7 de abril de 2019

VIOLENCIA E INSEGURIDAD SE APODERAN DE TERRITORIOS DAÑADOS POR CRISIS ECONÓMICA; FALTA INTERÉS DE GOBIERNOS PARA ATENDER PROBLEMAS


gobernantes.com

Mientras la calificadora Moody´s advierte que factores como inseguridad y violencia crecientes en México plantean importantes riesgos para las industrias petrolera y turística ya que debilitan los ingresos de los corporativos, sus márgenes, ganancias y capacidad de pago, a nivel local el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana (IIHS UV), Martin G. Aguilar Sánchez dice que ese fenómeno se aprecia más claramente en poblaciones del norte del estado, como Poza Rica y Papantla, donde se conjugan la crisis derivada de la disminución de la producción de hidrocarburos, el incremento de grupos delictivos que mediante extorsiones como “cobro de piso”, secuestros y asaltos tratan de imponer su ley, y a estos fenómenos se aúna la protesta ciudadana por acciones como la extracción de gas e hidrocarburos a través de acciones como la fractura hidráulica (fracking) que provoca contaminación de mantos freáticos y otros accidentes que causan daños a miles de habitantes. 

Durante una conferencia en el marco de la 26ª. Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), el investigador Aguilar Sánchez indica que el creciente desempleo en la industria petrolera también es detonante para el crecimiento de la delincuencia, y señala que por ello ha tenido un crecimiento importante el robo de combustible, donde mucha gente participa a cambio de recibir un pago y algo de combustible por parte de los delincuentes. En otras partes de la región norte, en comunidades como Emiliano Zapata y Venustiano Carranza, hay descontento de grandes núcleos de población por el fracking ya que este sistema de extracción de gas e hidrocarburos contribuye de manera importante a la contaminación de río y arroyos, y ninguna autoridad hasta ahora ha tomado cartas en el asunto para frenar ese envenenamiento de las aguas, sobre todo las destinadas a consumo humanos. 

Para Moody´s “el aumento de la inseguridad, los robos y las advertencias de viaje dañan la rentabilidad de las compañías mexicanas y en particular debilitarán los ingresos y márgenes en un lapso de 12 a 18 meses”, señala la analista Sandra Beltrán, quien agrega que los grandes corporativos de operación multinacional han compensado los sobrecostos que les imponen estrategias para garantizar su seguridad, con su desempeño en otras zonas. Indica que pequeñas y medianas empresas son las que suelen sufrir un impacto mayor de la violencia, al exigírseles “cobro de piso” pues no están tan bien posicionadas en el mercado, tienen mayor presión en costos, menor rentabilidad, y este entorno deteriora su apalancamiento y cobertura de intereses. El robo y el crimen, advierte, están minando la competitividad de México, porque son factores que restan cuando un inversionista decide abrir una empresa en el país, o retirarse. El integrante del IIHS UV ha indicado que entre Poza Rica y Papantla, en años pasados, hubo una explotación de hasta cinco mil pozos petroleros y eso generaba una importante fuente de empleos, pero ahora, con la fractura hidráulica o fracking, todo ello prácticamente ha desaparecido, y por ello hay un crecimiento de la inseguridad y la delincuencia. 

Por su parte, la analista Sandra Beltrán precisa que este no es un fenómeno que se de solo en una o algunas entidades, sino que “el crimen se ha extendido con fuerza por varias entidades del territorio desde el año 2014, cuando comenzó a pasar de los estados del norte, a los del centro y sur, imponiendo altos riesgos financieros particularmente en sectores del petróleo, turismo, manufacturas y minería”. Ninguno de los investigadores o analistas señalan algo que también es un hecho consumado, la falta de interés o la incapacidad de los gobiernos para frenar estos fenómenos y ello ha hecho posible el crecimiento de la delincuencia, y la baja de programas y acciones en la industria petrolera, lo que ha permitido el crecimiento de los grupos delincuenciales, hasta el grado de prácticamente permitirles que poco a poco se vayan apoderando de importantes acciones que antes solo eran manejadas por instancias gubernamentales


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