Aquí lo hemos dicho: “cuando pensábamos que después de Fidel
Herrera, no le podía pasar algo peor a Veracruz, llegó Javier Duarte”. Y por si
esto no fuera suficiente, ahora se pelean los capos y se disputan el poder
político en el estado (suponemos que también ‘La Plaza’). Dos de los más
grandes delincuentes que tiene México, aliados de los Zetas y verdaderos Jefes
de Plaza, se niegan a perder el control del estado y seguir viviendo del erario
público, por medio de sus pupilos y de quien será el sucesor de la
gubernatura.
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