17 septiembre, 2012
“La felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación se fundan en la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política”: Juan Domingo Perón.
Ofreció Felipe Calderón Hinojosa su último grito que conmemoró la Independencia con más pena que gloria. Miles de familias dejaron de asistir a las plazas públicas para gritar ¡viva México!, hartos de tanta mala actuación de las autoridades en el país. Llenos de frustración, impotencia rabia y decepción porque a 202 años de la promulgación de libertad para la nación, se vive la peor crisis política, de sometimiento al Imperio y de inseguridad de los últimos 50 años.
El zócalo de la capital del país, lució semivacío. Muchas familias se ausentaron de la tradicional ceremonia del grito. Primero por la torrencial lluvia que inició desde las 9 de la noche. Segundo, por el desánimo que prevalece en mexicanos preocupados por los constantes incrementos a los precios de los combustibles, los insumos de la canasta básica y los hechos de sangre que continúan registrándose en todos los rincones de la nación.
Qué podrían festejar los ciudadanos en el marco del 202 aniversario de la promulgación de la Independencia de México, cuando gracias al entreguismo de los últimos cinco ex presidentes de México, la nación está sometida como nunca antes a los dictados del exterior.
Qué se puede festejar cuando los dos partidos que se han repartido el manejo de los recursos públicos durante los últimos 82 años, PRI y PAN, continúan aplicando políticas que dejan un país con 60 millones de pobres, donde se pondera el interés del capital, por sobre las necesidades de los ciudadanos.
Cómo podrían los ciudadanos tener ánimos para salir a las plazas públicas a festejar cuando se promueven leyes que benefician a las empresas, en contra de las conquistas de las clases trabajadoras.
Cuando la ola de inseguridad se expande en todos los municipios del país y no existe día que no se reporten nuevas víctimas de la “presunta guerra contra el narcotráfico”. Quién puede salir tranquilo, en compañía de su familia a caminar o a convivir, como antes a los lugares públicos. Hoy, existe el temor de ser alcanzado por una bala, una granada o una disputa de los que han sembrado el miedo y el terror.
Quién podría tener alegría para arengar la expresión del presidente cuando su insistencia en una inútil guerra ya arroja 115 mil víctimas. Haberle acompañado y llenado el zócalo, habría sido una pública muestra de apoyo a la forma en que gobernó México, pero las miles de ausencias revelaron lo contrario.
Miles de jóvenes integrantes del Movimiento #Yosoy132, retaron a la lluvia y a las fuerzas de seguridad para llegar hasta el zócalo capitalino y recordarles a las autoridades salientes el repudio por las políticas equivocadas que aplicaron durante 6 años y que hoy dejan un país con severas deficiencias en educación, seguridad, desarrollo social, salud, combate a la pobreza, corrupción, entreguismo al imperio, desempleo, entre muchos otros.
Qué podría aplaudirse cuando es más grande la decepción ciudadana ante la mala actuación de los personajes que una vez en el poder, olvidaron las grandes promesas de cambio, gracias a las cuales los mexicanos salieron a sufragar con desesperación en el año 2000, para sacar al PRI de los Pinos.
Ni empleo, ni seguridad, ni crecimiento en la economía ni la gran reforma política que habría evitado el desaseo en las elecciones federales del 1 de Julio y creado certidumbre en las instituciones que tienen la obligación de hacer respetar la ley.
Un campo empobrecido a propósito para importar del norte maíz, frijol. Una ganadería casi desaparecida por la enorme importación de leche en polvo de pésima calidad. Una industria manufacturera a punto de la extinción arrasada por la americana y china. Y por si no fuera poco, eliminación de los aranceles para impulsar la importación masiva de huevo en detrimento de los productores nacionales.
Y qué decir del crecimiento enorme de la deuda pública interna y externa del país durante los 6 años del Calderonismo. Del 2006 al 2012 la deuda pública interna del Gobierno Federal pasó de un billón 246 mil millones de pesos a 3 billones 470 mil millones de pesos. Sin contar el último préstamo solicitado por esta gestión en julio de este año.
En tanto que la deuda pública externa pasó de $64,342 millones de dólares a $116,261 millones de dólares, esto es, la deuda interna varió 170% más y la deuda externa el 80.7% de tal suerte que solo el gasto relacionado con el pago de intereses y comisiones por ambos conceptos de deuda sumaron un billón 301 mil millones de junio del 2006 a mayo del 2012.
Mala herencia es la que hereda el panismo al país al triplicar las dos deudas que alcanza ya el 31% del Producto Interno Bruto (PIB) y sin incluir los montos de las pensiones recursos que están a punto de agotarse lo que significará otro grave problema social.
Qué habría para festejar en el país a 202 años de la promulgación de su Independencia. ¿“Libertad”?. Si Miguel Hidalgo y Costilla viviera, moriría al conocer que su lucha sirvió para quitarle a España el control sobre México pero ahora, son los dueños de los grandes capitales la mayoría americanos, los que explotan al país generando utilidades que se van, a costa de lo que sea con la complicidad de los presidentes en turno.
Desde hace muchas décadas México ha sido sometido en su economía, educación, cultura, política y desde Miguel de la Madrid Hurtado, a través del neoliberalismo representado en su máxima expresión por Carlos Salinas de Gortari, se ha permitido la explotación de la clase trabajadora y de las riquezas nacionales sin problemas legales ni condena nacionalista.
Y con el próximo gobierno neoliberal que representará Enrique Peña Nieto, vienen por lo que queda de PEMEX, CFE, el agua y nuevas reformas “estructurales”, que les permitan a esos grandes capitales, continuarse quedando con las ganancias y el control total del país.
Esta es la triste realidad de México.
¿Qué habría entonces para festejar?….
FUENTE:http://plumaslibres.com.mx/articulo/mexico-independiente-piedra-en-el-zapato/
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