Primero el negocio, después…
Marco Antonio Aguirre
Rodríguez
Místicos y Terrenales
Gabriel Deantes Ramos se ha convertido en una pieza clave del grupo de los nietos de la fidelidad, empujado por dos razones, principalmente:
Místicos y Terrenales
Gabriel Deantes Ramos se ha convertido en una pieza clave del grupo de los nietos de la fidelidad, empujado por dos razones, principalmente:
Es primo de Alberto Silva Ramos, el alcalde de Tuxpan, quien está más que apurado construyendo su candidatura al gobierno del estado, arrimándole dinero y otras “herramientas” ( no me pregunten cuales, porqué no sé) al Gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Es el hombre que en realidad maneja los recursos en Veracruz. El chico de los velices, le dicen algunos.
Tal vez por eso, y sólo por eso, sus malquerientes lo acusan de hacer desaparecer recursos y de tener “compañías dudosas”, como Pacho Colorado, con quien lo vinculan incluso mediante un video colocado en youtube y supuestamente firmado por Anonymus.
A Gabriel Deantes también lo acusan de haber sido quien en realidad perdió la elección presidencial en Veracruz, aún cuando –aseguran- tuvo casi mil millones de pesos destinados para operarla.
Pero aún así el hoy Subsecretario de Finanzas del gobierno del estado, se apunta para tres tareas:
Insiste en querer ser presidente del PRI estatal, porque Erick Lagos no tuvo capacidad de hacer ganar al partido, dicen que dijo.
Quiere ser diputado local por Zongolica, el próximo año. De hecho, desde que llegó a Veracruz, proveniente de Tamaulipas, se ha buscado vincular con esa zona, tal vez pensando que ahí la manipulación electoral es más fácil por la alta tasa de posibilidades de compra del voto que existe.
(De hecho, esta es una de las causas por las que hoy el PAN le disputa tan eficazmente ese territorio al PRI y por el cual han casi desaparecido al PRD, cuando antes su presencia en la zona fue importante por la labor de gestión social que ahí realizaban algunos dirigentes ligados al Frente Zapatista).
La Secretaría de Finanzas, porque ya no quiere ser el operador monetario atrás del mostrador, si no que quiere todo el puesto.
Lo que es real, es que Gabriel Deantes tuvo las manos metidas en la campaña política presidencial y las versiones indican que para actuar, supuestamente, compró un edificio de lujo ubicado en la esquina de las calles Orizaba y Jesús Reyes Heroles, en 50 millones de pesos y que ahí montó el Sistema de Información de la Jornada Electoral (SIJE) que debía alimentar de información al PRI, al Gobernador y los candidatos, precisamente de cómo se movía la jornada electoral en el estado.
Pero no funcionó.
Los 100 millones de pesos que aparentemente se gastaron en esto, quedaron inactivos.
Hay quienes acusan que en realidad se hizo fracasar al SIJE, precisamente para que no hubiera seguimiento de la jornada electoral y permitir que ganase en Veracruz Josefina Vázquez Mota empujada por los Yunes azules, en una alianza siniestra.
¿Qué tan real es esto?.
Pero aún con esos resultados Gabriel Deantes se mantiene en los cuernos de la luna.
Algo debió de hacer bien durante la jornada electoral porque además de que se le mantiene en el puesto, su primo es ahora el favorito de Javier Duarte para la sucesión gubernamental y además puede soñar con alguna de las tres posiciones.
Y eso que uno de los tres distritos que le habían encomendado directamente se perdió: Córdoba.
Dicen que Gabriel Deantes si actuó ahí, en Córdoba, pero precisamente para que el grupo que impulsaba esa candidatura dejase el poder en Córdoba.
El caso de Córdoba es raro, muy raro, porque ahí estuvo el Gobernador Javier Duarte durante la campaña electoral, tanto que incluso desalojo de su despacho al presidente municipal de esa ciudad, Francisco Portilla Bonilla, en una clara y evidente suplantación de funciones.
Pero a Gabriel Deantes nada malo le ocurrió por esa derrota.
Tampoco porque la elección presidencial en Coatzacoalcos la arrasó Andrés Manuel López Obrador, mientras que en Coatepec se la llevó Josefina Vázquez Mota, en tanto que en Tuxpan, con todo y el recurso del Gobierno del Estado y el que aportaron en la zona, comenzando por Alberto Silva (supuestamente) la elección presidencial se la llevó Enrique Peña Nieto con apenas 337 votos de diferencia.
Los malquerientes de Alberto Silva dicen que en realidad quien empujó la elección presidencial en Tuxpan fue el ahora diputado Luis Ricardo Aldana Prieto.
Y eso que, afirman, para las campañas de diputados en esos distritos hubo 75 millones de pesos aportados desde el edificio donde supuestamente operaba Gabriel Deantes.
Aunque también hay quienes dicen que mucho dinero debió quedar en el camino, porque quien transportaba los recursos era Vicente Benítez, el que fue Tesorero del Gobierno del Estado y a quien destituyeron por el escándalo de los 25 millones de pesos transportados en un avión de –aparentemente- Pancho Colorado y detenidos en el aeropuerto de Toluca.
Entonces si la actuación de Gabriel Deantes fue desastrosa durante la pasada contienda electoral, tanto que su jefe (cuentan) Javier Duarte le gritoneó junto con Vicente Benítez, Juan Manuel Del Castillo y Harry Grappa que eran unos inútiles, ¿cómo es que se mantiene en el puesto?.
De algo se sostiene Gabriel Deantes para continuar en el cargo y poder suspirar por otras tres posiciones.
¿Será tan sólo de la fuerza de su primo Alberto Silva?.
¿Serán reales las relaciones que se le atribuyen?.
¿Será verdad que le miente y engaña a su jefe? (Esto se me hace muy difícil, porque en un sistema centralista, nada se mueve sin que el jefe lo sepa y si algo ocurre sin que el jefe lo mande, significa que el jefe carece del control).
¿Qué será, pues, lo que mantiene a Gabriel Deantes?
Por lo pronto ahí está.
Y los terrenales en la interrogante de como se mantiene.
AGUA QUE FLUYE
A Lorenzo Antonio Portilla, actualmente director de Control y Evaluación de la Contraloría General del Estado, lo apoyan en pleno los nietos de la fidelidad (los duartistas, pues, que resultan ser nietos de la fidelidad, porque el Gobernador Javier Duarte es hijo de la fidelidad), comenzando por su jefe Iván López Fernández, el Contralor del Estado, que con esta posición espera cerrar las pinzas en el control y seguimiento de los recursos públicos en el estado.
Sergio Vázquez, el presidente del Colegio de Contadores ya no será el candidato de los nietos de los fidelidad y quedará para manejar los despachos de contadores que se quedarán con los contratos que salgan del Orfis.
Pero enfrente tienen a Carlos Brito, junto con Tony Macias, que aparentemente apoyan a José Luis Bueno Bello.
En esta disputa para nada se encuentra el interés de vigilar que los recursos públicos sean utilizados para beneficios de los terrenales, si no tan sólo la intención del negocio de las auditorias a los ayuntamientos.
¿Qué grupo quedará?, ¿qué intereses serán los beneficiados.
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