por Lilia Baizabal
“La diferencia entre una democracia y una dictadura es que en una democracia, primero votas y después recibís órdenes. En una dictadura no tenes que perder el tiempo votando”: Charles Bukowski.
Este día las fracciones del PRI, PAN, PVEM, PANAL, aprobarán la nueva Ley Federal del Trabajo que restará derechos importantes de las clases trabajadoras del país, pero responde a los intereses de las grandes empresas. Pagarán de esta forma a la clase dueña del capital, por el apoyo recibido tras los resultados de las elecciones federales que avalaron la imposición y el retorno del PRI a los Pinos.
La Comisión del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados que preside el priista cetemista Carlos Aceves del Olmo, aprobó ayer con 21 votos a favor, ocho en contra y una abstención, la reforma laboral que presentó el PAN a través de la presidencia de la República y se será apoyada por la fracción del PRI bajo instrucciones del presidente electo Enrique Peña Nieto y la operación en San Lázaro de Manlio Fabio Beltrones como lider de la fracción tricolor.
Pese al plantón permanente de trabajadores que se mantiene en las afueras del recinto legislativo de San Lázaro, en protesta por el contenido de la nueva Ley Federal del Trabajo, los diputados federales del PRI y del PAN, acordaron declarar sesión permanente para aprobar hoy con una urgencia nunca antes vista, el documento que favorecerá a los intereses de las grandes empresas.
En miércoles, las bancadas del PRI, PAN, PANAL, PVEM dieron entrada al documento, sin haberse molestado los diputados federales de cada bancada, de haber regresado a sus distritos para levantar alguna encuesta y preguntar a sus votantes, si estaban de acuerdo en el “voto a favor o en contra”, de esta nueva ley.
Las bancadas de oposición representadas por el PRD, Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, optaron por votar en contra en esta primera fase de análisis del documento y lamentaron el contubernio operado desde la presidencia saliente que representa Felipe Calderón y la entrante que encabezará Enrique Peña Nieto para dar avance a la nueva ley que se dictó desde el exterior pues entran en vigencia contratos similares a los que operan de acuerdo a las leyes laborales de Canadá y Estados Unidos.
Como abogados expertos en materia laboral, la oposición califica de “regresiva” y “demoledora” la nueva ley federal del trabajo que se impulsa para seguir complaciendo al neoliberalismo económico que las élites del poder, impulsan en México desde el año 1988, a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.
Muy lamentablemente para sus representados, los diputados que integran la CTM, CROM, STPRM, SNTE; que llegaron a San Lázaro por las siglas del PRI, PANAL, han negociado en lo oscuro las conquistas que otros obreros lograron desde hace 100 años, muchos de los que murieron en la lucha.
A cambio de que no se promuevan reformas a los abusos con que se manejan los líderes de los organismos sindicales pues la nueva ley no consideró importante discutir los temas de libertad sindical, exigencia en la transparencia del manejo de los recursos por las cuotas que pagan los trabajadores, democracia sindical, voto libre y secreto a los obreros en época electoral, los líderes sindicales que están de diputados federales, se vendieron a los dictados de las cúpulas partidistas.
Inútiles han resultado las protestas que trabajadores mantienen en los alrededores de la cámara de diputados de la capital del país, demandando a los diputados federales, supriman de la nueva ley situaciones que afectarán gravemente a la clase obrera.
Casos como la próxima aprobación de los contratos por hora, la fijación del salario mínimo por parte de una comisión y no por el poder legislativo, los despidos sin indemnización, los contratos de simulación, la continuación de las juntas federales de conciliación y arbitraje y la operación legal de las outsourcing usadas por las empresas para evadir su responsabilidad ante los trabajadores, no se tomaron en cuenta.
En la discusión interna, los diputados federales del PRI, rechazaron que haya línea del presidente electo Enrique Peña Nieto para defender los “cotos” de poderes sindicales, como han acusado los partidos de izquierda, aunque el presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, el priista Carlos Aceves del Olmo aceptó que hay intercambio de opiniones con el grupo de transición; “hay una persona designada para ver los temas del trabajo y simplemente cambiamos impresiones, pues somos priistas todos”. ¿Así, o mas claro?.
Qué tendría que suceder en el país para que los diputados federales actuaran en defensa de los intereses de las mayorías y no de los de unos cuantos políticos y empresarios que se ponen de acuerdo para distribuirse las rebanadas del pastel llamado México por órdenes del exterior.
Las crisis del liberalismo en el siglo pasado, condujeron a rebeliones populares en el país y por toda América Latina. Estas rebeliones tuvieron su origen en la pobreza extrema y la concentración de la riqueza y poder de unos cuantos por sobre la explotación y la miseria de las clases trabajadoras.
Qué fines persiguen los políticos del PRI, PAN y sus cómplices en el país al insistir en someter los ciudadanos al neoliberalismo como un sistema “eficaz”, en tanto aumenta el número de trabajadores subempleados y desempleados mas del 60% de la fuerza laboral productiva. Y más de 60 millones de mexicanos en la pobreza.
Estamos evidentemente ante la continuación de un proyecto político basado en una configuración de poder de capitalistas exportadores y financieros que controlan el Estado a través de los mercenarios que arrebatan elecciones presidenciales. Fue parte de este plan comprar los sufragios suficientes para regresar al poder a los que garantizaban la continuación de lo mismo.
Vemos en México como la burguesía neoliberal está dictando la política económica que incluye la reforma laboral a modo de esos grandes capitales, la contratación de ideólogos para que difundan las bondades de estos cambios y por supuesto creemos que solo otra revolución, podría frenar de tajo tanto daño contra las clases desprotegidas del país.
Tendrían los mexicanos que salir a las calles masivamente para impulsar el equilibrio de poder de clases dentro del Estado. No habría de otra. Mientras, nos preparamos para recibir dentro de unas horas, las noticias que reseñarán cómo se consumó en San Lázaro, la imposición de la nueva Ley Federal del Trabajo de México.
Ya tendrán los ciudadanos la oportunidad de reclamarles a sus diputados federales el haber sufragado sin haberles consultado. Tomen nota para las elecciones locales en puerta en Veracruz.
¡Que pena!.