5 de abril de 2019

“SOY ALCOHÓLICO, DROGADICTO Y HOMOSEXUAL”, DICE MARTÍN CABRERA ZAVALETA


PRIMERA PARTE DE II

“Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”, dice Martín Cabrera Zavaleta que con cinismo sonríe junto a enfermos libelos que aplauden como focas las estupideces del contagiado de VIH positivo.

Su nombre verdadero es Gaudencio, pero adoptó el apellido de su padrastro del municipio de Zongolica. Su madre lo abandonó porque le gustaba la fiesta y parranda en las cantinas del pueblito.

En una casa hogar logró salir adelante. A los 20 años la suerte lo favoreció y se convirtió en empleado de confianza del ayuntamiento de Ixtaczoquitlán. El indio ladino conseguía sexo fácil al alcalde en turno Máximo Luna.

Adoptó el nombre de su madre “Martina” como compromiso hacia lo femenino. Creció en medio de la miseria, tugurios, y piqueras famosas.

Sus escándalos son incontables, el más reciente detenido por golpear a su amante que le pagó la cirugía plástica de bubis, rostro, y nalgas.

Vive abiertamente y sin angustias sus preferencias sexuales, sus excesos. No oculta nada y goza de los placeres de la vida porque practica la extorsión y chantaje de cada fantasía que elucubra su cerebro dañado por tanta cocaína.

Siempre esconde su turbulenta personalidad gay de closet que lo lleva a traspasar los excesos del alcoholismo y la drogadicción. 

Es una persona celosa: “toda mi vida ha estado dominada por los celos. Es lo único que no soy capaz de controlar. Es la clave de mi carácter. Siento celos de todo sea hombre o mujer”, relata Martina Cabrera.

Ebrio se acepta y vive sin prejuicios o angustias: “siempre tuve una marcada preferencia homosexual, y nunca sentí culpabilidad alguna. En el Palacio Municipal de Orizaba tuve varios novios”. (CONTINUARÁ)

No hay comentarios:

Publicar un comentario