¿Cuántos niños más, deben morir?/ Piedra en el zapato por Lilia Baizabal
13 agosto, 2012
“Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Os lo aseguro, el que no acepte el Reino de Dios como un niño, él. » (Mc 10, 14-15)”.
Mi pregunta es cuántos niños mas tienen que morir, para saciar el orgullo de los políticos que han ordenado esta inútil guerra sangrienta, que continúa cobrando vidas de inocentes, como los cuatro que murieron ejecutados este fin de semana en la comunidad de Mata Loma, en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, en Veracruz.
Organismos defensores de derechos humanos en el país, han alertado sobre el incremento en las cifras sobre el número de niños, que han sido asesinados en el marco de la presunta guerra contra el narcotráfico ordenada desde el año 2006 por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
La guerra, contrario a lo que dicen los funcionarios públicos, no ha cumplido con el cometido de reducir la violencia y las adicciones en el país. Por el contrario, los expertos dicen que crecen las cifras de niños y jóvenes asesinados y muchos de ellos quedan en el desamparo y la orfandad ya que miles de padres han muerto o están en la cárcel por presuntos vínculos con la delincuencia.
Las cifras oficiales revelan que poco mas de mil 500 niños han muerto en los últimos 6 años, en todo el país, sin contar las víctimas de estos primeros seis meses del año 2012. Y los cuatro menores encontrados degollados, en una humilde vivienda de la comunidad de Mata Loma en el municipio de Manlio Fabio Altamirano.
Las cifras extraoficiales hablan de poco más de 3 mil menores que han sido ejecutados, levantados, desaparecidos, en todo el territorio nacional. Hasta la fecha, las autoridades de todos los niveles se han mantenido indiferentes para implementar estrategias que contribuyan a salvar a nuestros niños y jóvenes de una guerra que no es de ellos.
Con dolor e indignación, se lamenta la muerte de los niños Manuel Reyes Díaz de 12 años, así como de Aleyda Reyes Díaz de 9, Esmeralda Reyes Díaz de 3 años y otra pequeñita de apenas 5 años a quien solo identificaron como “Coquita”.
Según las autoridades responsables de la procuración de justicia, los menores murieron degollados desde la noche del viernes. En el lugar también fueron encontrados los cuerpos de un anciano de 65 años de nombre Isidro Reyes, así como de su hijo Manuel Reyes y la esposa de su hijo, Inés Díaz de 38 años de edad.
El hecho de por si, es alarmante. Pero la muerte de los niños no tiene explicación alguna. Qué mal pudieron haber cometido esos pequeñitos para haber sido victimados de la forma en que fueron encontrados.
La otra pregunta que nos hacemos es qué hará la institucionalidad en el estado de Veracruz, para salvar a nuestros niños de esta espiral de violencia, no encuentro las palabras necesarias para describir la tristeza y preocupación por este hecho que nos debe lastimar a todos y obligarnos a exigir a las autoridades un ¡ya basta!.
El crimen está visto, no se combate con violencia. Y menos cuando crecen las cifras de personas que son víctimas sin tener absolutamente ninguna relación con hechos ilícitos. Ahora qué nos van a decir, qué los niños victimados en Mata Loma, trabajaban para la delincuencia.
No existe explicación alguna que justifique la barbarie contra esos y otros niños que en Veracruz, han sido víctimas de hechos de violencia. Y menos cuando su familia era tan humilde, que vivía en una casita de madera cubierta con láminas de cartón.
Y si los expertos dicen que no existen logros en esta presunta guerra contra el narcotráfico, qué esperan las otras autoridades para exigir un alto a la masacre de seres humanos inocentes que no pueden seguir siendo parte de las listas de “víctimas colaterales” en todo el país. La cifra rebasa los 50 mil muertos 20 mil desaparecidos y 200 mil desplazados. Y luego, qué están esperando.
El daño causado a los niños, niñas y jóvenes víctimas de la violencia en el país es enorme. Nos preguntamos qué mas tiene que acontecer para que los señores funcionarios decreten un alto a esta vorágine de violencia que está dejando secuelas irreversibles con efectos que a corto y largo plazo, fracturarán aún más las estructuras sociales y políticas de la nación.
Qué esperan los señores diputados locales, federales, senadores y demás funcionarios para salir pronunciarse sobre estos condenables y lamentables hechos. Qué esperan para exigir a las autoridades cumplan con su obligación de garantizar el estado seguro al que todos los ciudadanos tienen derecho.
Qué se puede hacer con una doble moral bastante generalizada de la clase política que se mantiene indiferente hasta cuando asesinan a los niños.
¿ Qué se puede hacer con una legislación que nos tiene en un estado de verdadera indefensión prohibiendo la portación de arma de fuego a civiles para la legítima defensa, ya que es el Estado Mexicano quien tiene monopolio de la seguridad pública, seguridad que tiene muchos años que no nos está brindando a sus ciudadanos ?.
Qué más se puede hacer contra estos actos de barbarie que lastiman en lo más profundo a nuestra sociedad. Qué, señores funcionarios, qué mas se puede hacer?. Ustedes tienen las respuestas, ya pónganse a trabajar. Antes que la población decida defenderse de otra manera.
Elevemos nuestras plegarias al cielo, oremos por el retorno de la paz a nuestro país.
Y roguemos por el eterno descanso de las almas de esos pequeñitos inocentes que murieron este fin de semana en Veracruz.
Descansen en paz. Así sea. Amén.
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