Y se preguntan por qué regresa el PRI/ Piedra en el zapato
15 agosto, 2012
“Que no haya ilusos, pues, y que no haya desilusionados”: Manuel Gómez Morin.
liliabaizabal@hotmail.com
¿Por qué regresará el PRI a los Pinos?. Por la incapacidad manifiesta del PAN en 12 años de administración federal y por la eterna división en las tribus de la izquierda que a estas alturas, continúan evidenciando en algunos estados, actitudes entreguistas, a favor de los que les pagan para la aprobación de leyes que convienen al poder en turno.
Todos los liderazgos son responsables del próximo regreso del PRI a los Pinos, pero especialmente Felipe Calderón Hinojosa, porque desde su llegada, aplicó políticas públicas neoliberales que acentuaron aún más la pobreza, el rezago social y una estrategia de seguridad que continúa cobrando vidas de inocentes.
Basta observar la conducta del panismo tras los resultados de las elecciones. Aceptó Gustavo Madero el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, en entrevista de ayer, que el PRI cometió serias irregularidades para ganar la elección presidencial, sin embargo, no promoverán ningún recurso de inconformidad. Otra vez, el “haiga sido, como haiga sido”.
La compra de sufragios a través de los monederos Monex, la entrega de despensas con el apoyo de las cadenas Soriana, la operación de programas sociales de gobiernos representados por el PRI, peculado, evasión fiscal, rebase de topes de gastos de campaña.
El uso de empresas fantasmas, dinero de procedencia ilícita, el apoyo desmesurado de la televisión a favor de un candidato, no son para el PAN nacional, motivos de peso para sumarse a la exigencia de transparentar los resultados de las elecciones presidenciales.
Pero no extraña. Esfumadas las esperanzas del cambio en el año 2000, con el gobierno de Vicente Fox, el futuro para México era incierto. ¿Seria el gobierno Calderonista mejor o peor?, la pregunta nunca fue ociosa. Los resultados hoy, saltan a la vista.
Las miles de muertes registradas por la presunta guerra contra el narcotráfico, son sin lugar a dudas la peor herencia, no obstante, desde los primeros meses del gobierno que concluye, quedó claro que continuarían los negocios, ahora ya no al amparo de los entenados, pero si del cuñadismo, del influentismo, del corporativismo, del amiguismo.
Los panistas aprendieron muy pronto los vicios que tanto le criticaron al PRI en el poder. Después de dos administraciones seguidas, en los medios de comunicación decir “PRIAN”, era lo mismo. Cargaron con el estigma de “espurio”, desde el 2006, vinieron los amigos donde cupieron desde militantes, empresarios, dirigentes de organismos laborales afines y demás. Creció la corrupción y la impunidad.
Sonaron a increíbles las declaraciones de un presidente que se deslindó del fracaso de su partido en la elección. Y mas todavía, cuando hasta la semana pasada, intentó acelerar el proceso de renovación acomodando a sus incondicionales porque pretende manejar desde una Universidad de Estados Unidos, los restos de lo que queda del PAN. Si sus fundadores vivieran, morirían otra vez, al ver en qué han convertido a este organismo político.
Fox quiso seguir medrando de los recursos públicos aún y cuando ya no estaba en el poder. La orden fue cortarle el suministro a todos los negocios que dejaron aceitados a través de los hijos de Martha Sahagún. Su venganza fue, venderse al PRI recibiendo durante todos estos años jugosos contratos con gobiernos de estados emanados del tricolor. Lo peor, fue verlo haciendo campaña para el regreso del PRI a los Pinos.
Públicos los compromisos de Calderón: “Voy a reducir los impuestos para quienes trabajan, producen y generan empleos”, “voy a manejar el dinero del pueblo en caja de cristal”, “voy a ser el presidente del empleo”-ninguna de sus promesas de campaña, fueron cumplidas.
Todas fueron, meras palabras. Y los hechos hoy dejan una factura de enormes proporciones. México es hoy, un país mas pobre y mas corrupto; menos transparente y menos democrático; con una mayor carga impositiva y niveles históricos de desempleo, hambre, miseria. Y una estela de 50 mil muertos producto de una guerra que no sirvió para nada.
El que ya se va, no se conforma con toda esa herencia que deja al país, tiene la certeza de que su proyecto solo sufre un receso de 6 años y en el 2018, regresará para tomar las riendas de la patria, impulsando a otro candidato amigo, que le permita el regreso como el “Ave fénix”. Querrá seguir entregando los recursos no renovable al Imperio, pero lástima, se duda que el PRI le deje algo.
Habría sido bueno para la democracia en México, que el PAN se sumara a la exigencia de transparencia de los resultados de las elecciones presidenciales. Pero no, como siempre, decepcionan. Hasta el último minuto nos dejan en claro, que son emblemas de la gran farsa del cambio.
Se nota que las concesiones del poder a los que regresan, incluyen que todas las sospechas por actos de corrupción, así como la lista de abusos, no darán material de sobra al PRI para enjuiciar a las entrañas del Calderonismo.
En éste contexto de escándalos políticos, económicos y mediáticos, se va Calderón a los Estados Unidos de profesor. Se quedan los mexicanos, angustiados por tanta inseguridad y apretándose otra vez el cinturón. Y con el PRI de regreso a los Pinos, el verdadero cambio está más lejos que nunca.
Al tiempo.
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