31 de octubre de 2012

DESTAPA LA CLOACA EL ABOGADO/ PIEDRA EN EL ZAPATO


Lilia Baizabal
por Lilia Baizabal
“La corrupción lleva infinitos disfraces”: Frank Herbert
Chispeantes y dignas de ser investigadas las versiones del abogado veracruzano Jorge Reyes Peralta que de la noche a la mañana, acusa a funcionarios de la Procuraduría y del  Tribunal Superior de Justicia, de estar coludidos en redes de corrupción con el propósito de acusar de “narcos” a por lo menos 100 empresarios, políticos, abogados  y hasta periodistas.
El móvil de esas redes de corrupción que según el litigante, permean en las dependencias responsables de procurar y administrar justicia, tienen como propósito la “extorsión” a los que presuntamente, aparecen en la lista y serán investigados para que respondan por presuntos nexos con la “delincuencia organizada”.
Son de  harta sorpresa y gravedad las versiones de Reyes Peralta. Sobre todo porque susserias acusaciones, podrían explicar por qué en la Procuraduría de Justicia del estado, apenas están empezando a resolver casos de los homicidios, al menos de los periodistas. Todavía les faltan 10 casos.
Extrañó que de buenas a primeras, se haya anunciado la detención de algunos empresarios de la región de Córdoba, a los que se ha acusado de portar drogas y armas, uno de los cuales, salió en libertad por defensa precisamente, de este abogado.
De ser ciertas las acusaciones de Reyes Peralta, qué intereses persiguen algunos funcionarios de la Procuraduría de Justicia del estado cuando elaboraron una presunta lista de 100 gentes dedicadas según ellos a operar para “la delincuencia”.
Y qué pruebas tendrá para acusar a Bertoldo Reyes Campuzano, Enoc Maldonado Caraza, al  fiscal investigador especializado adscrito a la fuerza de tarea de la Secretaría de Marina,Pedro Alberto Huesca Barradas, así como al secretario Gerardo Montiel Hernández.
Y para sumar en esa lista de que él llama la “cofradía” a Marco Antonio Lezama Moo, al agente séptimo del ministerio público Mario Ramírez Castillo, a la jueza Aracely Estrada y al secretario particular del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alejandro Dávila Vera.
En grave lío se meterá Reyes Peralta, sino logra presentar las pruebas que acrediten las responsabilidades de todos estos funcionarios públicos que laboran como agentes del ministerio y otros en puestos de confianza en la Procuraduría de Justicia y Tribunal Superior de Justicia del estado.
Saber que le armaron un “expediente X”, donde se le acusa según él, de haber participado en la planeación del asesinato del ex administrador de la aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni lo habría puesto tan indignado y molesto.
Su irritación lo llevó a romper el silencio y destapar la cloaca de las presuntas redes que desde las citadas dependencias, se habrían confabulado para “extorsionar” a “distinguidos” empresarios, abogados y hasta periodistas.
Lo ideal hubiera sido que Reyes Peralta denunciara a quien dice lo pretenden extorsionar. Para que se note que no busca la atención mediática y “amarrarse el dedo”, antes de la cortada. Por aquello de que su nombre según él, se encuentra en una lista de “presuntos” investigados.
Y para quién en especial, es el siguiente mensaje: “A mí no me dio miedo cuando me lo dijeron, a mí me dio encabronamiento porque yo seré un hijo de la chingada como abogado por defender a mis clientes y el derecho, pero no soy un bandido ni traficante y si lo soy, ahorita mismo me entrego y si alguien me busca conforme a la ley y hay una orden girada por un juez, ahorita me entregó. Ya basta de chingaderas”. Pero que enojado anda el señor abogado.
Total que para no hacer más larga esta historia, lo ideal será que las autoridades correspondientes tomen nota de lo que dice el denunciante e investiguen. Después de ver cómo  muchos casos continúan sin resolverse, podría haber una explicación lógica de la existencia de una red que desde adentro, se presta a proteger ciertos intereses.
Por lo demás extrañan en demasía esta clase de declaraciones y más de Reyes Peralta pues no es un abogado del montón. Por el contrario, su éxito en la litigada está fundamentado en sus buenas relaciones con la clase política en el poder.
No se olvida que en la elección del año 2010, fue de los personajes que  salieron a golpear a panistas y a defender a los candidatos del PRI. De ahí que algo muy extraño se maneja tras esta clase de declaraciones que muy seguramente, son el resultado de un acuerdo o un capricho que no le cumplieron.
Y como reza la sabia filosofía popular, “no me ayudes compadre”. Ya tienen bastante con sus magros resultados muchos funcionarios en la procuración y la administración de la justicia como para que todavía venga un personaje que se creía “amigo” de muchos de ellos a exhibirles sus debilidades. ¿Para qué  atizarle mas leña al fuego?.
Da la impresión que están todos contra todos y les hace falta orden. Ya deberían ponerse a trabajar en serio. Y ofrecer resultados creíbles.

LIBERAN A HIJO DEL ACAUDALADO NOTARIO HUMBERTO RAMOS RIQUER.

La secretaría de Marina abatio a cinco secuestradores durante el rescate de Humberto Ramos Moreno.

Una denuncia ciudadana manifestó que en un motel ubicado sobre la carretera federal Cosamaloapan-Chacaltianguis, Veracruz, se encontraban integrantes de la delincuencia organizada que habían secuestrado a una persona.



En acciones correspondientes a la Operación Coordinada Veracruz Seguro, la Secretaría de Marina- Armada de México informa que el día de ayer liberó a Humberto Ramos Moreno, hijo del acaudalado notario Humberto Ramos Riques que se encontraba privada ilegalmente de su libertad, en inmediaciones de Cosamaloapan, Veracruz. 

Una denuncia ciudadana manifestó que en un hotel llamado Villa Paraíso ubicado sobre la carretera federal Cosamalaoapan-Tuxtepec, se encontraban integrantes de la delincuencia organizada que habían secuestrado a Ramos Moreno ese mismo día por la mañana.

Los infantes de Marina al momento de arribar a la ubicación de citada denuncia fueron recibidos con disparos por lo cual, el personal Naval se defendió de la agresión abatiendo en el lugar de los hechos a cinco presuntos plagiarios.

  Ramos Moreno  resultó herido, aunque la lesión no ponía en riesgo la vida, pero que tuvo que ser atendido de emergencia.

En el lugar se aseguraron cuatro armas largas, una corta y un automóvil, que junto con los cuerpos de los presuntos delincuentes abatidos fueron puestos a disposición de la autoridad correspondiente.

30 de octubre de 2012

CACIQUES CONTRA PERIODISTAS


Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla. 
Foto: Octavio Gómez

MÉXICO, D.F. (apro).- Si en los dos sexenios del partido que dice defender la libertad de expresión se usa el presupuesto para ajustar cuentas con los medios incómodos y se asesina impunemente a 72 periodistas, como parte de la carnicería propiciada por un acomplejado, no es raro que un gobernador, ostentándose como “ciudadano” y provisto de dinero público, emprenda una cruzada para defender su honor y el de sus funcionarios.
El cruzado es Rafael Moreno Valle, un priista converso al panismo que se ha nutrido de las enseñanzas de tres déspotas: Su abuelo del mismo nombre, un incondicional de Gustavo Díaz Ordaz; de Melquiades Morales, un político duro pero de finas formas, y Elba Esther Gordillo, la cacique del magisterio.
De ellos abrevó también, por lo visto, la astucia: Al filtrar la lista de 19 periodistas propensos a ser demandados por “exceso de libertad de expresión” –y cuya “primera tanda” fue de dos–, no sólo envió un mensaje de intimidación al gremio, sino que ocultó una maniobra gravísima: El asalto al Instituto Electoral del Estado (IEE).
El martes 23, el mismo día en que el vocero Sergio Ramírez Robles presentó las dos primeras demandas por “daño moral” contra Fabián Gómez, de Contraparte Informativa, y Adrián Ruiz, de El Heraldo, el Congreso local aprobó a los nueve consejeros del IEE, cinco de los cuales –incluido el presidente– han sido subordinados, operadores o aliados de Moreno Valle, dos son afines al PAN y otros dos al PRI.
Esta conformación del órgano electoral afín al gobernador fue aprobada por los diputados de todos los partidos –que también controla, incluyendo el PRI– sólo con el criterio de cuotas y con total opacidad, característica ésta que prevalece también en la integración de la Comisión para el Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (CAIP).
El control del IEE es clave para el proceso electoral del próximo año, cuando se renovará el Congreso que Moreno Valle quiere controlar para que sean aprobadas sus cuentas públicas y seguir edificando su candidatura presidencial para 2018.
Valiéndose de los abundantes recursos económicos que maneja, Moreno Valle ha sometido a todos los actores políticos, sociales, económicos y mediáticos de Puebla, y a los que han resistido están siendo sometidos a todo tipo de intimidaciones y represalias, como ahora los periodistas.
No parece que prosperará esta ofensiva del gobernador expriista contra los periodistas, no sólo porque numerosos expertos han advertido el endeble andamiaje jurídico en que se fundan las demandas, sino porque su reputación represora –que ya trascendió Puebla y México– atenta contra sus propias ambiciones.
No sólo eso, sino que va quedando claro que el control que ejerce en todas las instituciones del estado, incluyendo los organismos que deben ser autónomos, los partidos políticos, los organismos empresariales y hasta el aparato de espionaje –que lo hace hasta con su esposa–, lo evidencian como un sátrapa peor que Mario Marín, que ya es bastante.
Otro ejemplar de esta fauna en el poder es el gobernador de Veracruz, el priista Javier Duarte, un confeso admirador del dictador Francisco Franco que, como este fascista, detesta la crítica y como uno de sus generales franquistas, José Millán-Astray, parece gritar: “¡Viva la muerte!”
Han pasado seis meses del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso en Veracruz, y el gobierno de Duarte ha incumplido su palabra: NO hay ningún resultado, ni del responsable o responsables materiales ni de los autores intelectuales y sus causas, como informó el reportero Jorge Carrasco en el semanario de esta semana.
“Ni una línea de investigación sólida. Sólo rumores, improvisaciones y acoso hacia los periodistas cercanos a la reportera asesinada la noche del 28 de abril en su domicilio, en la privada de Rodríguez Clara, en el barrio del Dique, cerca del centro de Xalapa”.
Pese a que el mismo Duarte pidió a la fiscalía de la PGR ser coadyuvante en el caso, no ha querido siquiera compartir información, ni siquiera con Proceso, también coadyuvante en las investigaciones.
De hecho, la información sobre el asesinato de Regina Martínez y los otros ocho periodistas asesinados durante el gobierno de Duarte se clasificó como “reservada”, según una petición de información hecha por el colaborador de Proceso Noé Zavaleta a la Procuraduría de Justicia del estado.
Lo único que el gobierno de Duarte ha hecho es acosar a periodistas amigos o cercanos a Regina, 14 de los cuales han tenido que declarar, pero no se ha investigado sobre el trabajo periodístico de nuestra compañera, una de las víctimas mortales en ese estado sin ley.
Entre 15 y 20 periodistas han abandonado el estado por  el clima de temor, acoso e intimidación hacia la prensa para no sumarse a la lista de 9 asesinados desde que, en 2010, Duarte asumió el cargo de gobernador.
En la Puebla de Moreno Valle no hay aún asesinatos como en el Veracruz de Duarte. Ojalá no los haya nunca…

Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado

EXHIBEN MANSIONES DE LOS YUNES


La supuesta mansión de Miguel Ángel Yunes Márquez
XALAPA, Ver., (proceso.com.mx).- Miguel Ángel Yunes Márquez, exalcalde panista de Boca del Río en el trienio 2007-2010, habría adquirido una mansión con un costo de 35 millones de pesos, pública hoy el periódico Reforma en su edición de este martes.
Yunes Márquez es hijo de Miguel Ángel Yunes Linares, exdiputado federal del PRI, excandidato al gobierno de Veracruz por el PAN y exdirector del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y otrora aliado de la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo, con quien hoy se encuentra enemistado.
La lujosa construcción se levantó sobre un terreno de tres mil metros cuadrados a las orillas de El Estero, en el municipio de Alvarado, ubicado a sólo treinta minutos del Centro Histórico del Puerto de Veracruz y en la zona más boyante de la región conurbada, donde residen y tienen casas de descanso los políticos y empresarios más prominentes del estado.
La residencia de Miguel Ángel Yunes Márquez, hoy coordinador de Oportunidades de la Secretaría de Desarrollo Social y aspirante a gobernar de nuevo el municipio de Boca del Río –como así lo ha señalado a su equipo de colaboradores- está equipada con una cochera para siete automóviles, siete habitaciones, alberca y sala de cine.
La publicación de Reforma coincide con la difusión de fotografías aéreas de la mansión que fueron boletinadas por la cuenta de correo electrónico: observatoriociudadanover@gmail.com  
Este correo electrónico anónimo, que desde hace tres años cuenta con las direcciones de e-mail de reporteros, columnistas y actores políticos, se dedica a enviar lo mismo imágenes de las residencias de políticos, que “chismes” de la vida privada de empresarios, servidores públicos y periodistas. Aunque su línea editorial inicial era de franca crítica al gobierno de Javier Duarte y afín al Partido Acción Nacional, de cuatro meses a la actualidad crítica todo lo relacionado con la familia Yunes y envía una especie de comunicados defendiendo los escándalos nacionales en los que se involucra al gobierno de Veracruz, el último que envió, previo al de las residencias fue: “Aclara Javier Duarte que la compra de chalecos antibalas se hizo conforme a la ley”.
Incluso, con esta filtración, diversos columnistas ironizaron de donde venía el golpe político. Salvador Muñoz columnista en varios medios impresos y digitales escribió:
“Sugerencia humilde a Gobierno del Estado de Veracruz, ¿Si en lugar de boletinar en los diversos medios impresos de este estado la Mansión de los Yunes en la Riviera Veracruzana, la hubiera “metido” en Reforma (por decir un medio de circulación nacional con credibilidad), y ordenara a reporteros que entrevistaran (una vez publicado el “enriquecimiento inexplicable”) a diversos personajes políticos, panistas, priistas, perredistas y empresarios su opinión por el asunto? Quizás hubiera tenido más eco y sustancia porque así, como lo hizo, no deja de ser burdo y lleva a preguntar entonces: ¿Y qué pasa con las mansiones de los nuevos ricos que surgieron con el Alemanismo (hoy, algunos de ellos, hasta diputados son), el Fidelismo (enquistados en este gobierno) y los que se van formando en el actual”.
De acuerdo con el correo electrónico Observatorio Ciudadano, la mansión de Miguel Ángel Yunes Márquez posee l7 Habitaciones y ocho baños completos con jacuzzi, una oficina con biblioteca, una cava con los más finos y caros vinos, licores, una sala de cine con 15 sillones, “más lujosos y cómodos que los de Cinépolis VIP” –acota el autor del correo-, una sala de de juegos completa con billar, ruleta, black jack, mesa de dados, dos albercas, un carril de nado y una alberca normal para la convivencia con familiares y amigos -vuelve a hacer énfasis el remitente-, un cuarto de sauna, uno de vapor, un gimnasio completo, un spá completo con cuatro camas profesionales de masajes, pisos de mármol y vidrios blindados en todas las habitaciones.
Las fotografías que fueron giradas por observatoriociudadanover@gmail.com incluyen imágenes de la casa terminada de su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, ubicada en el Club de Golf Villa Rica, también en el municipio de Alvarado.
El correo original reprocha a la familia Yunes, el dispendio para construir dichas mansiones, cuyo costo no concuerda con lo obtenido en sus salarios como director nacional del ISSTTE, en el caso de Miguel Ángel Yunes Linares y como coordinador estatal de Oportunidades y ex alcalde de Boca del Río, en el caso de Miguel Ángel Yunes Márquez.
“Esta es otra de las tantas pruebas del enriquecimiento ilícito que sin ninguna pena ni recato pregonan los Yunes, ya que es de todos conocida la quiebra en la que el padre dejó al Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), además de la millonaria deuda que Yunes Márquez dejó en el municipio de Boca del Río. No obstante, resulta extraño como es que el ex alcalde boqueño se pudo construir dicha mansión, digna de los magnates más potentados”.
Estas imágenes áreas, retomadas por varios medios de comunicación estatal, originó reacciones en la clase política, el hoy alcalde de Boca del Río, Salvador Manzur Díaz, aseguró que la residencia de Yunes Márquez no concuerda con el sueldo de ningún alcalde de Veracruz, “y menos con una mansión de ese nivel”.
Mientras tanto, la regidora panista del puerto de Veracruz, Gabriela Reva Ayón, señaló: “Miguel Ángel Yunes Márquez nació en cuna de oro, no es de ahorita, no se hizo rico desde ahorita, el ya lo era”.

EL SEUDOIZQUIERDISTA HUGO ORTEGA LUNA, EX REGIDOR DEL PRD EN TECOLUTLA, OTRO TRAIDOR QUE APOYO AL PAN Y A YUNES LINARES


Surgen más perredistas pro Yunes

Hugo Ortega Luna, ex regidor del PRD en Tecolutla, es otro de los líderes perredistas que en 2010 decidieron operar a favor del entonces candidato panista a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.

Esto a pesar de que el PRD iba en coalición formal con el PT y entonces Convergencia, para impulsar a Dante Delgado Rannauro.
En una imagen filtrada a este medio, se reveló la reunión en la que participó Ortega Luna -con playera y gorra verde-, así como simpatizantes perredistas con Yunes, en ese municipio del norte de Veracruz.
En septiembre, con Jesús Zambrano.
Actualmente Ortega Luna es asistente del diputado local perredista, Rogelio Franco Castán y se mantiene en el PRD.
Cabe destacar que el único que fue expulsado del PRD por apoyar a Miguel Ángel Yunes Linares en 2010 fue el ex líder perredista Juan Carlos Krausse Rivera, quien este año apoyó la campaña presidencial del priista Enrique Peña Nieto.

VERACRUZ, ESTADO EN DONDE LA INSEGURIDAD PREVALECE Y DESAPARECEN PERSONAS...


Suman 458 personas desaparecidas en Veracruz

Desde el 2010 a la fecha, principalmente, han desaparecido 458 personas en Veracruz.

Así lo revela la base de datos del programa de apoyo a familiares de personas extraviadas, sustraídas o ausentes, de la Procuraduría General de la República.
Tan solo en el caso de adolescentes, de entre 13 a 17 años, ambos sexos, suman 82 desapariciones.
Y de estas, 62 son mujeres.
Las desapariciones de personas prácticamente se dan en todo el estado.
Entre las más recientes, se encuentra el de Aline Bessichy Gutiérrez, de 16 años, desaparecida apenas el 17 de septiembre de 2012 en Martínez de la Torre.
O el de Blanca Arroyo Martínez, de 14 años, desaparecida el pasado 10 de septiembre en Las Choapas.
También está el caso de Cynthya Ochoa Troncoso, de 13 años, quien desapareció apenas el 7 de octubre en Veracruz, aunque no se precisa municipio.
Apenas el 28 de octubre de este año, en el Teatro del Estado y durante un concierto de de la agrupación “Delfines Marching Band”, de la secundaria federal número 5, se recordó a una estudiante de esa institución desaparecida en Xalapa en días pasados. El hecho ha generado una serie de rumores en las redes sociales, acerca de su presunta aparición.
Contrario al gobierno federal, el gobierno de Veracruz “cerró” la consulta pública de su base de datos de personas desaparecidas, que opera la Procuraduría General de Justicia en el Estado -anteriormente de consulta abierta-, por lo que se desconoce el número de casos del registro local.

CON LA MUERTE DE LA PERIODISTA REGINA MARTÍNEZ, SEIS MESES DE IMPUNIDAD…

TEXTO IRREVERENTE

29 Octubre, 2012 05:11:00
                                                    
Por Andrés Timoteo

REGINILLA


Ayer domingo se cumplieron seis meses de que fue localizado el cuerpo sin vida de la periodista Regina Martínez en Jalapa. Y ya son seis meses de impunidad  para los perpetradores del crimen porque  que las autoridades estatales están más preocupadas en buscar chivos expiatorios que en procurar justicia. Dan palos de ciego porque no quieren o no pueden encontrar a los responsables  y les apura sacudirse el caso que les quema las manos.

Son seis meses sin nuestra querida Regina, amiga de causas y de quehacer periodístico. Su ausencia, que se dio de forma violenta y atroz, modificó sin duda, la manera de trabajar de los periodistas veracruzanos. Casi todos bajaron su perfil, aminoraron el ritmo y se alejaron de los temas que puedan llevarlos a un final similar. El homicidio de Regina abrió un parte-aguas doloroso en la tarea informativa de Veracruz, y el silencio comenzó a avanzar como una sombra.

Si “tocaron” a Regina pueden hacerlo con cualquiera, es lo que se dice en los corrillos periodísticos. De allí el  miedo y la precaución. Regina, como todos los compañeros lo saben, era una profesionista pulcra en su ejercicio periodístico y en su vida personal. Discreta a ultranza para resguardar su entorno personal, el silencio de Regina sobre sus seres queridos fue más una medida para proteger a los suyos que una forma de ocultar situaciones indebidas.

Por eso es abominable la intención del gobierno estatal para retorcer las indagatorias del crimen hacia una móvil personal y tratar de desligarlo de su quehacer periodístico. La procuraduría estatal trata de enlodar la memoria de Regina para escabullirse de la responsabilidad de castigar a los criminales. Es lo mismo que practicaba en el sexenio pasado: enlodar a la víctima  para hacerla parecer culpable de su propia tragedia. Pero no lo podrán hacer porque los que conocimos a Regina sabemos que era una mujer intachable.

Es preciso hacer del conocimiento público que el homicidio de la compañera no fue fortuito sino que hubo antecedentes de amenazas y acoso en los meses previos al ataque sufrido. Regina confió a sus amigos que a finales del mes de diciembre pasado su domicilio fue allanado por un desconocido – o quizás varios-. Ella lo descubrió al regresar de unos días de asueto por motivos de fin de año en el municipio de Gutiérrez Zamora, donde radican algunos familiares.

Lo hizo con anticipación pues de la revista Proceso, de la que era corresponsal, le pidieron actualizar un material que ella había dejado en su computadora personal. Llegó el día 2 de enero al domicilio, entró a la casa y se sentó ante la computadora a trabajar sobre el reportaje. No notó nada extraño hasta que fue al cuarto de baño y se percató de que estaba húmedo el suelo donde se ubica la regadera. Es decir, alguien se había duchado allí en su ausencia. Enseguida recordó que había dejado un sobre con el contenido de su aguinaldo – unos 10 mil pesos- en uno de los cajones de su escritorio y revisó el mueble. El dinero no estaba, se lo habían llevado él o los intrusos que tal vez pernoctaron en la vivienda por eso el suelo de la ducha estaba mojado.

Revisó toda la casa y solo faltaba el sobre con su aguinaldo. No se llevaron nada más: ni su computadora ni sus archivos ni información personal – a no ser que la hayan copiado del ordenador, eso no lo comentó-. Obviamente, aquella noche no durmió de miedo. Atrancó

a puerta y aseguró las ventanas, y al día siguiente llamó a un cerrajero para que cambiara las chapas y seguros. El cerrajero le dijo que la persona que había entrado a su casa era “un experto” pues lo hizo sin forzar las cerraduras, sin romper vidrios y sin alterar nada. Fue con instrumentos especiales para abrir seguros sin dejar huellas.

Regina cambió cerraduras y también las protecciones de ventanas, incluyendo las ubicadas en la ventanilla del cuarto de baño.  Pero el asunto  no paró ahí pues la periodista se sentía acosada, tal vez amenazada. “Hay gente extraña en el barrio”, comentó alguna vez en las semanas siguientes. “Ya no es como antes cuando era casi campirano y hasta había vacas pastando frente a mi casa”, platicó.

Estaba acosada y con miedo. Desafortunadamente no quiso - o no le dio tiempo- decir de quién o de quienes tenía miedo, o qué amagos recibió, además del allanamiento de su casa el fin de año,  para estar así de temerosa. A lo largo de su carrera periodística no era la primera vez que estaba en una situación así pero ahora, hasta donde se deduce por las confidencias, el temor era mayor. Incluso, a algunos amigos les confió que pensaba mudarse de domicilio. “Más al centro, donde haya más vigilancia”, les dijo. La  intención era poner en renta su vivienda, ubicada en la colonia Felipe Carrillo Puerto, y con el dinero obtenido pagar el alquiler de otra casa o un departamento en otro sitio.

“Pero si acabas de pagar tu casa”, le recordamos los que conocimos sus planes  y ella reiteró que ya no quería vivir allí: tenía miedo. Como se sabe, Regina obtuvo una indemnización después de un pleito legal con el periódico Política, donde laboró 19 años, tras ser despedida injustificadamente. Bueno, fue injustificadamente en el fuero laboral porque la justificación que le dio el director del rotativo fue que al  gobernador –en ese entonces, el innombrable- le molestaban sus escritos y no la quería en el periódico, él había pedido su despido,  según nos narró la propia Regina a sus amigos.

A Regina no le dio tiempo de obedecer al miedo que la ponía en alerta y  unas semanas después fue atacada en su propio domicilio. Este redactor – y de nueva cuenta ofrezco disculpas a los lectores por haber escrito en primera persona- vio por última vez a Regina la primera semana del mes de abril. Como siempre, nos tomamos un café en la nueva Parroquia y charlamos del acontecer noticioso. Nos reímos de lo que nos parecía chistoso, entre ello que los lecheros en Jalapa no sabían igual que los de La Parroquia en el puerto, a donde iba cada vez que viajaba a la zona conurbada para realizar algún trabajo reporteril.

Ella siempre recordaba que siendo alumna de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, ahorraba para ir a tomarse un lechero y una micha con frijoles –acompañada de sus amigas de clase- pues con los gastos de la vida estudiantil no le permitían pagar algo más. “Pero nos sabía delicioso el lechero y la micha con frijoles, nos sabía a gloria”, contaba entre risas. También ironizaba, tratando de hacerme enojar, que ella con su material enviado a la agencia de Proceso “se llevaba más portadas de ocho columnas” en Notiver que los que corresponsales en Jalapa. “Don Alfonso me publica más a mí que a ustedes y eso que no trabajo para Notiver”, punzaba.

Le presumí la aplicación en mi teléfono celular de un scanner de documentos y no me creyó que fuera posible. “Haber escribe algo en tu libreta y escanéalo”, me pidió. “Estoy con Reginilla tomándome un lechero”, fue la frase escrita que hizo que riéramos los dos. Nunca pensé que sería la última vez que la vería. La tarde del 17 de abril, ocho días antes de su muerte, el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador realizó un mitin en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, y yo llegué retrasado al evento. Regina me llamó a mi teléfono celular para avisarme que el tabasqueño ya estaba en su discurso. “Acá estoy con tu candidato y tu ni te apareces para echarle porras”, me dijo burlándose.

Fue la última vez que escuche su voz porque en plaza Lerdo la busqué en medio de la multitud pero no la encontré, de ahí terminó el mitin y todos corrimos a redactar la información. Ya no supe de ella hasta  la tarde del sábado 28 de abril cuando una compañera me localizó vía telefónica en la ciudad de Córdoba para decirme, llorando a gritos, que la habían matado. Su muerte nos marcó a todos los que tuvimos la buenaventura de conocerla. A seis meses, seguimos llorando a Reginilla.