la evolución próspera de la humanidad.
Si te gustó este artículo sobre la historia de la Virgen de
Guadalupe, además te agrada leer, escribir y conoces de datos históricos, envía
un texto de prueba con mínimo 400 palabras a nuestra plataforma digital culturacolectiva.com/colaboradores y logra que más de 60 millones de personas te lean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario