Niño vendiendo carrujo de mariguana en la vía
pública. Mientras los diputados del Constituyente de 1917 discutían nuevas
reglas para perseguir el alcohol y otras sustancias “antihigiénicas”. La
mariguana se distribuía con libertad en mercados, cuarteles del Ejército,
cárceles, barberías y hasta en la calle en zonas urbanas y rurales de México.
Fragmento de Tropa
Vieja, novela del general Francisco Urquizo:
“¡Yerbita libertaria, consuelo del
agobiado, del triste y del afligido! Has de ser pariente de la muerte cuando
tienes el don de hacer olvidar las miserias de la vida, la tiranía del cuerpo y
el malestar del alma… Sacudes la pesadez del tiempo, haces volar y soñar en lo
que puede ser el bien supremo. Eres el consuelo del infeliz encarcelado,
bálsamo del corazón y de las ideas. Humo blanco que se eleva como la ilusión;
música del corazón que canta la canción de la vida del hombre inmensamente
libre; libre de los demás hombres, libre del cuerpo, absolutamente libre.
¡Yerbita santa que crea Dios en los campos para alimentar a las almas y
elevarlas hasta Él! ¡Yerba que tienes el don de darnos alivio y de hacernos
olvidar, quisiera decirte un verso…!”
https://www.puentes.mx/episodio/toque/historia_narcotica
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