29 de marzo de 2011

Tráfico de migrantes mexicanos dejan a mafias 6 mil mdd: ONU

México.- Las ganancias de los polleros con el tráfico de mexicanos hacia Estados Unidos alcanzan los 6 mil 600 millones de dólares, reveló el representante de la Oficina Regional de Naciones Unida Contra la Droga y el Delito, Antonio Mazzitelli.

“No se trata del cruce de migrantes centroamericanos o de otras nacionalidades, se trata sólo de mexicanos, eso significa que el mercado del tráfico de personas vale más que el tráfico de armas y drogas”, dijo.
En el foro Internacional Migración y trata de personas, un problema complejo la investigadora Judith Bokser Liwerant sostuvo que en el mundo circulan más de 213 millones de migrantes y “una de cada 35 personas es migrante internacional”.

Por su parte, Ernesto Rodríguez, del Instituto Nacional de Migración, dijo que aunque en los pasados cinco años se ha presentado una reducción de entre 60 y 70% de la migración irregular mexicana, se ha incrementado la trata de personas.

Ante ello, urgió a aprobar en el Congreso el nuevo marco normativo que sea eficaz y equitativo respecto a esas dimensiones de la migración. “Hay que integrar la protección de los derechos humanos y los temas de seguridad”, dijo.

Para Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “no basta con reformar leyes o expedir nuevas legislaciones si no se capacita a los funcionarios públicos que la van a aplicar, y se refirió al caso de una migrante que el 20 de marzo fue perseguida por un elemento de migración armado con un machete. Son prácticas anquilosadas que no se van a erradicar por decreto”.






El Baldón: ¿Soberbio o necio?

Por José Miguel Cobián

Normalmente no le dedicamos dos colaboraciones seguidas al mismo tema, sin embargo el gobernador César Duarte de Chihuaha, de extracción priísta se lo ha ganado a pulso. Primero sugirió a nivel nacional que los jóvenes que no estudian ni trabajan tuvieran tres años obligatorios en el ejército. Hoy se publica que afirma también que habría que llevar a la cárcel con penas de dos años de prisión, a los jóvenes que no aceptaran incorporarse al ejército, y además decide las edades, que van de 18 a 30 años…

Estulticia, pendejéz o quizá soberbia o necedad… Una mala idea, que fue recibida por el público con críticas al por mayor. Que hizo recordar los tiempos de la ¨leva¨ en que los revolucionarios o el ejército se llevaban a todos los hombres del pueblo para incorporarlos a sus filas, y así vivían, peleaban y morían sin saber ni siquiera cuál era la razón de hacerlo, simplemente porque en caso de no obedecer, entonces pasaban al paredón de fusilamiento.

¿Dónde está la diferencia con un estado totalitario? Si el gobernador César Duarte fuera panista uno podría entender mejor su postura, pues la derecha siempre busca privar de libertades a la población a cambio de conservar el status quo, pero en este caso, o está desesperado, o no sabe qué hacer y le queda muy grande el puesto, o ya chaqueteó, o es soberbio y bruto y necio.

En un país como México, con tantas carencias, con tantos problemas, no se vale enrarecer aún más la situación política y social con declaraciones así. En lugar de ayudar perjudica, y el primero que lo debería saber es el propio gobernador de Chihuahua. César Duarte sabe que no alcanzarían las cárceles de su estado si los jóvenes iniciaran una resistencia civil pacífica y todos se entregaran para cumplir sus penas de dos años de prisión por no querer estar en el ejército.

Pocas veces he visto una situación tan tonta, tan obvia, en la cual el gobernante comete un suicidio político, como esta. Seguro en las próximas elecciones ganará otro partido político, muy probablemente el PAN, pues Chihuahua tiene gente pensante, y a pesar de los problemas en ciudad Juárez, los Chihuahuenses analizan su situación y saben que no se puede tasar a toda la población con el mismo rasero.

No se duda en la posibilidad de que César Duarte haya visto las estadísticas de los nuevos miembros del crimen organizado, y notara que las edades están en el rango que él establece como obligatorio para estudiar, trabajar o entrar al ejército. Pero de allí a que ante la falta de capacidad del gobierno estatal y federal de darle oportunidades de estudio y trabajo a los jóvenes, se les trate a todos como criminales en ciernes hay un abismo.

Seguro algunos jóvenes se integran al crimen organizado, pero no son la mayoría, que si lo fueran, México sería un territorio convulso de violencia y ausencia de estado de derecho –y eso todavía no pasa-. Ante la incapacidad de controlar a unos cuantos, se busca aplicar la famosa ley del embudo, en donde todos se friegan para resolverle un problema al gobierno en turno.

Si la clase política mexicana está terriblemente desprestigiada, y si muchos mexicanos pensamos que seis años son muchos para poder remover a un incapaz de la silla del águila, ahora también nos damos cuenta de que en algunos casos, -Chihuahua en primer lugar-, seis años de gobierno del estado es mucho para personas como César Duarte.

Lamentable el ridículo y escarnio público al que se somete el gobernador de Chihuahua y al que somete a su estado y a su partido el PRI, pues parece que se asume de manera voluntaria, cegado por la soberbia natural del poder político, y ante el nulo apoyo y crítica constructiva de sus asesores. Esta decisión de comentar en público esta tontería de la ¨leva¨ obligatoria, llevará al gobernador de Chihuahua a la muerte política, aunque en México todo puede suceder.

Esperemos que la cordura reine, y que nadie más se una a esta tonta idea. Y no es que quien esto escribe esté en contra del ejército o de que los jóvenes se enrolen, eso está bien cuando se hace de manera voluntaria, y el ejército es una institución con virtudes y defectos pero necesaria y respetada, sobre todo en tiempos de desastres naturales. Lo grave es buscar obligar a alguien a entrar a la institución armada por tres años, y luego dejarlo en la más absoluta indefensión económica. Ni es legal en México el obligar a un joven a hacer lo que no quiere, ni es defendible nuestro modelo económico que no permite que los mexicanos tengan un trabajo decentemente remunerado, y con posibilidades de mejorar su nivel de vida. Allí está la peor indecencia de este país, y allí también el origen de que muchos jóvenes prefieran el lado oscuro ante la nula posibilidad de desenvolverse en el ámbito de la luz, que por cierto anda muy escasa. Ni la luz de la inteligencia, ni la luz entendida como recursos económicos se notan en nuestro país. La luz de la inteligencia debiera llegar a las altas esferas del poder, porque allí como lo demuestra César Duarte, están más a oscuras que un ciego en noche sin luna.

GABRIEL GOMEZ CAÑAS ACTIVISTA DEL FRENTE POPULAR REVOLUCIONARIO DE ORIZABA, VERACRUZ, DESAPARECE

¡Vivo se lo llevaron, vivo lo necesitamos!
Foto de archivo de Gabriel Gomez Cañas acompañado de Gerardo Fernandez Noroña
Como en los peores años del priísmo, de la guerra sucia y de las desapariciones forzadas, nuestro amigo GABRIEL GOMEZ CAÑA de 47 años de edad; quien mantenía un planton en Orizaba, Veracruz en apoyo a un grupo de vendedores ambulantes a los que querian desalojar, fue visto por última vez el viernes 25 de marzo de 2011 cuando llegaba del planton y no aparece. Esperando que se encuentre bien, exigimos al gobierno su inmediata presentación. Gabriel, regresa a casa!

Cualquier información, por favor enviar un email a:
 
Apoya a esta causa enviando por email, por Facebook o Twitter esta nota, denunciemos los abusos y las desapariciones forzadas.

28 de marzo de 2011

Respalda Ebrard decisión de Encinas de no ir en alianza por el Edomex

El jefe de Gobierno aseguró que Encinas es el mejor candidato del PRD a la entidad mexiquense, pues es congruente.
Bertha Teresa Ramírez

México, DF. Marcelo Ebrard Casaubón respaldó la posición del aspirante a la candidatura del PRD por el estado de México, Alejadro Encinas Rodríguez, en el sentido de no ir en alianza con el PAN a la cointienda electoral de la entidad mexiquense y le externó todo su apoyo.

Al hacer esta declarción el mandatario capitalino dijo que al dar su resplado a Encinas lo hace en un acto de congruencia, pues es el mejor candidato que el PRD puede tener al gobierno del estado de México “por trayectoria, por congruencia, y por que ha sido un servidor público, entre otras cosas jefe de gobierno; que jamás ha tenido tacha alguna en toda su trayectoria; que más contraste con lo que va a ser el adversario el PRI en el estado de México”, apuntó.

“En un acto de congruencia, aquí estoy, yo te dije te apoyo como a un militante del partido y aquí estamos contigo”.

Durante un acto en el que estuvieron presentes ambos políticos, Ebrard señaló que los objetivos que ha planteado Alejandro Encinas son muy claros para la militancia peredista de mantener la unidad de las izquierdas y ganar la elección, cambiar el rumbo del estado de México, respaldar la acciones que tome el partido” añadió Ebrard Casaubón, quien indicó que por supuesto que acudirá el proximo domingo al evento al que lo ha convocado Alejandro Encinas para el arranque de su campaña en el municipio de Ecatepec.

Asimismo en conferencia desde el Club de Periodistas de México, Encinas Rodríguez dijo que pedirá licencia el próximo 30 de marzo e iniciará su precampaña con los partidos PT y Convergencia, así como el Movimiento de Regeneración Nacional.

La república de Televisa

Miguel Ángel Granados Chapa

MÉXICO, D.F., 28 de marzo.- Aunque faltan 15 meses para la elección constitucional, Televisa parece haber consumado su proyecto de construir la figura del presidente de la República. Ahora pretende algo más ambicioso. Quiere edificar la república misma. Quiere diseñar la clase de sociedad que Peña Nieto gobierne, el género de medios de comunicación que lo arropen, los criterios editoriales con que se transmita la información sobre la política de seguridad pública y las acciones del crimen organizado. No se propone trazar una raya, sino erigir un muro que divida a los participantes de los excluidos. Como si se tratara de un club gigantesco, Televisa se reserva el derecho de admisión a los territorios donde habitan los elegidos, el tipo de personas que protagonicen la vida pública y sean capaces de generar confianza. Nadie que no figure en el elenco preparado por Televisa tendrá existencia real. Quedará al margen, en la cuneta de la supercarretera.

Tal desmesurado propósito es el objetivo de Iniciativa México, un proyecto de propaganda que ya tuvo su primera edición el año pasado. Con enorme aparato se convocó a la presentación de ideas y tareas que dieran cuenta de las verdaderas capacidades de los mexicanos. Se presentaron miles de esos proyectos, en distintos rubros, algunos de los cuales fueron premiados para denotar que hay una porción de la sociedad que no pierde su tiempo ni espera auxilio gubernamental para su realización personal o de grupo.

Ahora se ha lanzado la segunda edición de Iniciativa México. Se alzó el telón el jueves 24, con una magna reunión ya no en un recinto privado (el exconvento de San Hipólito), sino en un auditorio público, el Museo Nacional de Antropología. El contenido de esta nueva edición es más claramente político que el primero. Televisa lo adopta más temprano que el año pasado, cuando comenzó en junio. Ahora se lanza en marzo, en plenos procesos electorales. Se refiere a la comunicación social relacionada con la violencia que genera la delincuencia organizada. Ya desde allí, desde la definición del tema, se adopta un punto de vista afín al del gobierno, que requiere alejar de sí la responsabilidad en la génesis de la violencia: ésta surge sólo por la actividad criminal, no porque la practica también el Estado.

La pieza ostensible de la Iniciativa México II es el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia. Televisa y sus aliados y dependientes prepararon una suerte de código de ética que parte del supuesto (que no se presenta como tal, pero es explícito) de que el manejo de la información colectiva “es esencial para la efectiva contención de la violencia que genera la delincuencia organizada”. Esto es, que una política informativa homogénea, uniforme, puede hacer que disminuya la violencia, como si difundirla fuera su causa. De ese razonamiento se desprendería fácilmente el corolario de que para suprimir la violencia no hay más que dejar de hablar de ella, de negarle a la sociedad la información que le hace falta para regular su vida.

Hay otros supuestos, algunos tácitos, en la formulación de los objetivos del Acuerdo. Se presume que la cobertura informativa de la violencia puede servir “para propagar terror entre la población”. Padecer los efectos directos de la violencia sin duda genera miedo, pero es difícil probar que la difusión de la violencia lo cause también. Un indicio de que no hay relación de causa-efecto entre difundir violencia y provocar miedo acaba de ser observado: hay gran violencia en Acapulco, de la que se sabe fuera del puerto, y sin embargo esa información no inhibió al turismo nacional para llegar en los puentes recientes. El del fin de semana pasado permitió que hubiera más del 90% de ocupación hotelera.

El Acuerdo enumera 10 criterios editoriales que deben aplicarse “sin demérito de la independencia editorial de cada medio”. En general, tales criterios son adecuados y compatibles aun para medios que no suscriben el Acuerdo. Algunos de ellos son, sin embargo, francamente ridículos. Los dos primeros están en ese caso. El inicial ordena “tomar postura en contra”. Instruye a (porque usa el verbo debemos) “condenar y rechazar la violencia motivada por la delincuencia organizada”, algo por completo innecesario, pues está “en la naturaleza de las cosas”, como se diría en el lenguaje de los autores del decálogo. El segundo es francamente chistoso. Cualquier medio debe evitar “convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada”: ¿Cómo evitar un acto involuntario, puesto que es eso precisamente, algo que se comete sin querer hacerlo?

En realidad, lo que ese precepto pide a los medios es un sesgo deliberado que altere el sentido de la información. Ordena “omitir y desechar la información que provenga de las organizaciones delictivas”. Se refiere sin duda a los narcomensajes, que en mantas y cartulinas anuncian acciones o sentencian a personajes. Si se procede como ese mandamiento prescribe, se corre el riesgo de hacer incomprensible la información, carente de uno de sus elementos, que puede darle sentido.

Los criterios restantes son en general admisibles, compartibles. Algunos proceden de manuales elementales de periodismo, como “dimensionar adecuadamente la información”, o de ordenamientos legales, como “no prejuzgar culpables” y “cuidar a las víctimas y a los menores de edad”. Hasta creería que resultaron de un ejercicio de autocrítica de las televisoras, que presenta como culpables a recién detenidos al hacerse mera extensión de los interesados e ilegales mensajes de las autoridades de procuración de justicia o de seguridad pública, las cuales los condenan aunque tiempo más tarde, ya sin la difusión adecuada, los jueces los exoneren porque son inocentes o porque sus responsabilidades no fueron probadas.

El código periodístico de la Iniciativa México, es decir, de Televisa, manda “proteger a los periodistas” y “solidarizarse ante cualquier amenaza o acción contra reporteros y medios”. Son palabras huecas en boca de periodistas que se pusieron con soberbia por encima de la solidaridad que el gremio quiso mostrarles durante y después de la crisis de julio pasado, cuando reporteros y camarógrafos de televisión fueron secuestrados. A la marcha de protesta contra esa acción no acudieron los involucrados, y hasta rechazaron el gesto de aquellos a los que no consideran dignos de ser llamados sus compañeros. En casos más recientes, en vez de solidarizarse con reporteros y medios puestos en entredicho, las televisoras fueron las autoras del entredicho, al formular arteras acusaciones que no se sustentan de ninguna manera. Ese fue el caso de Ricardo Ravelo, el reportero de Proceso, y la revista misma, así como el del diario Reforma, todos ellos señalados como perpetradores de delitos, cuando sólo habían cometido el de desnudar acciones políticas, no informativas, de Televisa.

Independientemente del decálogo, la porción objetable de este Acuerdo es el aviso de que se creará un “órgano ciudadano de observación” que examine el apego de los medios a esos criterios editoriales. Se trata de un amago de exclusión. Los medios suscriptores del Acuerdo formarán el catálogo de la “buena prensa”, como antaño lo hicieron corporaciones religiosas. Quedará fulminado todo aquel medio que falte a alguno de esos mandamientos, a juicio de los ciudadanos observadores. Y no se diga la situación marginal en que han quedado los medios no invitados o que no aceptaron participar en este Acuerdo. Se les coloca con esa omisión en calidad de sospechosos, como quiere hacer el gobierno con este semanario, al que ya dos veces ofendió colocando ejemplares de la revista con arsenales decomisados a bandas delictivas. La primera gran reacción de condena de este sistema inquisitorial ocurrirá, téngalo usted por seguro, cuando Ismael Zambada, El Mayo, o Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, respondan a los cuestionarios que les presentó Julio Scherer García, según relata en su libro Historias de muerte y corrupción, en la parte que en cierto sentido continúa la publicación de su encuentro con Zambada. En vez de considerar el valor periodístico, la utilidad social de conocer los móviles de quienes tienen en jaque al país, los falsos profesores de periodismo, inocuos e inicuos propagadores de una ética que no conocen ni por los forros, tendrían, quieren tener, piezas de ese calibre en las cuales cebarse.

Ese es el tipo de periodismo de personas que no tendrán lugar en la república de Televisa.

Temen por la vida de tlapanecas violadas por militares

Ante la próxima audiencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) que se realizará en abril donde dará su veredicto final que se presume, será contra el Estado mexicano, por la violación sexual cometida por militares en 2002, contra la indígena tlapaneca Inés Fernández, las amenazas en su contra se han intensificado, por lo que hoy, defensores de derechos humanos pidieron “que llegue viva a la audiencia de la Corte”. Así lo exigió hoy durante su participación en el panel “8 años de impunidad: Inés Fernández y Valentina Rosendo, indígenas me’phaa violadas por militares”, realizado en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Mario Patrón Sánchez, abogado y consultor independiente. El abogado, junto con el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, llevaron el caso de Inés Fernández y de Valentina Rosendo, ambas violadas por militares en 2002, al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Patrón Sánchez, informó que existen más de 10 denuncias de averiguaciones previas ante la Procuraduría de Justicia de Guerrero, por ambos casos, por lo que exigió “lo que pedimos es que lleguen vivas (Inés y Valentina) a la audiencia de la Corte”, que se realizará las primeras semanas de abril en Lima, Perú.

Al llamado se sumó Abel Barrera, director de Tlachinollan, quien dijo que pese a las medidas provisionales solicitadas al Estado mexicano por la CoIDH, continúan “en la nada, en la indefensión” toda vez que denunció, no hay coordinación entre el gobierno federal y estatal, ni interés para implementarlas.

A la fecha, la Corte Interamericana ha solicitado 108 medidas provisionales para defensoras y defensores de derechos humanos de Guerrero, entre éstas para Inés, sus abogados y los integrantes de la OPIM incluyendo a Obtilia Eugenio Manuel.

Patrón Sánchez explicó que la Corte emitirá primero su sentencia por el caso de Inés toda vez que en el de Valentina no se dio la acumulación procesal.

Ello significa que pese a que ambas violaciones fueron en 2002, el 16 de febrero en el caso de Valentina y el 22 de marzo, en el de Inés, los casos incluyen hechos y fechas diferentes, por lo que las investigaciones se han realizado de forma paralela y fueron presentadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en diferente momento.

8 años de impunidad

Han pasado 8 años de los hechos y pese a que ambas mujeres han señalado expresamente a los elementos del Ejército responsables de la violación, la impunidad prevalece en ambos casos.

En opinión de Patrón Sánchez, el Estado mexicano ha utilizado una estrategia de desgaste y revictimización con ambas, que se ve reflejada con la ausencia de respuestas eficaces, “el encubrimiento desgasta” insistió.

En el panel estuvo Inés Fernández, quien en su idioma, el tlapaneco-me’ phaa, narró lo que ha vivido desde hace 8 años cuando fue violada por los militares frente a sus hijos, que en ese tiempo tenían 3, 5 y 7 años.

“Desde 2002 yo me estaba organizando con un grupo de mujeres de mi comunidad para que hubiera educación, médicos para que cuiden a las mujeres y los niños.

El gobierno no me dejó participar, vieron que me estaba organizando y en lugar de apoyo llegaron los militares a hacernos daño. No sé que es lo que quiere el gobierno conmigo.

Yo he denunciado, y los militares siguen subiendo a las comunidades, no los quiero ver, me duele hablar de lo que me pasó.

A mi me destruyeron mi vida, mi casa, a mi esposo y a mis hijos, cuando andan los militares ahí tengo mucho miedo, cuando mis hijos se van a la escuela también me da miedo, tuve que ir a otro país para denunciar mi asunto.

Yo no puedo salir al campo a trabajar, me costó mucho trabajo salir de mi casa porque yo quería estar encerrada todo el tiempo. Les pido a las autoridades que ya no manden a los militares para allá.

A mi hermano lo mataron, él me apoyaba, era el único y recibió amenazas hasta que lo mataron. Ahora mi hijo que fue testigo de lo que me pasó también ya fue amenazado”.

Inés, dijo que como ahora su caso está por concluir en la CoIDH, se han intensificado las amenazas no solamente contra su familia sino con los miembros de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa (OPIM).

Por ello responsabilizó al gobierno de lo que le pudiera pasar a ella y a sus hijos al tiempo que pidió el apoyo de todas las mujeres para que su caso, el de Valentina y el de otras mujeres que han sido violadas por militares, obtengan justicia.

Pide CoIDH medidas provisionales para Valentina

Vidulfo Rosales, integrante de Tlachinollan, indicó en entrevista con Cimacnoticias, que el pasado 16 de febrero, justo a 8 años de que fuera violada, la CoIDH notificó a este Centro de Derechos humanos que solicitó al Estado mexicano medidas provisionales para Valentina Rosendo.

Lo anterior, ya que en diciembre del año pasado, su hija, de 8 años de edad sufrió un intento de secuestro al salir de la escuela y Valentina continúa siendo vigilada y perseguida por desconocidos.

En un video testimonial donde aparece Valentina Rosendo, quien no asistió al evento de hoy, se documentó que a la fecha sale a la calle acompañada por integrantes de las Brigadas Internacionales de Paz (Peace), si no es así, no lo hace.

Para Vidulfo Rosales, la sentencia emitida por la CoIDH por el caso de Rosendo Radilla, sentó un precedente jurídico, que tiene que seguir siendo sustentado en el caso de Inés y Valentina, por lo que consideró “hay que trabajar fuerte” el tema del uso de la violación sexual como tortura, la dilación de la justicia, la discriminación y el fuero militar.

El panel fue convocado también por Amnistía Internacional, sección México, por Tlachinollan y la OPIM.

Información difundida por el Área de Comunicación y Visibilidad de Cencos

EN VERACRUZ UN ENFRENTAMIENTO MAS ENTRE MILITARES Y PRESUNTOS DELINCUENTES...NO LES IMPORTO QUE HUBIERAN PERSONAS...

Docenas de inocentes experimentaron terror al verse enmedio de la balacera
Cuatro horas después del primer tiroteo, el show no era en el Benito Juárez sino en el crucero de La Fragua y Católica, a donde medio centenar de taxistas arribaron para saber del estado de salud de dos compañeros, que presuntamente habían chocado sus unidades con delincuentes que se desplazaban en una camioneta de lujo ¦ Fotover
Veracruz, Ver.- La balacera ocurrida esta madrugada en el puerto de Veracruz cimbró a la ciudad. Docenas de testimonios dan cuenta del terror vivido por gente inocente desde dentro de sus casas o otros fuera. Aquí algunos.

Marco, motociclista, relató: “Venía en la moto, bajando por Xalapa, y el Bora blanco venía bajando toda la calle, se metió, por poco me lleva, y dobló para Miguel Alemán y se descolgó a Bolívar y a La Fragua. Hasta llegar a Isabel la Católica se encontró de frente con otros militares. Uno de ellos, al parecer eran cuatro, bajó del Bora y disparó con una escuadra contra los soldados. Una camioneta, de las grandes (armada con artillería calibre 50) le salió por detrás y la otra por delante, y ese, y ese soldado que está allá arriba, hijue’pu, les dio con todo. Se las descargó a los del Bora y por lo menos mató a dos. Otros dos salieron corriendo para los callejones. De cada disparo, la camioneta en la que estaba montada la metralleta, se iba para atrás, de las patadas”.

Marco aún no puede recuperarse de la impresión de haber vivido la balacera de La Fragua. Su cara está descolorida, y al hablar saliva constantemente. Como si quisiera quitársela de la espalda, narra su historia a cuanta persona encuentra.

Marisela, pasajera de taxi, refirió: “Allá estaba una señora, la de las tortas. Ella ya se iba, estaba esperando el taxi casi en el semáforo de La Fragua y Católica, de pronto, unos sujetos chocaron. Y los militares comenzaron a disparar, desde arriba de la camioneta, les abrieron fuego en todos lados y la señora se quedó atrapada. Yo le decía a un soldado que me dejara rescatar a la señora, ir por ella, pero él respondió que no, que 'chingara a su madre por pendeja'”.

Marisela dice que iba a su casa pero al ver el escándalo en La Fragua decidió quedarse un rato a “chismosear”, como un grupo de taxistas que hacen lo mismo mientras esperan noticias de sus compañeros lesionados, por accidente, en la refriega.

El espectáculo que anoche disfrutarían los veracruzanos era la actuación estelar de la Arrolladora Banda Limón, pero tras el tiroteo, los bailadores, presas del pánico ante una bala perdida, arremetieron contra el enrejado del auditorio Benito Juárez con el único fin de salir. No importaron los pisotones. Los empujones y hasta el haber pasado por encima de alguna persona. Cualquier sitio era mejor, lejos del estruendo de las balas.

Cuatro horas después del primer tiroteo, el show no lo era en el Benito Juárez sino en el crucero de La Fragua y Católica, a donde medio centenar de taxistas arribaron para saber del estado de salud de dos compañeros, que presuntamente había chocado sus unidades con delincuentes que se desplazaban en una camioneta de lujo, y fue cuando los militares se aproximaron para saber del accidente y revisar la unidad sospechosa.

Fue aquí donde comenzaron los disparos, coinciden los testimonios recabados por La Jornada Veracruz.

Otra vez el motociclista: “Esa camioneta era de lujo, una Hummer, por más que le tiraron se escaparon. Los dos que llegaron en el Bora blanco, de hecho hicieron todo lo posible para garantizarles el escape. Esos de la Hummer sacaron un metralletón. Quien sabe qué era, pero espantaron a los soldados de la camioneta grande. Los de la Hummer treparon al camellón, hicieron maniobras y se escaparon”.

Mientras cuenta, se registran los primeros rayos del sol. Comienzan a parecer coches balaceados y chocados, cristales sobre el pavimento, casas con agujeros de calibre 50, árboles del camellón echados abajo por las ráfagas de las potentes armas, marcas de llantas quemadas sobre la calle.

Los taxistas en el punto de reunión cada vez son más. Conductores que no sabían nada sobre la refriega de la madrugada tratan de pasar por La Fragua. Mientras les apuntan con sus rifles de asalto y los insultan entre gruñidos y ademanes, se encuentran a los malhumorados marinos que los regresan por rutas alternas. Los taxistas también gritan y alardean. Más que de un hecho, son testigos de un espectáculo, el de la violencia.

Los militares, da la impresión, disfrutan apuntar sus armas. Lo hacen contra todo lo que se mueve e intente flanquear el espacio que vigilan. Un señor de aproximadamente 75 años que caminaba a buscar las tortillas para el desayuno terminó regresando sobre sus pasos al toparse varios rifles de asalto apuntándole.

A criterio de los milicianos, todos parecen sospechosos. Se les debe apuntar para alejarlos de la escena de la balacera más cruenta que tenga registro el puerto. Una camioneta con agentes ministeriales, de la Procuraduría General de Justicia, irrumpe. Se identifican. Traen logotipos oficiales en la unidad que los dejan más que acreditados como personal del gobierno. Ni con eso pasan. Insisten y se encuentran con las armas de los soldados. Les apuntan. Faltó poco para que los encañonaran. Es todo. Se acabó el diálogo y ellos ahora también son sospechosos. No les queda de otra. En medio de la rechifla y comentarios de burla de los trabajadores del volante, agachando la cabeza, los agentes se retiran.

El personal del Ministerio Público de la Federación terminó sus labores. Los marinos despejan la zona. Las calles lucen igual, en medio de una tensa normalidad, las personas comienzan a bajar por Simón Bolívar, rumbo al bulevar, para la caminata dominical.

http://www.jornadaveracruz.com.mx/Noticia.aspx?ID=110328_123527_695&id_seccion=0