Fernando Perera Escamilla, abogado que defendió al sacerdote Rafael Muñiz López, acusado de pornografía infantil y delincuencia organizada, tomó protesta como nuevo titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en el Estado de Veracruz
Tras la polémica que se generó sobre su designación como próximo presidente de la CEDH, Fernando Perera Escamilla señaló que esos señalamientos ya quedarón atrás y perfectamente aclarados por los autores, de esta manera, dijo: “no soy una persona improvisada y tengo muchos deseos de trabajar”.
Entrevistado a su llegada al último informe de labores de la presidenta de la CEDH, Nohemí Quirasco Hernández, Perera Escamilla descartó ser un recomendado de la Iglesia católica, y afirmó que su trabajo demostrará que no es un improvisado, pues detrás de él hay mucha experiencia en el quehacer de la función pública.
Perera Escamilla dijo que como nuevo presidente de la CEDH buscará consolidar el respaldo a quienes sufren la alteración negativa de sus garantías individuales por parte de alguna autoridad. Y ante la insistencia de los periodistas por el hecho de haber defendido a un cura acusado de actos de pornografía infantil, dijo que buscará legitimar su capacidad con trabajo con la prioridad de la atención a la víctima del delito y que eso era ya pasado, lo cual no afectará el desarrollo de su trabajo en la defensa de las garantías individuales.
Así, volvió a negar ser una imposición de la Iglesia católica, por lo que dijo que su designación está basada en las 171 propuestas por parte de asociaciones civiles del estado que lo respaldaron para participar en la búsqueda del cargo, al igual que otras personas que no alcanzaron el espacio.
Añadió que trabajará con pluralidad sin distingos de colores ni religión, pues según él, es una persona que no externa en su vida profesional lo personal, “soy un respetuoso del Estado laico”.
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