Credito:Ana Langner / El Economista
Mientras las fuerzas federales informan que ha habido importantes avances en la lucha contra Los Zetas, los expertos consideran que no ha habido una merma en este grupo ni han sido desplazados de Veracruz o Monterrey, donde hay fuerte presencia del Ejército y la Marina.
A pesar del despliegue de fuerzas militares en estas ciudades, Los Zetas no parecen haber sido desplazados, “por lo que esperamos que la violencia aumente significativamente en el corto plazo”, advirtió la firma estadounidense de inteligencia y geopolítica, Stratfor. Detalló que este cártel aumentará su esfuerzo defensivo en Monterrey y Veracruz, pues son dos ciudades de gran valor estratégico.
En el segundo trimestre del 2011 Los Zetas han tomado fuerza en Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Guerrero y Estado de México, enfatizó la firma.
En la tercera actualización sobre su reporte anual del estado de los cárteles mexicanos 2011, Stratfor expone que mientras el norte el país ha sido testigo de calma desde Tijuana, hasta Ciudad Juárez; la violencia se concentró en Guerrero, Durango, Veracruz y Coahuila debido al conflicto entre Los Zetas y Los Caballeros Templarios, “lo que se ha traducido en el despliegue de más tropas federales en esas entidades”.
La lucha por el control de Guadalajara, Acapulco, Chilpancingo y Oaxaca continúa siendo parte de Los Zetas y Los Templarios, así como de organizaciones más pequeñas.
La consultoría expuso que en los últimos cuatro meses el liderazgo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera sobre el Cártel de Sinaloa se ha afianzado y ha continuado con el control de los estados de Sonora, Chihuahua y Durango.
Stratfor agregó que se espera continúe la polarización de los cárteles y los subgrupos la Federación de Sinaloa y Los Zetas. Destacó que los tres principales conflictos de la guerra del narcotráfico en México siguen siendo cártel contra cártel, cártel contra gobierno y cártel contra población civil.
Enfatizó que la presencia de militares en Guadalajara (por los Juegos Panamericanos), así como en Veracruz y Coahuila podrían generar brotes de violencia influidos por el aumento de efectivos.
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