2 de agosto de 2012 Análisis
La recaptura de Mario Villanueva en junio de 2007.
Foto: Eduardo Miranda
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (apro).- Mario Villanueva Madrid, exgobernador del PRI en
Quintana Roo, se declaró culpable en Estados Unidos de lavado de dinero. Mala
noticia para Enrique Peña Nieto, cuyo triunfo aún pendiente de validarse, ya
quedó manchado por los alegatos sobre supuestas operaciones de blanqueo de
capitales.
A fines de los años noventa, Villanueva Madrid marcó la decadencia del viejo
régimen priista, tocado por el narcotráfico y cómplice del desarrollo de la
delincuencia organizada en el país.
Mario Villanueva gobernó de 1993 a 1999, pero no alcanzó a entregar el poder
a su sucesor, el también priista Joaquín Hendricks, porque huyó semanas antes,
acusado de colaborar para el grupo de narcotráfico más fuerte de entonces, el
cártel de Juárez, de Amado Carrillo, El señor de los cielos.
Quien lo perseguía no era sólo el gobierno del entonces presidente Ernesto
Zedillo, que de esa manera abonaba a la campaña adelantada de Vicente Fox.
Su principal perseguidor fue el exbanquero Roberto Hernández, uno de los
exdueños de Banamex y uno de los financiadores de Fox, su viejo compañero en la
Universidad Iberoamericana.
Villanueva y Hernández se acusaban mutuamente de apoyar al narcotráfico. De
las oficinas gubernamentales de Quintana Roo salían las versiones sobre los
supuestos cargamentos de droga que eran “bombardeados” en áreas cercanas a las
propiedades del entonces banquero.
La vocera de Villanueva, por cierto era Gina Domínguez, quien ahora cumple la
misma función con el gobernador de Veracruz, también del PRI, Javier Duarte de
Ochoa.
Duarte mismo ya tiene su propia historia con recursos bajo sospecha, como los
25 millones de pesos asegurados por la Policía Federal (PF) en enero pasado, en
el aeropuerto internacional de Toluca.
Aunque el dinero le fue devuelto al gobierno veracruzano, porque la PGR
“verificó” que era para pagar al productor Willy Souza –ahora detenido por
fraude–, el movimiento de millonarios recursos en efectivo hacia la tierra de
Peña Nieto fue un adelanto de la pesadilla en que se convertiría el tema del
lavado de dinero en la elección presidencial.
Amigos de Fox, recuérdese, también desarrolló un esquema de triangulación de
recursos para financiar la campaña del guanajuatense.
Prófugo, Villanueva Madrid fue detenido en 2001, ya con Fox en la
Presidencia, y fue procesado por narcotráfico, pero seis años después fue
absuelto. Sin embargo, apenas dio unos pasos en libertad cuando fue nuevamente
detenido, requerido por Estados Unidos, a donde fue extraditado en 2010, acusado
de narcotráfico y lavado de dinero.
Liberado también allá del cargo de narcotráfico, este jueves 2 se declaró
culpable de haber participado en una estructura de lavado de dinero en ese país,
en momentos en que el candidato presidencial del PRI pasa por la misma
penuria.
Aun cuando los recursos para financiar las tarjetas Monex y Soriana no
provengan del narcotráfico, su origen desconocido e introducción al sistema
financiero formal se ajustaría a un esquema de lavado de dinero.
La admisión de culpabilidad de Villanueva, que al más puro estilo negociador
de la justicia estadunidense le podría significar una reducción de la condena,
remueve el pasado delictivo del PRI que nunca se fue.
Comentarios: jcarrasco@proceso.com.mx
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