11 de septiembre de 2014

CIEGOS Y SORDOS FUNCIONARIOS ANTE RECLAMO CIUDADANO POR INSEGURIDAD


Lilia Baizabal

por Lilia Baizabal
Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz, para el gobierno“; Emiliano Zapata
Resulta bastante preocupante que ante los elevados índices de inseguridad que se registran desde al norte al sur de Veracruz,  las autoridades tanto estatales como federales, continúen manifestándose indiferentes, ante el airado reclamo de ciudadanos que piden se cambien las estrategias para combatir el delito y hasta la salida de varios funcionarios  del gabinete en el área de seguridad, que no ofrecen resultados.
Varias marchas se han realizado ya en el sur del estado de Veracruz, especialmente en el municipio de Coatzacoalcos, donde los ciudadanos ya organizados, están saliendo a las calles para denunciar en masa, que no están conformes con los resultados que las áreas de seguridad y Procuración de Justicia, han ofrecido en todos estos 4 años.
Miles de personas protestaron en Coatzacoalcos hartos de levantones, secuestros y ejecuciones de empresarios, comerciantes y hasta gente inocente de la sociedad civil.
Miles marcharon en Coatzacoalcos exigiendo seguridad, pero ninguna autoridad lo vio o lo escuchó/ Foto Plumas Libres
Miles marcharon en Coatzacoalcos exigiendo seguridad, pero ninguna autoridad lo vio o lo escuchó/ Foto Plumas Libres
Recordamos el caso de la niña Karime Cruz de tan sólo 5 años, que fue asesinada a golpes por sus captores, junto con su tía Mónica, a la que cobardemente el Procurador General de Justicia Luis Ángel Bravo Contreras, acusó de ser cómplice del plagio.
Para la sociedad, que sigue atenta todas las historias de asesinados y desaparecidos en todos estos años en Veracruz, no existe credibilidad alguna en la afirmación del funcionario debido a que han dicho lo mismo en todos los casos de los periodistas ejecutados y muchos otros que han sufrido la misma suerte de un hecho de violencia.
Lo mismo dijeron para justificar los casos de los asesinatos de los reporteros Milo Vela y Yolanda Ordaz de NOTIVER, a los que acusaron de trabajar para la delincuencia.
Luego, en el caso del asesinato de Regina Martínez manifestaron que era novia de uno de los delincuentes y por eso tuvo la culpa que le sucediera el hecho.
Y en el caso de Gregorio Jiménez, intentaban decir lo mismo, pero las condiciones de absoluta pobreza y miseria en las que vivía el reportero, no les dieron argumentos para decir, que trabajaba para los delincuentes.
Otras muchas chicas y chicos, están siendo levantados y en algunos casos asesinados.
Otros más, están siendo obligados a entrenamientos para que puedan operar como delincuentes.
Los agentes del ministerio público, la mayoría- unos auténticos pillos corruptos- hacen su labor de desanimar a los padres de las víctimas para que no presenten las denuncias y así Veracruz, no tenga que reportar el dato a los organismos nacionales que están observando los hechos delictivos en las entidades.
Les dicen a los padres, mejor vaya a su casa a esperar a su hija porque lo más seguro es que se fue con el novio. El chico debe andar de parranda. Les insisten que se vayan y regresen 3 días después de no recibir alguna noticia. Tiempo extremadamente valioso, para que los tratantes de seres humanos, se lleven a las víctimas tranquilamente por cualquier carretera del norte, sur o hasta por aire.
La única realidad es que los hechos de inseguridad continúan en todos los rincones de Veracruz y las autoridades no parecen tener voluntad política para ofrecer resultados.
Pareciera que como Veracruz es representado por un gobernador emanado del PRI, la federación no está dispuesta a intervenir de manera contundente, así lo dejó ver ayer el mismo ministro de gobernación Miguel Osorio Chong que en su discurso dijo, “la seguridad no es un problema que se resuelve de la noche a la mañana”. ¡que descubrimiento!
En todo momento, el funcionario evitó usar en su discurso la palabra -inseguridad- como si haciéndolo, pudiese ignorar que la realidad de su frío y falso discurso, es muy diferente a la que viven los veracruzanos y muchos mexicanos todos los días.
Lo preocupante es que los funcionarios del gobierno federal llevan 8 años intentando resolver el problema de la inseguridad y no lo logran. En Veracruz ya llevamos 10 años de lo mismo.
Pero no porque no tengan los recursos o la capacidad para lograrlo, sino porque como ya vimos, en los más altos niveles del poder, muchos funcionarios cobran a la delincuencia por dejarlos operar.
Una historia como esa, volvió a escucharse esta mañana en el noticiero matutino de MVS con Carmen Aristegui cuando se reproducen textos de audios sobre grabaciones de Francisco “Pancho Colorado” ex dueño de la empresa ADT Petroservicios que era vínculo entre el cartel de los Zs y el entonces gobernador Fidel Herrera.
Francisco “Pancho” Colorado, purga una sentencia de 20 años en una prisión en Estados Unidos, por conspirar para blanquear capitales y trabajar para delincuencia organizada.
Una parte de la narración dice,  que el 26 de septiembre del 2012, durante una audiencia celebrada en la Corte de Distrito Oeste en Austin, Texas, el agente del FBI encargado del caso Colorado, Scott Lawson, dijo lo siguiente:
“Estamos hablando aproximadamente de 2003 o 2004, Francisco Colorado se estableció como un intermediario entre ‘Los Zetas’ y el gobierno de Veracruz. Ese dinero, se pagó al gobierno de Veracruz a través de Cessa, para darles libertad en el trasiego de drogas en el estado de Veracruz y, al mismo tiempo, como una manera de ayudar a Fidel Herrera a financiar su campaña como gobernador”.
¿Qué cantidad?. Nadamenos que 12 millones de dólares. Así, quién no gana una campaña.
Y sólo después de esto se logra entender por qué durante la gestión de Fidel Herrera los veracruzanos vivieron una dura época de inseguridad. La gente pedía a gritos el fin de esta era de terror, que era avalada desde la más alta esfera de poder estatal.
Lo triste es que se pensó que con el cambio de poder Javier Duarte de Ochoa haría que las cosas fueran diferentes. Se tuvo fe y confianza que tendría la voluntad porque al menos en el tema de inseguridad, la historia de Veracruz, fuera diferente.
No obstante, han pasado ya 4 años y la época de terror protagonizada por secuestros, extorsiones, levantones, ejecuciones, asesinatos de gente inocente, se está nuevamente recrudeciendo.
Lo dicen los hechos de historias de muerte que siguen registrándose todos los días.
Se desearía que ningún funcionario del gabinete próspero esté cobrando a la delincuencia a cambio de que operen como lo vienen haciendo. Pues no se entiende de ninguna manera cómo es posible que si se han cuatriplicado los recursos públicos para el combate a la inseguridad, se ha comprado más armamento, se han contratado a nuevos policías y demás. Y NO HAY RESULTADOS.
Se nota incluso que algunos mandos de la policía naval y del ejército podrían estar siendo infiltrados por la delincuencia, lo anterior, debido a que ya no están ofreciendo los resultados como lo habían hecho años atrás.
Desde el regreso del PRI al poder, se nota cierta indiferencia de los jefes militares de zona para contrarrestar las acciones de la delincuencia organizada. Y algunos más, hasta han sido detenidos por avalar fuga de secuestradores en la zona sur del estado.
Lo que hoy se ve, es que México sigue siendo rehén de la delincuencia y de las pugnas políticas que impiden el consenso necesario para instrumentar una estrategia nacional para disminuir la criminalidad.
Evidentemente, tendrá que ser el pueblo de Veracruz y México el que se organice y salga a las calles de todos los rincones para exigir a los funcionarios de todos los niveles cambios drásticos en sus esquemas de inseguridad. ¡Que se pongan a trabajar de verdad, pues para eso cobran millonarios salarios!.
Deben los ciudadanos presionar más a sus legisladores locales, diputados federales y senadores para que lleven las denuncias por casos de inseguridad ante los plenos para que se exhorte a los funcionarios federales una y otra vez, tomar cartas en el asunto.
A la par se requieren respuestas inmediatas en la generación de fuentes de empleo, creación de programas que de verdad combatan la pobreza pues los existentes en su mayoría, son usados por los políticos para financiar organismos que ellos manejan a través de prestanombres.
También es urgente combatir la corrupción en todo el aparato de gobierno desde los niveles federal, estatal y municipal. Y terminar con los elevados índices de impunidad que se brindan desde los cuerpos de procuración y administración de justicia.
Mientras los agentes de ministerio público integren mal las averiguaciones, los jueces liberen a los delincuentes y los funcionarios estatales o federales reciban sus partidas “extras” por hacerse de la vista gorda ante la criminalidad, nada cambiará.
Mientras el gobierno en todos sus niveles, no considere que la criminalidad no se combatirá sólo con la creación de más cárceles y la compra de más armamento o la creación de nuevas policías, sino con una atención integral al problema de la marginación y pobreza en el país pues existen ya 50 millones  pobres, no habrán resultados ni en corto ni en mediano plazo.
Sospechamos que el problema de la inseguridad en Veracruz y México, se recrudecerá aún más.
Mientras tanto, vaya comprando sus perros, sus candados e instalando sus alarmas.
Y de paso, compre una pistola, eso no lo recomendó Arturo Bermudez secretario de seguridad de Veracruz, pero a como a están las cosas, ya sólo queda actuar como en el viejo Oeste. No vemos de otra. 
Hasta la próxima.
FUENTE : PLUMAS LIBRES

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