Solo quedaron una calavera y un par de
pantalones después de que un presunto cazador furtivo de rinocerontes murió
víctima de un elefante y luego fuera devorado por leones en el Parque Nacional
Kruger, informó Parques Nacionales de Sudáfrica.
El incidente ocurrió después de
que el hombre y otros cuatro entraron al parque para matar a los rinocerontes,
según un comunicado del servicio de parques publicado este viernes.
Su familia fue notificada de su
muerte a última hora del martes por sus compañeros cazadores furtivos, y un
grupo de búsqueda dirigido por Don English, gerente regional de Kruger, se
dispuso a recuperar el cadáver. Exploradores recorrieron la zona a pie y la
policía voló sobre el área, pero debido a la falta de luz, no se pudo encontrar
el cadáver.
La búsqueda se reanudó este
jueves por la mañana y, con la ayuda de guardabosques adicionales, se descubrió
lo que quedaba de su cuerpo.
“Las indicaciones encontradas
en la escena sugirieron que una manada de leones había devorado los restos,
dejando solo un cráneo humano y un par de pantalones”, se indicó en el
comunicado.
Glenn Phillips, el gerente
ejecutivo del Parque Nacional Kruger, extendió sus condolencias a la familia
del hombre.
“Entrar al Parque Nacional
Kruger ilegalmente y a pie no es prudente, tiene muchos peligros y este
incidente es evidencia de ello”, advirtió. “Es muy triste ver a las hijas de
los fallecidos lamentando la pérdida de su padre, y peor aún, solo pudiendo
recuperar muy poco de sus restos”.
Las cuatro personas que se unieron a la
caza ilegal fueron arrestadas este miércoles por el Servicio de Policía de
Sudáfrica, y las autoridades continúan investigando lo que sucedió.
El rinoceronte africano es
buscado por su cuerno debido a la creencia entre algunos que practican la
medicina oriental de que el cuerno tiene beneficios afrodisíacos, lo que lo
hace más valioso que la cocaína en algunas partes del mundo.
De especial preocupación es el
rinoceronte negro, que se considera en peligro crítico de extinción después de
que su población cayó de aproximadamente 65.000 en 1970 a 2.400 en 1995, según
el Parque Nacional Kruger. Desde entonces, los esfuerzos de conservación han
aumentado su número, y los 5.000 rinocerontes
negros que quedan en el mundo viven predominantemente en
Sudáfrica, Namibia, Kenia y Zimbabwe.
En 2016, había entre 349 y 465
rinocerontes negros viviendo en Kruger y entre 6.600 y 7.800 rinocerontes
blancos, que también sufren de caza furtiva, dijo el Departamento de Asuntos
Ambientales de Sudáfrica.
Kruger se considera una zona de
protección intensiva, y el gobierno emplea una variedad de recursos para
impedir la caza furtiva, incluidos aeronaves, perros, guardabosques especiales
y una unidad de investigación de delitos ambientales.
De los 680 arrestos por caza
furtiva y tráfico realizados en 2016 por los Servicios de la Policía de
Sudáfrica, 417 estaban en Kruger y sus alrededores, dijo el departamento. En
septiembre, el departamento anunció que seis hombres, entre ellos dos líderes
sindicales, dos policías y un exagente de policía, habían sido arrestados por
tráfico de cuernos de rinoceronte.
Eliott C. McLaughlin, de CNN,
contribuyó a este informe.
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