Enrique Peña Nieto ha cumplido sólo el 10.52 por
ciento de los compromisos que firmó ante Notario Público durante su campaña
electoral en 2012, según una revisión de este diario digital, apoyada en
visiones expertas.
En los primeros 18 meses de gestión, el Jefe del
Ejecutivo había entregado 4.5 por ciento y al completar dos años, había
alcanzado el 4.8 por ciento de sus promesas. Peña Nieto está casi a la mitad
del sexenio y para cumplir la totalidad de sus compromisos tendría que hacer
válidas 44 promesas por año en promedio, una cifra que le quedó muy lejos en lo
que va de la administración.
Si el mapa de compromisos se observa por ámbitos,
el que más complicaciones presenta es el de la Infraestructura. El grueso de puntos
comprometidos le corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,
la dependencia más castigada por el recorte presupuestal con el que reaccionó
el Gobierno mexicano ante la turbulencia mundial y frente a su propia
desaceleración económica.
Pero también se nota estancamiento en el combate a
la corrupción y la pobreza. Los resultados de la Secretaría de la Función
Pública que eximieron de conflicto de interés al propio Primer Mandatario y al
Secretario de Hacienda, Luis Videgaray en los escándalos inmobiliarios
revelados el año pasado, hundieron la expectativa de la creación de una
comisión anticorrupción autónoma, compromiso número uno de la lista del
Presidente. Mientras, dos millones de mexicanos cruzaron la línea hacia la
pobreza, cuando una de las promesas era volver más efectivos los programas
sociales para aminorar ese mal.
En resumen: para poderle cumplir a los mexicanos la
totalidad de los 266 compromisos de campaña, a un ritmo de 28 cada tres años,
el Presidente necesitaría 28.5 años más o, lo que es lo mismo, 4.75 sexenios
adicionales.
Por Linaloe R. Flores, Shaila Rosagel,
Mayela Sánchez, Daniela Barragán, David Martínez Huerta y Sergio Rincón
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– El cumplimiento
de las promesas del Presidente Enrique Peña Nieto está en riesgo sobre todo por
el ajuste al gasto público de 124.3 millones de pesos (mdp) con que reaccionó
este año el Gobierno mexicano al complicado entorno internacional y frente a su
propia desaceleración económica.
De acuerdo con el Centro
de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el crecimiento de México para
2015 será de 2.4 por ciento, una cifra que se sale del rango de 3.2 a 4.2 para
este año que había puesto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Ello coloca varios
nubarrones en la concreción de los compromisos peñistas.
Una de las dependencias
más afectadas por los recortes es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
(SCT), a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, en la que justo se concentra el mayor
número de las promesas pronunciadas en campaña: 154 de las cuales, sólo ocho
están cumplidas.
Aunado al freno en la
Infraestructura, un ámbito que también presenta complicaciones es el de la
Transparencia, la Rendición de Cuentas y el combate a la Corrupción. El
compromiso número uno del listado peñista es la creación de la Comisión
Nacional Anticorrupción, un órgano que de lograrse, carecerá de autonomía y margen
de acción, según vislumbran especialistas.
La gestión
de Enrique Peña Nieto fue ensombrecida por las revelaciones periodísticas del
equipo de Noticias MVS y
de The Wall Street Journal de propiedades multimillonarias
adquiridas por él mismo y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso. El
Primer Mandatario se hizo de una casa de siete millones de dólares en la
exclusiva colonia de las Lomas de Chapultepec y de otra en Ixtapan de la Sal,
en el Estado de México. El Secretario compró otra en Malinalco, Estado de
México. Las tres propiedades les fueron otorgadas mediante créditos blandos de
los Grupos Higa y San Román, contratistas principales de la administración
federal.
Envuelto su Gobierno en el
escándalo, el Presidente nombró como Secretario de la Función Pública a
Virgilio Andrade Martínez, un cargo que se había mantenido acéfalo durante 26
meses. Una de las tareas del nuevo encargado de la Rendición de Cuentas fue
investigar si el Presidente y el Secretario de Hacienda habían incurrido en
conflicto de interés. En el preámbulo del Tercer Informe de Gobierno ya hay
resultados: ninguno de los funcionarios incurrió en ningún ilícito.
Para los especialistas, el
hecho de que desde el Gobierno se investigaran probables actos de corrupción es
un precedente que hunde las posibilidades de la creación de una comisión
desconcentrada y capaz de penalizar las acciones corruptas de la burocracia
mexicana de aquí en adelante.
Y mientras la corrupción
continúa como enfermedad en las instancias gubernamentales sin que se encuentre
el antídoto, al paisaje de la pobreza se añadieron dos millones de mexicanos.
La medición bianual que realiza el Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo (Coneval) reveló que el número de mexicanos en esa
circunstancia pasó de 55.3 a 53.3.
Uno de los compromisos de
Peña Nieto fue hacer más efectivo el programa Oportunidades, el cual cambió de
nombre a Progresa el año pasado, durante el Segundo Informe de Gobierno. Pero,
como está demostrado en la Historia de México, el cambio de nomenclatura no dio
ningún resultado. El ritmo de crecimiento del problema aumentó de 250 mil
personas en 2012 –cuando Peña Nieto tomó posesión– a un millón por año.
Con el mínimo de
cumplimiento de sus promesas de campaña, el Presidente Enrique Peña Nieto
arriba a su Tercer Informe de Gobierno y a la mitad de su gestión. La
desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Superior Raúl Isidro Burgos
de Ayotzinapa, Guerrero, hecho ocurrido el 26 de septiembre de 2014, ensombrece
los días de Gobierno federal. En Seguridad, el Presidente también se
comprometió con nueve puntos. Uno de ellos fue brindar seguridad plena en
Guerrero, ahí donde ocurrió la tragedia que descarriló su Gobierno y que
todavía no encuentra ninguna luz.
INFRAESTRUCTURA: EL RIESGO DEL
INCUMPLIMIENTO
La dependencia más
afectada por el recorte al gasto público, por la caída del precio del petróleo
fue la SCT, a cargo de Gerardo Ruiz Esparza. Y es a esta instancia a la que le
corresponde cumplir con el mayor número de los compromisos presidenciales
formulados en campaña y firmados ante Notario Público: 104; de las cuales sólo
registra 12 satisfechos.
Si en total, las
Secretarías de Estado dejaron de recibir 124 mil 300 mdp, la SCT tuvo un ajuste
a la baja en sus ingresos de 11 mil 820 mdp.
Los compromisos de Peña
Nieto, en su mayoría, están enfocados en la construcción de megaproyectos que
requieren dinero como carreteras, puertos aéreos y ferroviarios. “México
volverá a tener trenes de pasajeros”, anunció Enrique Peña Nieto antes de rendir
protesta como Presidente de México. Pero a casi tres años de aquel discurso,
los planes presidenciales han topado con la falta de inversión: se requieren 90
mil mdp, una cifra superior en 18 por ciento al de la SCT.
El recorte presupuestal
afectó en gran medida a la construcción gubernamental. El proyecto del tren
Transpeninsular Yucatán-Quintana Roo fue cancelado, mientras que el de alta
velocidad México-Querétaro se pospuso pero sobre su proyecto está la amenaza de
la falta de dinero.
Sergio
García Martínez, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de México
(ITESM), estima que este año [y el que viene] los compromisos en esta materia
estarán en un impasse. Es
el mismo análisis que hace Érica Peralta Báez, coordinadora del Área de
Competitividad de la consultora Aregional, quien vislumbra recortes aun más
fuertes para el próximo año. “2016 no será diferente”, exclama.
Tanto García Martínez como
Peralta Báez piensan que el optimismo no cabe en este ámbito. Un ejemplo de
ello es el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México que sigue su curso, pero no
será concluido hasta pasados varios años, incluso cuando la presente
administración haya concluido. ¿Cuál es el obstáculo? Los especialistas
coinciden en que la falta de confianza para la inversión privada frena la
perspectiva del megaproyecto.
Pese a la desaceleración
económica, el Gobierno peñista avanzó en la construcción de algunas autopistas,
como la de Tuxpan y la Mazatlán-Durango, así como en el desarrollo de obras de
libramientos y conexiones logísticas en El Bajío.
NOTA COMPLETA: http://www.sinembargo.mx/01-09-2015/1469939
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