En todo el mundo se le conoce como revolving door: es el fenómeno
mediante el cual funcionarios de alto rango de algún gobierno son contratados,
luego de terminar su encargo público, por grandes empresas a las que pudieron
haber beneficiado o que se beneficiarán de sus conocimientos e influencias.
México es un escandaloso ejemplo de ese tipo: además de muchos secretarios de
Estado y directores de paraestatales, tres expresidentes han aprovechado muy
bien esas puertas giratorias.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Al
dejar sus tareas gubernamentales, tres expresidentes y más de 30 exfuncionarios
–desde secretarios de Estado a directores de paraestatales o de la banca de
desarrollo– hallaron acomodo en empresas relacionadas con los sectores que
atendieron a su paso por la administración pública.
Los
expresidentes son Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe
Calderón Hinojosa. Excepto el segundo, los otros dos fueron identificados por
el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de inmoral que ahora
prestaran servicios al sector privado.
El paso de la administración
pública al ámbito empresarial, y viceversa, es conocida en la política
internacional como revolving door (puerta giratoria), y de los sexenios
recientes el más abundante en esos casos fue el de Calderón, de cuyos
funcionarios de alto rango al menos 13 terminaron, como él mismo, en grandes
empresas.
Calderón formó parte del consejo
de administración de Avangrid, filial de Iberdrola, la trasnacional energética
de origen español.
En la misma Iberdrola, desde
2013, cinco meses después de haber concluido su cargo en la dirección de
Banobras, fue integrada al consejo de administración Georgina Kessel, quien se
desempeñó con Calderón como secretaria de Energía, luego de presidir, entre
otras cosas, la Comisión Reguladora de Energía.
Dos meses después de dejar la
Presidencia, en enero de 2001, Zedillo se integró al consejo de administración
de Union Pacific, el gigante ferroviario estadunidense que se asoció con Grupo
México para desarrollar Ferromex.
Zedillo, primer presidente desde
Miguel Alemán que incursionó abierta y activamente en el sector privado, se
convertiría en miembro de los consejos de Alcoa, fabricante de productos de
aluminio en México que, durante su gobierno, dejó impune el accidente
industrial que intoxicó a casi 200 obreros en Ciudad Acuña, Coahuila. También
ha sido consejero del gigante de productos sanitarios Procter & Gamble, de
la editorial española Grupo Prisa, así como de Everis, la consultora de tecnologías
de la información.
Y Fox, apenas terminó su sexenio
inició una intensa actividad privada…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2206 de la
revista Proceso, ya en circulación.
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