16 de enero de 2021

DE “TRAICIÓN A LA PATRIA” Y “UNA CRUDA MUESTRA DE CÓMO EL NARCOTRÁFICO SE INCRUSTÓ EN LAS MÁS ALTAS ESFERAS DEL GOBIERNO MEXICANO” A OTRA, ENSOÑADORA, QUE EXCULPA PLENAMENTE AL MILITAR Y LO PONE COMO “EJEMPLO” DEL BUEN COMPORTAMIENTO Y DEL “COMPROMISO CON EL PAÍS”.


México SA

Carlos Fernández-Vega

Periódico La Jornada

sábado 16 de enero de 2021, p. 20

¿Qué sucedió? ¿Cuál de los capítulos de la telenovela no se transmitió?, porque de “traficar miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos” y “blanquear dinero del narco” (versión gringa), el general Salvador Cienfuegos pasó a ser a “ciudadano ejemplar” y víctima de “fabricación de pruebas en su contra”, porque “no se pueden inventar delitos”, ergo “no hay elementos en su contra” (versión mexicana). ¿Cuál de las dos es la buena?

A máxima velocidad, el caso del ex secretario de la Defensa Nacional en tiempos peñanietistas pasó de ser una historia de “traición a la patria” y “una cruda muestra de cómo el narcotráfico se incrustó en las más altas esferas del gobierno mexicano” a otra, ensoñadora, que exculpa plenamente al militar y lo pone como “ejemplo” del buen comportamiento y del “compromiso con el país”. Todo en tres meses, cuando es conocido que los procesos judiciales –aquí, allá y acullá– son más lentos que el progreso.

Se conocen tres capítulos de la historia oficial: el 15 de octubre agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA) aprehendieron a Cienfuegos en el aeropuerto de Los Ángeles y de allí se lo llevaron a la corte de Nueva York para iniciar el proceso judicial. ¿De qué lo acusó el gobierno estadunidense?

Cuatro cargos en concreto: tres por conspiración de manufactura, importación a Estados Unidos y distribución de drogas ilícitas; y uno por lavado de dinero. “Fiscales federales detallan que el ahora indiciado abusó de su puesto para ayudar al cártel H-2 (de Juan Francisco Patrón Sánchez, sucesor de Héctor Beltrán Leyva, y abatido en 2017) a traficar miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos, y a cambio de sobornos permitió que ese cártel actuara con impunidad en México” (La Jornada, David Brooks).

El tribunal federal del distrito del este de Nueva York detalló que “los primeros tres cargos aprobados por un gran jurado a partir de evidencia presentada por fiscales federales afirman que entre diciembre de 2015 y febrero de 2017 el general Cienfuegos, también conocido como El Padrino, junto con otros, conspiró para manufacturar y distribuir drogas ilícitas con el conocimiento de que serían exportadas a Estados Unidos”. Además, fue acusado de realizar transacciones financieras y entrega de fondos en moneda estadunidense y mexicana que procedían del narcotráfico (ídem).

Ante esos hechos, el presidente López Obrador consideró que “la detención por vínculos con el narcotráfico del general Cienfuegos es un hecho muy lamentable, porque es una muestra inequívoca de la descomposición del régimen, de cómo se fue degradando la función gubernamental en el país durante el periodo neoliberal; estamos ante una situación sin precedente, porque está detenido por la misma acusación contra quien fue secretario de Seguridad Pública de Calderón. Desde luego, todo debe probarse, no podemos adelantar vísperas ni hacer juicios sumarios”.

De ahí a la acción diplomática –Ebrard se dedicó a desfacer el entuerto– y en un mes el gobierno mexicano –que movió cielo, mar y tierra– “logró” que el Departamento de Justicia retirara los cargos contra Cienfuegos, “por consideraciones de política exterior y para permitir que sea investigado por las autoridades en México, dadas las consideraciones delicadas e importantes de política exterior que superan el interés del gobierno (gringo) en proceder con la fiscalización del acusado”.

“Desestimado” el caso por los gringos, el militar regresó a México (18 de noviembre de 2020) como “ciudadano libre” y se fue a su casa. La Fiscalía General de la República (FGR) lo recibió con los brazos abiertos, aunque se “comprometió” a “iniciar la investigación respectiva”, sin olvidar “las pruebas aportadas por el gobierno de Estados Unidos”.

¿Resultado? Cienfuegos plácidamente gozó del Lupe-Reyes y el 14 de enero de 2020 la FGR decidió, sin sonrojarse, “el no ejercicio de la acción penal”. Lo exculpó, pues, en menos de dos meses.

Y colorín colorado, este cuento no ha acabado.

Las rebanadas del pastel

Entonces, ¿cuál es el capítulo que nos deben?

https://www.jornada.com.mx/notas/2021/01/16/economia/mexico-sa-cienfuegos-telenovela-inconclusa-de-traidor-a-la-patria-a-martir/

No hay comentarios:

Publicar un comentario