24 de agosto de 2012

El nefasto y mentiroso de Rafael de Jesús Picasso Figueroa amenaza con revelar secretos si lo remueven del HRRB

Amenaza director del HRRB a Pablo Anaya con revelar "secretos" si es que lo remueve de su puesto.

ALEJANDRO VILLARREAL.
ORIZABA, VER.-A Pablo Anaya Rivera , Secretario de Salud en el estado de Veracruz, le sigue temblando la mano para hacer efectiva la remoción de Rafael de Jesús Picasso Figueroa como director del Hospital Regional de Río Blanco, lo cual le ha dado espacio a este último de presumir el respaldo por apadrinamiento del ahora diputado federal Juan Manuel Diez Francos .

Pero esta no es la razón esencial para que el titular de la Secretaría de Salud mantenga en este puesto al citado director, ya que se ha ventilado que es el mismo Rafael de Jesús Picasso quien ha dicho que Pablo Anaya no puede removerlo de su puesto, ya que de otra forma sacaría a la luz pública algunos "secretos" que sabe de este funcionario público y que son de tal magnitud que lo dejaría incluso fuera de esta secretaría.

Otra de las presunciones que Picasso sostiene es que se ha convertido en inamovible en esta dependencia, toda vez que se codea con altos funcionarios del próximo gabinete federal; y es que lo presume debido a que asegura que personalmente fue
Juan Manuel Diez Francos quien lo invitó a la reunión privada cuando el candidato Enrique Peña Nieto llegó a Orizaba; eso en pago a las atenciones que ha tenido con la señora María de los Ángeles (Ossie) Pírez de Diez Presidenta de la Asociación Orizaba Propone A.C. (AOPAC) que atiende a niños con cáncer.

Es así como "codeándose" con políticos de alto nivel y amagando al Secretario de Salud en el estado, Rafael de
Jesús Picasso Figueroa , ha podido mantenerse en la dirección del Hospital Regional de Río Blanco, el cual ha convertido en un nosocomio particular, al dar preferencias a gente que llega y paga las atenciones de especialistas utilizando el área VIP (que son siglas que en inglés significan Very Important Person =Persona Muy Importante), lo cual le deja mayores ganancias como director, dejando a un lado a las personas de escasos recursos que en verdad requieren de la atención médica.

Esta situación ha originado que las personas de escasos recursos y principalmente los campesinos de la sierra, en poco tiempo le cobren la factura al pedir su cabeza, tomando las instalaciones de este hospital por haberlos relegado al dar prioridad sus intereses particulares.

22 de agosto de 2012

Indígenas sólo conocen marginación, rezago y violaciones a los derechos humanos: Jafet García

Fernando Inés Carmona - lunes, mayo 07, 2012
Zongolica, Ver.- En la sierra los indígenas no conocen de derechos humanos. Sólo saben que si quieren subsistir deben trabajar hasta 14 horas con cobros de jornales míseros que agravan más la desigualdad, expresó el vicario de la iglesia San Francisco de Asís, Jafet García Velásquez. “Marginación, rezago social y de desarrollo, pero sobre todo las violaciones a los derechos humanos son el común denominador con el que se vive todos los días en estas zonas”, dijo.
 
“La pobreza y desigualdad no sólo se enseñorean en las comunidades apartadas sino que incluso están en las calles de las cabeceras municipales de la sierra. Las violaciones a los derechos humanos son la constante, aquí en la sierra todos esos hechos provocan que la brecha de desigualdad cada vez se agrande. Esto lo vemos al salir a la calle, cada día crece la mendicidad, cada vez vemos cómo se acrecienta el sufrimiento de nuestra gente”, agregó.
 
Indicó que ha notado que incluso entre los habitantes de los municipios indígenas “crece la discriminación”. Por ejemplo, la gente que habita en las cabecera municipales margina a aquellos que por necesidad viven en las comunidades alejadas, “como no hablan en español se les margina. Esto es grave porque en vez de que entre ellos se apoyen, se abusa y generan problemas mayores”.
 
Una de esas consecuencias es el encarcelamiento de indígenas que por el solo hecho de no dominar el español “son sometidos, encarcelados y, en algunos casos, ni siquiera juzgados, pero su ignorancia hace que los inculpen, muchas veces por delitos que no cometieron. Muchos de los indígenas son detenidos, llevados presos porque no se pudo llevar bien su caso. No hablan español, la ignorancia hace que la gente no pueda defenderse ante señalamientos que en repetidas ocasiones no son comprobables.
 
”En las escuelas los niños de las cabeceras municipales agreden a los que vienen de comunidades apartadas. Esto se convirtió ya en un problema ético que lejos de unificar criterios de una misma raza los aparta y hace que cada vez haya mayor distanciamiento entre ellos. La discriminación cada vez es mayor entre la población cuya pobreza marginación y desigualdad se convirtió en un escenario al que deben enfrentarse en el día a día”, explica.
 
La gente de esta zona debe entender que entre ellos mismos deben ayudarse para poder salir adelante, “finalmente todos somos hijos de Dios y no se debe medir la igualdad por las condiciones de vida, por la forma de vestir o incluso por el idioma. Entre ellos mismos debe haber apoyo para poder salir adelante”, expresa.

Contener la protesta social es perpetuar la violencia de Estado

Comité Cerezo México;
Jueves 26 de julio de 2012
por acuddeh
Popularidad : 14%
La protesta social es una manera de hacer frente a las políticas de hambre y miseria que favorecen a unos cuantos, es una manera de democratizar y denunciar las acciones ilegales que el Estado mantiene en la impunidad. La protesta social incluye cientos de formas de manifestar y exigir a las autoridades, todas y cada una de ellas son el ejercicio de un derecho y no un crimen ni una provocación o pretexto.
 
[/Un derecho que no se ejerce ni se defiende es un derecho que se pierde/]
 
En un país como el nuestro, que atraviesa el proceso de configuración de un Estado terrorista y que enfrenta una guerra contra el pueblo, la sistemática violación a los derechos humanos y la clausura de la democracia, como una estrategia para contener al pueblo organizado que se opone a tales procesos, es la condición necesaria del Estado para perpetuar la desigualdad, la miseria y la opresión. Lo que intento decir es que para garantizar la subsistencia de la clase en el poder, el Estado no sólo debe de profundizar las políticas neoliberales, sino que también debe garantizar una serie de estrategias que impidan que el descontento masivo ante su actuar derive en la protesta social. Para ello, debe de clausurar la democracia de la que tanto se jacta y con la que tanto se legitima; es decir cerrar los espacios de libre expresión, disenso y manifestación.
 
En medio de un asunto tan serio, el Estado avanza y nosotros retrocedemos al cuestionar o discutir nuestro propio derecho a la protesta social. Por ejemplo, quienes afirman que “No podemos dar pretextos a los violentos para que nos acusen de violentos”, cometen dos errores gravísimos: el primero consiste en considerar que uno le puede dar pretexto a los violentos (como si uno fuera el responsable); ningún ciudadano, ningún grupo organizado, da pretextos para que se le ataque o reprima (la represión es ilegítima por sí misma y es una grave violación a los derechos humanos), con esta idea regresamos a la errada concepción de que la represión es culpa nuestra porque la hemos provocado. En segundo lugar los violentos (entiéndase el Estado mexicano que ejerce una violencia sistemática, selectiva y masiva en contra de la población) siempre van a acusar de violentos a aquellos que ponemos en riesgo sus intereses, esa es la lógica del Estado terrorista y de la guerra contra el pueblo; justificar el ilegal ataque en contra de la población bajo la justificación de que somos “un peligro para México”. No importa si nos quedamos en casa, aventamos palomas blancas al cielo o marchamos y bloqueamos una calle, igual seremos acusados de violentos.
 
Errores como estos se reproducen en muchos otras discusiones en las que pareciera ser que se está definiendo si ejercer o no el derecho a la protesta social, se discute también cómo ejercer este derecho sin afectar a terceros ¿para qué? ¡Para que no nos acusen de violentos! Cuántos mitos nos ha sembrado el Estado en el cerebro para que nosotros mismos comprendamos de manera limitada nuestros derechos y reproduzcamos sin darnos cuenta su discurso.

El derecho a la protesta social

El derecho a la protesta social es la libertad que tienen todas las personas para expresarse libremente con respecto al descontento, preocupación o repudio ante una serie de violaciones o restricciones a los derechos humanos. La función de este derecho es peticionar o exigir a las autoridades que modifiquen y corrijan su actuar. Así pues debemos definir protesta social como el reclamo o demanda que realiza un grupo amplío de personas con el objetivo de resolver un problema al que se enfrentar como ciudadanía. La ONU, en La declaración de los Defensores y las Defensoras de los Derechos Humanos (Art. 5) afirma que “A fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, en el plano nacional e internacional: […] a) A reunirse o manifestarse pacíficamente”
 
Es muy importante comprender que el derecho a la protesta social es un derecho humano y por lo tanto ninguna ley o código nacional puede estar por encima de él, ni puede violarlo. De hecho, el Estado tiene dos tipos de obligaciones para garantizar, promover y proteger el derecho a la protesta social una de ellas es que el Estado está obligado a no interferir ni impedir o negar las protestas pacíficas así como a no utilizar la fuerza excesiva para monitorear, vigilar o dispersar estas manifestaciones. La segunda obligación implica la protección que debe otorgar a quienes ejercen su derecho a la protesta social, así como la obligación de resolver de fondo los problemas que originaron la protesta (es decir resolver las demandas populares).
Es cierto que se pueden imponer restricciones al ejercicio de la protesta social, pero esto sólo ocurre en casos en que se pone en peligro la seguridad nacional. Lo que, de acuerdo con la ONU, ocurre en casos de epidemia o guerra.
 
Varios órganos de tratados de la ONU han identificado que los Estados suelen presentar deficiencias en garantizar este derecho en los siguientes aspectos:
 
a) Prohíben las manifestaciones

b) Imponen restricciones injustificadas a las manifestaciones (sólo usar la banqueta o un carril de la calle, no pintar las paredes, no llegar al lugar definido para la protesta)

c) Exigen requisitos innecesarios para la obtención de permisos (cuando se gestionan, aunque no es necesario hacerlo para ejercer el derecho a la protesta social)

d) No existen recursos para apelar a las decisiones cuando se niegan los permisos para celebrar manifestaciones ni para apelar y denunciar los casos de represión social

e) Arrestan de manera arbitraria a los manifestantes

f) Promueven o existen leyes que no se ajustan a los principios de los derechos humanos y el derecho a la protesta (que criminalizan la protesta social o vuelven legal atacar a los manifestantes, como hacer que el repartir volantes y pegar carteles se convierta en una infracción)) Usan definiciones de terrorismo que son tan amplias que ponen en peligro las manifestaciones legítimas de una sociedad (como ocurre en México)

A nivel nacional, el sistema constitucional garantiza las distintas libertades que componen el derecho a la protesta social. Por ejemplo, el artículo 8 constitucional garantiza el derecho de petición ante las autoridades que tenemos todos los ciudadanos, así como la obligación de éstas de responder al ciudadano que ha hecho la petición. La libertad de expresión se regula en el Art. 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se especifica que el Estado tiene la obligación de no interferir ni entorpecer el desarrollo, ni crear marcos regulatorios que restrinjan la libertad de expresión. En lo referente a la libertad de manifestación y asociación, ésta se encuentra garantizada en el artículo noveno constitucional.

La legitimidad del derecho a la protesta social

El respeto pleno al derecho a la protesta social es uno de los derechos fundamentales en un país que se jacte de ser democrático. Esto se explica, en primer lugar, debido a que ha sido ejerciendo el derecho a la protesta social como amplios grupos de defensores de los derechos y pueblos organizados han construido la lista de los derechos humanos al incorporar conceptos y demandas que son indispensables para tener una vida digna. Está demostrado, en todos los capítulos de la historia, que las luchas que se han llevado a cabo bajo el uso del derecho a la protesta social han traído grandes ventajas para sociedades más justas y democráticas y para denunciar ampliamente a los Estados que violan sistemáticamente los derechos humanos.
 
Por otra parte, el ejercicio del derecho a la protesta social avala a las sociedades democráticas, ya que, al igual que el voto, es otra de las herramientas con las que cuenta el pueblo en una democracia para gobernarse a sí mismo de una manera activa, y no un método violento. No obstante los Estados suelen privilegiar tan sólo la parte de las elecciones cuando hablan de democracia y olvidan y violan el derecho a la protesta social que constituye otro de los canales legítimos y apropiados para evitar que los Estados gobiernen para sí y no para el pueblo. De acuerdo con la ONU, el derecho a la protesta social, como un canal democrático, se vuelve aún más indispensable cuando las instituciones y caminos o instancias para la participación y exigencia ciudadana se han visto agotados, por ejemplo cuando las elecciones no son limpias o han sido enrarecidas, o cuando los medios de comunicación y los medios para exigir justicia no son eficientes y sirven a intereses particulares (lo que, sin lugar a dudas, ocurre en el país).

¿Qué significa de manera pacífica?

Puesto que el derecho de la protesta social aplica para quienes se reúnen o manifiestan de manera pacífica, es importante saber que un movimiento, grupo o manifestación se mantiene en los rangos del pacifismo mientras no le declare la guerra al Estado y no utilice como política y medio de lucha las armas. Eso es lo que hace diferente a los movimientos pacíficos: que exigen al Estado (no le declaran la guerra) y que sus formas de lucha se apegan a los principios del derecho a la protesta social (marchas, mítines, concentraciones, pintas, bloqueo de calles, tomas de oficinas, etc., etc., etc...) Es muy importante entender que “de manera pacífica” no implica que no se moleste o agravie a terceros ni que no se cometan delitos. ¿Por qué? Bueno pues la misma ONU afirma que:
 
[([...] el Estado debe abstenerse de interferir en el derecho de reunión, que es aplicable también a las manifestaciones que puedan molestar u ofender a personas opuestas a las ideas o demandas que se pretenden promover en esas manifestaciones. Si toda probabilidad de que se produjeran tensiones o intercambios acalorados entre grupos opositores se utilizara como justificación para prohibir las manifestaciones, se estaría privando a la sociedad de la oportunidad de escuchar opiniones diferentes. (ONU, Comentario…: p. 102))]
 
Además, el ejercicio del derecho a la protesta social no implica que no se cometan delitos debido a que en muchos países el ejercicio de la protesta social está claramente criminalizado, como en México donde el derecho a la manifestación social está reconocido, pero de una manera criminalizante, pues se afirma: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público (Constitución Política…, 2012: Artículo 6)”. Lo que evidentemente contraviene las estipulaciones de la ONU. Así pues en México, quienes ejercen su derecho a la protesta social al manifestarse pueden ser judicializados por ello; ¿es un delito lo que han hecho?… pues en el marco criminalizante e ilegal de este país, sí, pero eso no quiere decir que su actuar no sea legítimo o que sea violento, es más, son las autoridades que atacan, judicializan y criminalizan, quienes ejercen la violencia sistemática, cometen delitos y graves violaciones a los derechos humanos.
 
No importa si los movimientos son pacíficos, el Estado violará este derecho. ¿Por qué? Pues porque muchas de las demandas de derechos humanos que se hacen por medio de la protesta social atentan contra los intereses monopólicos y neoliberales del propio Estado.
 
Existen muchas maneras en las que el Estado atenta contra el derecho a la protesta social, algunas de ellas son evidentes y descaradas como el uso excesivo de la fuerza por parte de dictadores y presidentes para arrestar, golpear y asesinar a los manifestantes. A veces despliega una estrategia de represión (conocida como guerra sucia) que implica el uso de la desaparición forzada, la ejecución extrajudicial, las amenazas y otros tratos crueles en contra de las personas que ejercen su derecho a la protesta social. Pero también cuenta con una de las estrategias más silenciosas, invisibles y peligrosas para frenar la protesta social: la criminalización de la protesta. Uno de los efectos de la criminalización de la protesta social es que nosotros mismos comencemos a cuestionar la legitimidad de… ¡ejercer nuestros derechos!
 
Así como intentan hacernos olvidar que el derecho a la protesta social es parte indispensable de la democracia, los Estados se afanan en mostrar como ilegítimo, violento y criminal su uso y ejercicio pleno, por eso es muy importante recordar que cuando grupos amplios de ciudadanos deciden hacer uso del derecho a la protesta social es porque han agotado las instancias para pedir y gestionar que el Estado tiene, y éstas han sido ineficaces e incluso perjudiciales para ellos, por eso es muy importante conocer nuestros derechos y exigirlos, pero además de eso, es necesario documentar o guardar pruebas y registros de que hemos agotado esas instancias.
 
La protesta social es una manera de hacer frente a las políticas de hambre y miseria que favorecen a unos cuantos, es una manera de democratizar y denunciar las acciones ilegales que el Estado mantiene en la impunidad. La protesta social incluye cientos de formas de manifestar y exigir a las autoridades, todas y cada una de ellas son el ejercicio de un derecho y no un crimen ni una provocación o pretexto.
 
Ahora bien, cada movimiento o grupo definirá cuándo y cómo ejercer este derecho de acuerdo a sus objetivos políticos, pero las razones para no usarlo hoy y mañana sí deben ser decisiones políticas y no decisiones que resultan de que se nos olvida que tenemos el derecho a protestar libremente. La protesta social es un derecho irrenunciable, un legado que nos han dejado cientos de luchadores sociales en su práctica diaria por construir los derechos humanos, y no debemos renunciar a esa herencia social.
 
Los últimos acontecimientos de protesta ante unas elecciones evidentemente tendenciosas e inequitativas no sólo muestran la cerrazón de las instancias democráticas, sino que motivaron a la gente a hacer uso de su derecho a la protesta social. ¿Es preocupante o grave? Sería preocupante que nadie se manifestara contra estos claros y graves ataques a la democracia. ¿Es ilegal? Muchas veces sí, pero no hay que olvidar que nada de lo que hicieron los fascistas alemanes era ilegal, porque habían modificado sus leyes para justificar el holocausto. No se trata de legalidad, sino de la legitimidad de la exigencia de los derechos humanos en un contexto concreto.
 
Este momento efervescente en protestas sociales nos ha mostrado cuánto han avanzado las autoridades estatales en la criminalización, estigmatización y judicialización de la protesta social: por ejemplo, que este prohibido repartir volantes en el Estado de México, que en León no se pueda marchar por la calle sino por la banqueta; que en el metro de la Ciudad de México no puedas repartir volantes en las estaciones. etcétera. Podemos ceder y asumir que no ejerceremos el derecho a la protesta para no provocar, pero tal posición, además de falsa e incorrecta en sus fundamentaciones, es peligrosísima porque perderemos este derecho. La democracia claramente especifica que es el mandato del pueblo lo que la sustenta y si el pueblo está descontento es su derecho tomar las calles, pintarlas, cerrarlas… para exigir y protestar.

**Bibliografía

ONU, (diciembre de 1998), Declaración sobre el Derecho y el Deber de los individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales universalmente reconocidos, disponible en http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/40/pr/pr38.pdf consultado el 25 de julio de 2012.
ONU, (julio de 2011), Comentario a la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales universalmente reconocidos, disponible en http://www.ohchr.org/Documents/Issues/Defenders/HRDCommentarySpanishVersion.pdf consultado el 25 de julio de 2012.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, (última actualización 25 de junio de 2012), disponible en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf consultada el 25 de julio de 2012.

LAS DOS VERDADES DE JAVIER DUARTE...




Con base a rumorología y suspicacia, Javier Duarte de Ochoa aseguró a los medios de comunicación, de manera categórica,  no pedirá licencia al cargo para unirse al Gabinete Presidencial de Enrique Peña Nieto, en caso de que el TRIFE le otorgue el triunfo electoral. Dice un viejo refrán, que los políticos dicen no, cuando es un sí y viceversa…


 Por Claudia Guerrero Martínez


Y hablando de errores del Gobierno de Javier Duarte de Ochoa, fue la visita de integrantes del Movimiento  400 Pueblos a la capital del estado para exigir  celeridad a sus peticiones, sobre presuntos culpables y casos sin resolver.  

No es casualidad realizar sus visitas para pedir justicia los días de quincena y  nuevamente, ver a César del Ángel Fuentes realizando compras en conocidos centros comerciales… Ni tampoco, es casualidad hacerlas  en tiendas exclusivas…

Causa extrañeza y enojo, que este grupo de presuntos campesinos, exijan tener una entrevista con el Procurador Amadeo Flores Espinoza y ser atendidos rápidamente, cuando César  del Ángel Fuentes tiene en su haber una denuncia por daños a las instalaciones de Periódico Veraz, entre otros delitos, interpuesta en enero de este año ante la Procuraduría General de Justicia del Estado y ésta está congelada en algún escritorio de la dependencia judicial… 


Molesta la falta de seriedad del Procurador Amadeo Flores Espinoza, quien puede ser acusado de omisión a un deber legal… Da tristeza, que a éste movimiento se le de voz y a otros, censura y hasta intimidación… ¿Qué la ley es aplicada para algunos cuántos?… Con estas actitudes, se demuestra el miedo del Gobierno de Javier Duarte a esta agrupación presuntamente campesina y permite la impunidad e injusticia imperante…

21 de agosto de 2012

Los hijos del narco:: por Lydia Cacho


*(Columna publicada en El Universal y otros diarios de México)

Lydia Cacho

El único gobernador de la historia de México que ha sido juzgado por vínculos con el narco es Mario Villanueva, el priísta extraditado ayer a los Estados Unidos. Curiosamente quien tuvo la valentía para arrestarlo fue el presidente Ernesto Zedillo, quien antepuso la evidencia aportada por la DEA y SIEDO a la consabida colusión partidista que se estila en nuestro país. Este es un hecho histórico.

En aquél entonces las y los Quintanaroenses vimos el dramático aumento en circulación de cocaína colombiana para mercados locales y el trasiego a los Estados Unidos por el aeropuerto de Cancún y vía marítima por el Golfo. Villanueva recibía, según las autoridades, medio millón de dólares  por cada cargamento propiedad de El señor de los Cielos, Amado Carrillo, por ello el ex gobernador protegió y fortaleció al Cártel de Juárez durante su mandato (1993 y 1997). Hay un sinfín de evidencias y testimonios sobre los narcoranchos y los servidores públicos  que se aliaron para lograr introducir, según la DEA, cientos de toneladas de droga. Gracias a ello Villanueva logró lavar 100 millones de dólares.

Su familia lo sabía todo, pero favorecida por el enriquecimiento ilícito, usual entre políticos corruptos, lo apoya incondicionalmente. Lo sorprendente es que sus fechorías le convirtieron en héroe, creando un movimiento social que lo avala y que ha normalizado que un gobernador sea aliado de los cárteles mientras beneficie a sus huestes.  Respaldado por este movimiento, el hijo de Mario Villanueva ha logrado imponer su poder en Quintana Roo y el PRI se vio “obligado” a darle la candidatura para la alcaldía de Othon P.Blanco (Chetumal). Pretende  más tarde convertirse en gobernador y reivindicar la política de su padre. Miles de personas que se beneficiaron de la corrupción de Villanueva y  de la entrada del narco en el estado, defienden al ex mandatario como a un mártir, casi con devoción. Algunos argumentan que es inocente, pero la mayoría, en un discurso totalmente amoral, insiste en que fue un buen gobernador y que “ayudó” a mucha gente (como si mezclar dinero público e ilícito fuera insustancial). Ahora las huestes del PRI villanuevista se fortalecen y con ellas se advierte la decadencia total de la capital estado.

El fenómeno Villanueva es ejemplar porque muestra claramente que el reto de toda la sociedad mexicana consiste en reconstruir y fortalecer la ética pública desde lo individual;  de no ser así las próximas generaciones crecerán con una visión absolutamente cínica del mundo. Tal como sucedió con Berlusconi en Italia. Cuando le reeligieron sabían de sus vínculos mafiosos, de la corrupción de Estado, y sin embargo le dieron más poder. Hay quien dice que quienes votaron por Berlusconi no solamente se rindieron ante la mafiopolítica italiana; también asimilaron los principios corruptos del  líder y coinciden con la cultura del “quien no transa no avanza”. ¿Qué sucederá con México si nos rendimos ante la corrupción total como forma de vida?

Quintana Roo da el ejemplo de cómo la sociedad, o una buena parte de ella, se hace cómplice abierta de la narcopolítica. En contraste, Juan Pablo, el hijo del capo Pablo Escobar, en su documental Los pecados de mi padre hace una revisión ética y emocional sobre el impacto del crimen organizado y sobre el daño que el narcotráfico y los cárteles hacen a la sociedad. Algunos aprenden la lección, otros simplemente viven de ella.

EN VERACRUZ NUMERO 1 EN HOMICIDIOS...


PA’RECORD ROJO!

image

 YA SE SUPO

* Inegi saca cuentas, Veracruz incrementó 100% el número de muertes con violencia, 461 en 2010 y mil 05 en 2011

Por Manuel  Hernández
Reportero de Notiver

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dio a conocer el número de los homicidios registrados en el país en 2011, informe emitido este lunes y en el cual Veracruz tuvo un lugar privilegiado.  

En la numeraria se aprecia que la entidad tuvo un incremento considerable, de 2010 al 2011 se alcanzó un incremento del cien por ciento.

Veracruz de Ignacio de la Llave, 2005, 344 homicidios, 2006, 360, 2007, 380, 2008, 340, 2009, 693, 2010, 461 y 2011, un total de mil 005 muertes.

A nivel general el número de homicidios que se contabilizaron el año pasado en México alcanzó la cifra de 27 mil 199 personas, lo que significó un registro de mil 442 casos más que en 2010.

Conforme a las cifras del Inegi, fue Chihuahua la entidad federativa con más homicidios al reportar 131 casos por cada 100 mil habitantes; no obstante, esa cifra es 30 por ciento menor que la de 2010, cuando entonces se tuvo una proporción de 188 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

Le siguen Sinaloa y Guerrero, con 71 casos por cada 100 mil habitantes cada una; Durango, con 65; Nayarit, con 53, y Nuevo León, con 46. Yucatán fue la entidad con menos, al solo reportar tres.

Dos de los estados donde proporcionalmente más subió este tipo de crímenes en 2011 fueron Veracruz, donde pasaron de 461 en 2010 a 1,075, y Nuevo León, en el que pasaron de 951 a 2,177.

INEGI: 2011, EL AÑO CON MÁS HOMICIDIOS EN EL SEXENIO: 27, 199 

Juan Carlos Cruz Vargas

 (apro).- Del 2007, primer año del sexenio de Felipe Calderón al 2011, los homicidios en México prácticamente se triplicaron al pasar de 8 mil 867 a 27 mil 199, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

  Pese a la estrategia contra el crimen organizado impulsado por el mandatario panista, los asesinatos dentro del territorio nacional pasaron de 8 a 24 homicidios por cada 100 mil habitantes.

  Al dar a conocer los datos sobre homicidios, el Inegi señaló que las cifras se derivan de la información sobre las estadísticas vitales captada de los registros administrativos, básicamente de defunciones accidentales y violentas. Los datos recabados contienen registros de 4 mil 723 Oficialías del Registro Civil y mil 096 Agencias del Ministerio Público que mensualmente proporcionan información al organismo de estadística.

  En un comunicado, el Inegi dio a conocer que el porcentaje de homicidios violentos se incrementó 5.6% respecto al año anterior, al pasar de 25 mil 757 asesinatos a 27 mil 199.

  Las entidades federativas con más muertes violentas son donde prevalecen grupos del crimen organizado: En Chihuahua, considerado el estado más peligroso, por la zona fronteriza de Ciudad Juárez, registró un total de 4 mil 502 homicidios en el 2011, nivel superior al del 2007 cuando los asesinatos se contabilizaban en 518. En Chihuahua los homicidios aumentaron 3 mil 984.

  Le sigue otra entidad gobernada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Estado de México, donde los asesinatos se duplicaron al pasar de mil 238 en 2007 a dos mil 613 en el 2011, tiempo en que gobernó el virtual presidente electo, Enrique Peña Nieto.

  Por otra parte, Guerrero es la tercera entidad más flagelada por los homicidios, ya que el Inegi contabilizó 2 mil 425 en el 2011; mientras que en el 2007 había 766 defunciones causadas por la violencia. En los últimos meses en la entidad guerrerense ha predominado la violencia por los diferentes grupos del narcotráfico que se disputan la plaza, considerada como una de las principales vías de trasiego de droga.

  Les siguen estados con alto grado de índice delictivo como Nuevo León donde hubo 2 mil 177 homicidios durante el año pasado; al principio del sexenio calderonista, la tasa de homicidios era de 279.

  Sinaloa, que es dominado por el cártel de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, ocupa el quinto lugar con mil 988 asesinatos en el 2011; luego, Jalisco con mil 524; el Distrito Federal, con mil 101; Tamaulipas, entidad donde dominan Los Zetas, con mil 75 homicidios; Durango, con mil 66; y Veracruz, con mil 5 asesinatos.

  De poco han servido los más de 60 mil muertos y miles de desaparecidos derivados de la guerra contra el narcotráfico implementada por el gobierno federal, ya que la tasa de homicidios incrementó en la mayoría de los estados y sólo se redujeron en Campeche, al pasar de 50 a 46 entre el 2007 y 2011.

  En tanto que los estados con menor incidencia de homicidios fueron los siguientes: Baja California Sur (42), Campeche (46), Yucatán (53), Tlaxcala (88) y Querétaro con 107 homicidios.

  Hoy el Consejo Coordinador Empresarial aseguró que la percepción de inseguridad en el país ha incrementado, mientras la ola de homicidios se extendió a más estados y municipios del territorio nacional.

  Al dar a conocer su mensaje semanal, el presidente del CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani, aseguró que el clima de violencia es insostenible; y afecta a gran parte del tejido social.
ENLACE: http://www.notiver.com.mx/index.php/primera/195256.html?secciones=3&seccion_selected=3&posicion=1                                  


18 de agosto de 2012

¡¡¡MIENTE AMADEO FLORES ESPINOZA!!!


Amadeo Flores, alias el “Amadreo”/ Zona Franca

Archivado en : Foro libre | 
¡¡¡MIENTE!!!
Por ROBERTO MORALES AYALA.
Muy probablemente al procurador de justicia del estado, Amadeo Flores Espinoza, no le agrade el título de la columna, igual quizá ni le importe. Sin embargo, valga la expresión para llamarle la atención porque incurre en una reprobable falta de respeto cuando se refiere por sus alias a los periodistas que fueron ejecutados por cárteles del narcotráfico que operan en territorio veracruzano.
Si soterradamente, y no abiertamente como lo hacía su antecesor, Reynaldo Escobar, trata de decir que hay periodistas que están involucrados con el crimen organizado, es mejor que hable claro y, para seguridad de los veracruzanos, que los persiga y les aplique la ley.
Pero, criminalizar desde el poder, apoyado en la verdad parcial de quien detenta el control del Ministerio Público, media verdad al fin, es un acto de alta inmoralidad pública.
Veamos por qué.
Hace un par de días, don Amadreo, como lo bautizó el periódico Notiver, convocó a los medios de comunicación, se situó frente a ellos, engoló la voz y les dijo a secas: con la detención de integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación, se aclaró la muerte violenta de cinco periodistas en Veracruz.
El procurador dio detalles y se reservó información que pudiera ser clave para hacer creíble la versión sobre la muerte de esos cinco comunicadores. Dijo, por ejemplo, que Isaías Flores Pineda, alias El Cronos y/o El Rayito y/o El Maníaco, presunto jefe de plaza en Veracruz y Boca del Río, tenía vinculación con 36 crímenes cometidos en la zona conurbada en los últimos ocho meses.
Hasta ahí, el procurador iba bien. Luego comenzó a descomponerla.
“Entre ellos —agregó—, los asesinatos de Ana Irasema Becerra Jiménez, quien laboraba como publicista en el periódico El Dictamen; Guillermo Luna Varela, reportero gráfico de la página de internet Veracruz News y del periódico la Voz del Sureste; Gabriel Huge Córdoba, alias el Mariachi, y Esteban Rodríguez Rodríguez,alias El Furcio, quienes habían sido fotógrafos del periódico Notiver y del Diario AZ, respectivamente”.
El Procurador explicó que junto con Isaías Flores Pineda, alias El Cronos, también fueron detenidos Claudia Medina Tamariz, César Tejeda Moreno, Pablo Arrieta Andrade, alias El Güero y/o Jaiba; Pedro Temiz Zapot, alias El Perri; Javier Benítez Grajales, alias El Morro Chemo, y William Malpica, alias El Mochis”.
La captura de estos individuos, según Flores Espinoza, permitió seguir una línea de investigación hacia Juan Carlos Hernández Pulido, alias “La Bertha”, a quien se le encontró una serie de documentos de la publicistaAna Irasema Becerra Jiménez —una credencial del diario El Dictamen con fotografía; una credencial del IFE; dos credenciales de las tiendas departamentales “Liverpool” y“Fábricas de Francia”, una credencial de banco “Inbursa”—, así como dos credenciales más con el mismo nombre y con la leyenda de “Andrea”, además de una fotografía ovalada.
Esa serie de investigaciones, de acuerdo con la versión del procurador veracruzano, llevaron a la identificación de los presuntos asesinos del periodista Víctor Manuel Báez Chino, director del portal informativo Reporteros Policíacos y fotógrafo colaborador del diario Milenio Xalapa. Se trata, según don Amadeo, de otros sicarios de la banda denominada Zetas: Juan del Ángel Torres y Daniel Reynoso Hernández, a quienes “testigos presenciales” identificaron como quienes lo privaron de su libertad y presumiblemente lo mataron.
“Estas personas fueron abatidas por fuerzas del orden en un enfrentamiento que tuvo lugar el 19 de junio, en la avenida Américas esquina Laureles, de la capital del estado”, resumió Flores Espinosa.
La historia contada por el procurador de Veracruz presenta flancos débiles. Dice en un punto clave que los delincuentes detenidos mataron a los reporteros Huge, Luna y Rodríguez, porque éstos “habían sido los causantes de la muerte de otros periodistas, asesinados por la organización delictiva autodenominada Los Zetas”.
Independientemente de que en los hechos se acredite o no la culpabilidad de Huge, Luna y Rodríguez, el tratamiento que el procurador Felipe Amadeo le da al caso y, sobre todo, a los periodistas refleja escasa moralidad pública. A dos de ellos los llama por su alias, por su apodo: Gabriel Huge Córdoba, alias el Mariachi, y Esteban Rodríguez Rodríguez, alias El Furcio.
Flores Espinosa se refiere a ellos como si lo hiciera con delincuentes, como si hablara del “Chapo” Guzmán, del “Negro” Durazo, del “Señor de los Cielos”, de“La Barbie”, de “El Azul”, de “El Indio”, de “La Reina del Pacífico”, del“Z-40”, de “El Mayo” o de “El Lazca”.
Si se trataba de criminalizarlos, a partir de la hipótesis de que ellos —Huge, Luna y Rodríguez— “habían sido los causantes de la muerte de los otros periodistas, asesinados por la organización delictiva autodenominada Los Zetas”, que Flores Espinosa lo diga abiertamente, con datos, con fechas, con razones o sinrazones.
Pero lo que resulta inadmisible es que un procurador busque darle sustento a la coartada oficial tildando a quienes hoy no tienen forma de defenderse y los categoricen con sus apodos, tal como se hace referencia a los delincuentes cuando se rinde un parte policíaco, militar o naval, o cuando se les presenta a los medios de comunicación, o cuando se les consigna ante el Ministerio Público o a un juez.
Criminalizar a periodistas ha sido una constante en el régimen que encabeza Javier Duarte de Ochoa. El antecesor de Amadreo, Reynaldo Escobar Pérez, no tuvo empacho en señalar que la periodista Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera policíaca del diario Notiver, había sido asesinada, no por su trabajo sino por vínculos con el crimen organizado.
Pero, cuando menos, Reynaldo Escobar lo dijo de frente, asumiendo las consecuencias, que a la postre fue uno de los ingredientes para determinar su salida de la Procuraduría de Veracruz.
Felipe Amadeo Flores Espinosa, alias Amadreo, lo hace de pasada, refiriéndose con apodos a los periodistas Huge y Rodríguez, colocándolos en el mismo nivel de los delincuentes comunes o en el de los capos del crimen organizado.
Hacerlo así lo rebaja, le resta autoridad moral y lo expone, claro, a ser tratado en la misma forma.
Si a don Amadreo no le gusta su alias, que no se lleve.