“No se puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia, su libertad y su iniciativa”: Abraham Lincoln
Carlos Hernández fotógrafo del periódico AZ de Veracruz fue detenido por policías de Seguridad Pública del Estado. Lo exhibieron acusándole de portar “bolsitas de hierba verde”. Un día después tras ser liberado, acusó haber sido víctima de “un levantón y de retención ilegal”. Qué existe tras esta historia. Por qué el joven no ha salido a ofrecer su explicación real de los hechos.
Colegas de diversos medios de comunicación, buscaron sin éxito al joven fotógrafo para que les detalle su versión. Había contactado a algunos para narrarles “su verdad”, sin embargo, no llegó a la cita.
Por la triste historia que ha protagonizado el periodismo de Veracruz, este caso no puede pasar desapercibido. A través del diario AZ se reveló este viernes la denuncia del foto reportero Carlos Hernández. En la breve información, se señala que el pasado miércoles por la tarde fue detenido por policías a bordo de las patrullas 1730 y 1718, cuando tomaba fotografías de un enfrentamiento en el centro de Xalapa.
La información dice que los policías “levantaron” al fotógrafo y lo llevaron a la Academia de Policía en donde estuvo retenido trece horas.
Por los hechos que se han registrado en el estado en contra de otros comunicadores que cubren la sección policiaca, su familia entró en pánico. Afortunadamente, fue localizado en el cuartel de San José donde al principio, negaron la detención, incluso les dijeron que las patrullas mencionadas “no existían”.
Alrededor de la media noche, en la SSP se aceptó su detención bajo el argumento de que le habían encontrado 10 bolsitas con hierba verde, “al parecer mariguana”. Y hasta la cinco de la mañana del otro día, lo presentaron al ministerio público para su consignación.
Mas tardaron en haberlo detenido y exhibido, que al otro día, un juez federal ordenó su inmediata liberación bajo el pago de una fianza. La historia se queda en que la autoridad federal, requerirá a los policías que lo detuvieron para que presenten las pruebas y al fotógrafo para que demuestre su inocencia.
El importante número de asesinatos, desapariciones, amenazas, despidos injustificados y migración que han sufrido muchos periodistas en el estado, requiere una versión más clara y contundente tanto del fotógrafo como de las autoridades correspondientes, respecto a los hechos.
A lo largo de todos estos años de presunta guerra contra el narcotráfico, los comunicadores, tanto fotógrafos como reporteros, han sido de las principales víctimas mortales en Veracruz y en todo el país.
Un promedio de 80 periodistas han sido victimados en los últimos 12 años en México. Es el país de toda Latinoamérica donde mas se asesina a los comunicadores. Cuatro de los últimos hechos de sangre, se registraron en Veracruz, las víctimas: Regina Martínez corresponsal del semanario Proceso, Guillermo Luna, Gabriel Huge de Notiver y Esteban Rodríguez del periódico AZ.
Los últimos tres fotógrafos asesinados, cubrían las secciones policiacas. Habían denunciado constante acoso por parte de elementos de seguridad municipal de Veracruz, a los que les molestaba que los jóvenes cubrieran las detenciones y los hechos delictivos.
Guillermo Luna y Gabriel Huge, fueron incluso detenidos y llevados a los separos que entonces se ubicaban en Allende. El ahora ya famoso ex penal de Allende donde el actor y productor de Hollywood Mel Gibson, filmó la película “atrapen al Gringo”.
Luego vinieron las amenazas que ponían en peligro sus vidas. Dos de ellos, tuvieron que irse de Veracruz de donde se ausentaron por lo menos un año. Nadie imaginaría que al regresar les esperaría la muerte. El 3 de mayo de este mismo año, serían asesinados y sus muertes conmocionarían al gremio periodístico del estado, del país y del mundo.
Ninguna comisión especial, ley de defensa a periodistas, ha sido suficiente para frenar la ola de ataques y agresiones en contra de los comunicadores. ¿Qué pasa en Veracruz?. Por qué es tan difícil que los periodistas y fotógrafos puedan realizar su profesión sin inconvenientes.
Hoy, trasciende la historia del joven fotógrafo de AZ Carlos Hernández y lo menos que la opinión pública espera, es conocer su versión real de los hechos. Sus colegas, los que tienen años de conocerlo y saben de su condición económica humilde, no creen que anduvieraportando “hierba verde”. Pero eso es algo que debe aclarar el comunicador antes que su situación, tome otro cauce.
Eso es lo menos que todos los comunicadores esperan. Ya de por sí, existe mucha mala intención de algunas autoridades en desprestigiar la labor de los periodistas en Veracruz. Como se ha visto, no se ha esclarecido un solo asesinato, pero por el contrario, se insiste en la estrategia del desprestigio: “andaban en malos pasos, ellos fueron los responsables de la muerte de sus otros colegas, eran narco periodistas” y bla, bla, bla. Hasta hace poco, culpaban sólo a los muertos, ahora ya hasta los vivos.
Pero en los hechos, nada. No hay justicia, sigue la impunidad.
Se preguntará usted, ¿hasta cuándo?…
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