En el último día del Hay Festival, el periodista inglés John Lee Anderson reiteró su llamado a las autoridades a esclarecer los crímenes de periodistas veracruzanos y dar garantíaspara el ejercicio de la libertad de expresión en la entidad.
Acompañado de Guillermo Osorno, en la explanada de la Casa de Los Lagos, Lee Anderson, corresponsal de diversos medios en la cobertura de guerras en el mundo y actualmente colaborador del New Yorker, abrió su intervención condenando la situación de violencia que se vive en México y en Veracruz, contra los periodistas.
“El estado de la violencia en México y la situación de la prensa, particularmente en Veracruz, es notoria y notable”.
Indicó que en conversación con periodistas internacionales, “no son muchos los periodistas que se les antoja venir a México a reportear, justamente por lo que sabemos que está ocurriendo, la precariedad, el riesgo de los colegas en México”.
“Es un tema de gran preocupación y estoy aquí en una afán de expresar mi solidaridad y mi preocupación en cuanto a la suerte de los colegas mexicanos en Veracruz”.
El autor de obras como “La caída de Bagdad”, demandó “a las autoridades correspondientes esclarecer los hechos ocurridos y ofrecer el mayor amparo a la sociedad en Veracruz y a nuestros colegas que hacen periodismo, porque sin libertad de expresión estamos perdidos todos”.
Durante su participación, Anderson abordó diversas temáticas, como su experiencia en la cobertura de guerras recientes como la de Siria y su opinión sobre países como Venezuela o Cuba.
En ese sentido, el periodista pidió “desideologizar” el debate para poner ver objetivamente las cosas buenas y malas de estos dos últimos regímenes latinoamericanos.
En relación al caso de México, Anderson reconoció que ha perdido presencia ante otras naciones latinoamericanas como Brasil y lamentó que México desde hace muchos años esté “ensimismado en muchos problemas como la guerra del narco”.
No obstante que es un país reconocido en todo el mundo y “fascinante” por su cultura, además de que hay avances democráticos y existe ya una clase media “potente”, el país “sigue arrastrando problemas del pasado”, como el no haber consolidado una “legitimidad total en los corazones y mentes de los ciudadanos”.
“Por la misma forma en que se creó el Estado Mexicano, en una revolución, se ha legitimizado hasta cierto punto el derramamiento de sangre y un culto de violencia revolucionaria en este país, de la que se han apropiado ciertos personeros: los caciquismos del pasado que siguen estando presentes, a pesar de la alternancia democrática y eso está muy presente en la guerra del narco actualmente”.
Según el periodista, mientras no se instaure un gobierno legitimado por los mexicanos, persistirán estos males, ligados a la violencia.
“México va a seguir envuelto en sus propios problemas, desgastando sus fuerzas al interior”.
Sobre su experiencia en la cobertura de guerras y personajes de estas situaciones, Anderson narró que una de las que más le han impactado es la violencia en países como Liberia, en donde pudo presenciar videos de masacres de pobladores, incluidos niños, por parte de grupos ligados al dictador Charles Taylor, que llegaban al extremo de abrir los vientes de las mujeres embarazadas sólo para saber el sexo de los bebés, como parte de un juego de apuesta.
En una entrevista con el dictador, relató que éste negó haber cometido esas crueldades contra su propio pueblo, hasta que le preguntó sobre el significado de una bastón que cargaba siempre.
Charles Taylor le respondió: “es un bastón que llevo desde la guerra y viene de un árbol muy especial. ‘Yo le digo, ¿porqué es muy especial?’ y me mira y me dice: porque todo ser vivo que va debajo de las hojas de ese árbol, muere”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario