Por
Al carajo que la salud sea un
Derecho Humano Universal, en Nuevo León se reformó la ley para permitir a
médicos y enfermeras negar servicios a miembros de la comunicad LGBT, mujeres
embarazadas, indígenas y migrantes, argumentando motivos éticos o morales.
¡Viva el supremacismo neoleonés!
Pues así de homofóbico
y xenófobo como suena, la semana pasada, el congreso
local del siempre progresista estado de Nuevo León aprobó
una reforma
a la Ley Estatal de Salud para que médicos puedan negar
servicios a la comunidad LGBT, a indígenas y
homosexuales .
Al carajo eso de que la salud sea un Derecho Humano Universal en
Nuevo León, ahí el supremacismo
neoleonés se impone con la reforma aprobada en el congreso
local con 35
votos a favor y cinco en contra.
.
La iniciativa que modificará la fracción IV del artículo 48 de la Ley Estatal de Salud, establece la “objeción de conciencia”, como un motivo para negar la atención, no solo a “desviados” ni para “prietos”, también para otros grupos indeseables en Nuevo León, como para “viejas gordas” que quieren abortar, (mujeres embarazadas, como diría su gobernador), tampoco para “sudacas”, es decir migrantes; y por supuesto, nada de atender a indignos enfermos de VIH, porque esa enfermedad “es de sodomitas”.
La Objeción de Consciencia es un recurso que los médicos han utilizado para rehusarse a practicar procedimientos, argumentando que estos van en contra de sus principios éticos y/o morales, por ejemplo, realizar un aborto dentro de las 12 semanas por considerarlo asesinato y/o pecado.
El tena con la objeción es que pueden negarse a realizarlo, pero tampoco deberán de impedir que se le dé la atención, porque eso es contrario al juramento de hipócrates.
“El personal médico y de enfermería que forme parte del sistema estatal de salud podrá ejercer la objeción de conciencia y excusarse de participar en la prestación de servicios que establece esta ley”, así quedó la reforma a la fracción IV del artículo 48 de la Ley Estatal de Salud.
Ahora la objeción de consciencia será contemplada en la ley local… Y se imaginarán qué clase de principios morales podrían estarse defendiendo en ese estado. (Recordarán ustedes cuando a una pareja homosexual se le negó la entrada por ir tomados de la mano).
Lo mejor de todo es que la reforma fue promovida por el diputado con licencia Juan Carlos Leal Segovia, del Partido Encuentro Social (PES). La verdad eso no sorprende. Lo que sí hace ruido es que María Guadalupe Rodríguez Martínez, del Partido del Trabajo (PT), fue quien presentó el dictamen que se aprobó. Para que vean los cercanas que se vuelven las ideologías extremas.
Esto claramente es constitucionalizar y alentar la segregación social por motivos de preferencia sexual, de género, de raza y de condición médica, una verdadera tropelía convertida en reforma de ley; un atentado a las libertades y al derecho a las personas a recibir atención médica.
El exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío lo señaló vía Twitter.
Con la reforma, ciertos neoleonenses ya no tendrán que preocuparse de que sus médicos y enfermeras de raza pura tengan que faltar a sus principios morales… ya ven que en Nuevo León unos ocupan tanta moral que hasta la tienen doble.
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