EL CANDIDATO BORRACHÍN

En el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) también hay proyecciones de candidaturas folclóricas y hasta indignantes. El ejemplo es Rubén Ríos Uribe quien dejó la presidencia del congreso y pronto lo hará con la curul porque asegura que ya tiene la postulación en Córdoba y casi la alcaldía ganada con eso de que hay acuerdos con la alcaldesa panista Leticia López Landero para que operar a su favor y traicionar al PAN.

Pero lo más cuestionable es que se impulse a Ríos Uribe pese a estar acusado de ser un golpeador de mujeres y un dipsómano incorregible. Bueno, su pareja sentimental, a la que en días pasados propinó una golpiza, denunció que el diputado no solo es alcohólico empedernido sino adicto a los narcóticos. El legislador tiene una denuncia por agresiones físicas, intento de asesinato, amenazas de muerte. ¿Llevará Morena a un potencial feminicida a las boletas electorales en el 2021?

Otros dirán que si en el 2018 Morena postuló al tuxtleco Javier Gómez Cazarín acusado de la autoría intelectual del asesinato del periodista Cándido Ríos Vázquez y hasta lo hizo presidente de la Junta de Coordinación Política -o sea, e que maneja los dineros parlamentarios, ¿por qué ahora no van a postular a un borrachín y golpeador de damas? Frente a lo que hizo el popular “Carón” Gómez, lo de Ríos Uribe es ‘pecatta minuta’.

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