PARTIO PLAZA
• Rabieta de empresarios, no les gustó para el Orfis
José Pastor.- Llegó con las puertas abiertas. Lorenzo Antonio Portilla Vázquez llegó invicto hasta el seno del Congreso del Estado. No necesitaba de los guardaespaldas que le acompañaban, el camino estaba limpio.
Desde antes que iniciara la sesión extraordinaria el ambiente ya se encontraba relajado. En sus respectivos espacios los priístas, con todo y sus aliados, y los panistas acordaban en junta previa el voto a favor de Lorenzo Antonio Portilla Vázquez.
En algunas páginas electrónicas ya se daba como un hecho que Portilla Vázquez será el nuevo titular del Órgano de Fiscalización Superior del Estado (Orfis) y hasta se publicaba el número de votos.
“Yo pienso que serán más de 35 votos”, expresó un reportero al advertir que los diputados en sus respectivas fracciones todavía analizaban su voto, lo cual mantenía en retraso el inicio de la sesión programada para las 11 de la mañana.
Así se lo hicieron saber a Portilla Vázquez. Oculto en una oficina desde donde podía ver claramente la sesión vía un monitor, esperaba ansioso que los diputados fueran por él para acudir a rendir protesta.
Ni siquiera se había cruzado en su camino al llegar, con el espíritu de Sergio Vázquez Jiménez, el otro aspirante, quien iba en segundo lugar de la lista de prelación, y que se paseó por los pasillos del Palacio Legislativo.
Entre los nervios de Portilla y una “notoria” tranquilidad, en la sala de sesiones, con más de media hora de retraso, iniciaba la plenaria. Tras entonar el Himno Nacional y someter a votación la iniciativa de Ley para la Tutela de los Datos Personales en el Estado, los diputados lucían ya convencidos.
Minutos antes, el coordinador de la minibancada perredista, Rogelio Franco Castán, había advertido a los medios de comunicación que votaría a favor, con la aclaración que durante el tiempo que fuera legislador estaría exigiéndole cuentas claras a Antonio Portilla.
El coordinador de los panistas, Danilo Alvízar, aún no decía sí o no. “¿Cómo está la plancha?”, se le preguntó, ante lo que sólo sonrío y aseguró que aún no sabían cómo votarían.
Momentos antes, se había reunido con su grupo de diputados, lo que generó la especulación entre reporteros. “Están viendo cuántos ceros ponerle al cheque para vender su voto”, expresaban algunos periodistas.
La sala estaba casi completa, pero de última hora se justificó la inasistencia del panista Francisco Lara Arano y en los pasillos trascendió que era el “#Yosoy1401”, en alusión a que se sumaba a los mil 400 enfermos de dengue, que de acuerdo con el secretario de Salud, Pablo Anaya, hay registrados en Veracruz.
Tras haberse aprobado la iniciativa de ley arriba mencionada, el presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Andrade Sánchez, hizo un llamado para que se inscribieran oradores para debatir la terna para elegir al titular Orfis. Nadie se inscribió.
De inmediato se procedió a la votación vía cédula y el tablero electrónico se empezó a cubrir de verde. Sólo hubo dos franjas amarillas: los votos en abstención de la panista Martha Lilia Chávez González, pues su voto era para la única mujer, Cecilia Coronel y el del diputado de Movimiento Ciudadano, Armando Méndez de la Luz, quien así prefiere votar cuando no está totalmente de acuerdo.
Así de fácil, entonces Eduardo Andrade pidió conformar la comisión de diputados que se trasladaría a traer a Portilla Vázquez: Tomás Montoya Pereyra, Ricardo García Escalante, Brenda Abigail Reyes Aguirre, Isaac González Contreras y Rosa Enelva Vera Cruz.
Pasaban los minutos y no llegaba, lo que dio pie a que algunos reporteros señalaran, en tono de sorna, que estaba esperando la indicación de su jefe, el contralor general del Estado, Iván López Fernández, para empezar a caminar.
Por fin, Antonio Portilla entró al recinto oficial de la Cámara de Diputados, desde luego, con guardaespaldas abriéndole camino por delante. Al llegar frente al pódium sobre el cual se encuentra la Constitución Política, y que en esta ocasión estaba rodeado de fotógrafos, el “elegido” levantó su mano para rendir protesta.
Tras cumplir con el acto protocolario, Portilla Vázquez sólo movió un poco su canoso bigote para sonreír y se marchó seguido por reporteros, quienes intentaban cuestionarlo sobre si era una imposición desde el gobierno estatal.
Esas palabras ya estaban de más y en la sala se quedaban algunos diputados, quienes bromeaban que habían votado a favor a cambio de la inmunidad, en caso de que alguno de ellos sea alcalde y sea auditado por el Orfis.
Lorenzo Antonio Portilla Vázquez era ya auditor general del Orfis. No hubo nada nuevo. Lo único extraordinario fue la sesión que se programó para que tomara protesta.
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