José Gil Olmos
El 2011 comenzó con una imagen dantesca. Los primeros minutos del sábado 1 varias personas observaron cuando un grupo de hombres armados subieron a un puente peatonal de Monterrey y soltaron un cuerpo que quedó suspendido. Se trataba de una mujer que tenía una soga en el cuello, el torso desnudo y la cara ensangrentada; las huellas de tortura eran notorias.
Era la muerte 30 mil 197 derivada de la guerra que emprendió el presidente Felipe Calderón contra el crimen organizado. De acuerdo con las estadísticas oficiales, cada día mueren ejecutadas 21 personas a causa de esta cruzada.
“Hay mucho descontento en el país; mucha gente encabronada, hastiada, desesperada, que se siente impotente ante la situación que estamos viendo. Por eso se nos ocurrió que podríamos hacer algo para que esa gente pueda manifestar pacíficamente su descontento y frustración”, comenta Eduardo del Río, mejor conocido como Rius.
El monero expone que el lunes 10 arrancará la campaña nacional en la que él y varios de sus colegas invitarán a la sociedad para que coloque en un lugar visible de sus casas, oficinas o vehículos cartulinas o papeles con la leyenda “¡Basta de sangre!”
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