PLUMAS LIBRES
A doce meses del homicidio de Benito Aguas Atlahua, el panorama sigue marcado por el descontento. En Tepenacaxtla y comunidades serranas crece la percepción de que el caso fue manipulado: aunque existen dos detenidos por los hechos ocurridos el 9 de diciembre a las 17:00 horas, pobladores los consideran chivos expiatorios, utilizados para aparentar resultados y desviar la atención de los beneficiados políticos.
En este contexto, el Partido Verde Ecologista de México ha optado por mantenerse al margen. La dirigencia nacional encabezada por Javier Herrera Borunda y la estructura estatal dirigida por Edgar Herrera Lendenchy han evitado cualquier posicionamiento. Sin embargo, el señalamiento más fuerte recae sobre Jonathan Puertos Chimalhua, diputado federal que obtuvo su curul tras la muerte del exlegislador. Su silencio absoluto ha provocado rechazo generalizado, pues mientras la región exige justicia, él continúa su carrera sin dedicar una sola palabra al crimen que lo impulsó políticamente.
En Tepenacaxtla se realizó una misa y un convivio con la presencia de habitantes, amigos y autoridades locales. La ausencia de figuras del PVEM dejó en claro que el partido decidió deslindarse del legado de quien en vida fue uno de sus representantes más visibles en la montaña. Nadie acudió a respaldar a la comunidad en un momento significativo, lo que profundizó el malestar.
También en Santa Leticia, municipio de Fortín, durante una celebración en la parroquia Guízar y Valencia se recordó al exservidor público. Ni siquiera ese gesto logró que la dirigencia ecologista emitiera una postura, manteniendo la misma actitud evasiva.
El levantamiento de la cruz se efectuará el viernes 12 de diciembre, a las 20:00 horas, en la Funeraria Del Ángel y Hernández, en Córdoba, y posteriormente será trasladada a Tepenacaxtla, donde reposan los restos del exrepresentante popular.
A nivel local, tampoco hubo pronunciamientos firmes de figuras vinculadas a su entorno. Ni su sobrina, la excandidata Jessica Viviana Victoria Atlahua, ni el alcalde Wenceslao Cosme Reyes exigieron claridad sobre el estado de la investigación. La única postura visible en redes sociales fue la de su hija, quien pidió que el caso no quede impune.
Para las comunidades, estos actos no solo representan un homenaje, sino un recordatorio de que el crimen sigue sin resolverse. La indignación aumenta mientras los detenidos continúan bajo sospecha de ser solo piezas sustitutas y la dirigencia del Partido Verde —especialmente Jonathan Puertos Chimalhua— permanece en un silencio que alimenta dudas y confirma la profunda distancia entre la clase política y la ciudadanía que exige respuestas reales.

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