Gloria Muñoz Ramírez
Lo conocí en un
hospital de rehabilitación en Cuba, mientras yo me recuperaba de una dolencia y
él de las suyas. Ambos cobijados por esa hermosa y solidaria isla a la que
tanto apoyó mientras otros y otras le daban la espalda. No hubo foto. Y no
crean que no la queríamos quienes ahí nos encontrábamos, pero en tan íntima
condición no había espacio para una incómoda propuesta. No eran sus mejores
días, pues ya pagaba el precio de todos los excesos.
Soy feminista y respeto
y reconozco al mago de la cancha y al ser solidario con muchas de nuestras
causas. No comparto, y menos un #25N, sus no pocas conductas machistas, como
tampoco comparto los severos cuestionamientos de compañeras feministas no sólo
contra él, sino también contra quienes tienen (tenemos) un duelo. Lo digo con
respeto y cariño, hacia él y hacia ellas.
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