El Baldón: Aquí lo dijimos

Por: José Miguel Cobián

En 2008, al comenzar la crisis de los ¨subprime¨ en Estados Unidos, en esta misma columna comenté que la política anti cíclica del gobierno federal se iba a quedar corta. En pocas palabras explicaba yo en aquélla época, que el gobierno federal tenía la obligación de reducir el sufrimiento de los mexicanos en esa crisis económica, mediante políticas económicas que permitieran reducir o eliminar el impacto en la economía nacional y sobre todo en los bolsillos de los mexicanos.

Mientras otras economías como la chilena, la china, la brasileña crecieron en medio de una crisis mundial, en México tuvimos una reducción de la riqueza producida en el país del orden del 10%. Fruto de políticas económicas equivocadas llevadas a cabo por un gobierno conservador que le dio prioridad a la supuesta estabilidad económica y control de la inflación por encima del bienestar de la población.

Aquí se insistió mucho en que no había que escoger entre protección económica y estabilidad o control inflacionario. Ambas metas se podían lograr. Los países mencionados en el párrafo anterior lo lograron. Los grandes economistas mexicanos al frente de la política económica no supieron o no pudieron hacer lo mismo que sus contrapartes del sur del continente.

Hoy el Coneval le da la razón a esta columna. El Consejo Nacional de EVALuación de la política de desarrollo social informa que entre 2008 y 2010 la población en miseria en el país pasó de 44.5 a 46.2 por ciento. Es decir pasamos de 48.8 a 52 millones de mexicanos en la miseria en ese par de años. Informa también que en el caso del ingreso personal, éste sigue en los mismos niveles de 1995. 17 años perdidos para los mexicanos. No ha mejorado el ingreso en cinco años del Zedillato y en 11 años del PANATO.

Todos los días tenemos distractores en la prensa nacional. Todos los días vemos enfrascados a los políticos en discusiones estúpidas que sólo buscan distraer a la población que ingenuamente, cae en el garlito, y deja de pensar en lo importante y trascendente para la nación, para dedicar su atención a lo superficial. Analistas internacionales consideran a nuestra población como ignorante, superficial, silvestre, iletrada, manipulable, etc., precisamente porque es la imagen que damos diariamente en las primeras planas y en las noticias más importantes de los noticieros televisivos.

Mientras en centros de estudios económicos, están analizando las tendencias a 25 años de nuestro acontecer nacional, nosotros nos preocupamos por la noticia de la semana, sin ir más allá. Nuestros políticos y dirigentes están pensando la nota de ocho columnas del día de mañana, y que decir para tener entretenida a la población en lugar de planear hacia el futuro, sobre todo, planear como llegar a un futuro mejor.

Resulta ridículo leer en los municipios más importantes del país, las declaraciones diarias de los presidentes municipales, cuando los servicios médicos están al nivel de principios del siglo pasado. Dice un amigo médico que en lugares como Córdoba, Orizaba, Coatzacoalcos, Minatitlán, Pánuco, etc., no nos morimos por pura suerte, pues los servicios de emergencia dejan mucho que desear, y los equipos médicos para enfrentar una situación de grave riesgo para la vida son prácticamente nulos.

Educación por los suelos, servicios médicos medievales (seguro popular), seguridad nula, justicia inexistente tanto en procuración como en administración. Cero crecimiento económico en 17 años. Esos son los temas primordiales de nuestro país y no las pendejadas que discuten diariamente dirigentes de partidos nacionales y funcionarios públicos.

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