Por: El Porvenir / Israel Santacruz |
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Anabel Hernández arribó a la XXI Feria Internacional del Libro para presentar su libro "Los Señores del Narco", editado por Grijalbo.
Monterrey, N.L.- Si bien el razonamiento al que conduce Los Señores del Narco es simple que cualquier mexicano e incluso extranjero podría comprender, la situación y conflictos para resolverlo es tan complicado que deja abierta la incógnita de si tendrá o no una pronta solución.
Anabel Hernández arribó a la XXI Feria Internacional del Libro para presentar dicho libro editado por Grijalbo, y en donde el principal razonamiento es el que la corrupción en las altas y bajas esferas de gobierno y la colusión del crimen organizado con políticos y gobernantes.
En el libro, Hernández señala tantos temas relacionados con la delincuencia organizada de los que todos hablan en las mesas de café, en las reuniones familiares y en el trabajo, pero que pocos muestran con fundamentos.
Desde la muestra de que las instituciones bancarias tienen conocimiento de las cuentas de los líderes de los carteles hasta que se pelean por lavar el dinero del narcotráfico.
Desde que esferas de gobiernos locales estuvieron por años coludidos con la delincuencia, hasta un soborno hacia el ex presidente Vicente Fox en el 2001 por 20 millones de dólares, y con ello dejar escapar con facilidad al Chapo Guzmán del Penal Puente Grande en Jalisco, teniendo como fuentes de ello a la DEA estadounidense y a propios familiares del ex mandatario.
Durante la presentación de Los Señores del Narco, Anabel Hernández desglosa su libro aterrizando temas que caen incluso en lo local para Nuevo León, destacando que hay que sentarse a pensar el porqué de Monterrey como sede de las más crueles batallas de los últimos meses, y cómo sus autoridades permitieron el ingreso de los cárteles de la droga al grado de cometer barbaries como la del Casino Royale.
“No es posible que ingresen y la autoridad no lo sepa”, señala. Ello provoca en el lector el pensar en cómo es que Nuevo León y Veracruz disputan la nada honrosa joya de la corona de la violencia, misma que antes portaba Ciudad Juárez, Chihuahua.
Sin embargo, Hernández desglosa diversas guerras, cuatro en específico, de la delincuencia organizada y es por eso la complejidad del problema mismo.
La primera de ellas es la que sostienen los cárteles de las plazas por el control nacional a lo largo ancho del país, es la guerra de cárteles; la segunda es la guerra entre las bandas locales que se multiplican y que son quienes realizan delitos como el narcomenudeo, la extorsión, el secuestro, pero que no tienen los contactos como los grandes capos para tener relación con vínculos en otros países.
La tercer guerra es la del Gobierno Federal contra el narcotráfico y sus diferentes grupos,; y la cuarta y nueva guerra es la de las agrupaciones con tinte paramilitar, como los llamados Mata Zetas de Veracruz y el cártel Nueva Generación de Jalisco.
Anabel Hernández muestra un México del cual se dice sorprendida, pues entre más ahonda más deprime.
Con una amenaza de muerte en sus espaldas desde la publicación del libro en diciembre del 2010 ha tenido que vivir con guardaespaldas, pero lo que más sorprende, dice, es que lejos de ser los propios criminales quienes buscan sacarla del mapa, es la misma autoridad, pues señala que el plan de ejecutar un atentado de muerte en su contra es por orden de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública Federal.
Los Señores del Narco relata los nexos e historias tanto de la criminalidad de la delincuencia organizada y de aquellos que los han protegido por décadas, hasta que la bomba explotó en los días que hoy vemos.
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