En Veracruz se pretende construir varias presas hidroeléctricas. Algunas de ellas ya están en proceso de construcción. Los ríos que se pretende represar se encuentran principalmente en el centro del estado. Sobre el Río Pescados se pretende instalar 112 presas y 6 hidroeléctricas, y en la Sierra de Zongolica se planea construir por lo menos tres presas.
De realizarse estos proyectos, afectarán indudablemente la salud de los ríos y con ello a los ecosistemas riparios, afectando gravemente las economías locales, y los estilos de vida de muchas poblaciones indígenas y campesinas, violando el Convenio 169 de la OIT.
Es poco el aporte de este tipo de proyectos, en relación con la demanda de electricidad a nivel estatal o nacional, y muy alto el costo que por ellos deberían pagar las poblaciones rurales del estado, las cuales representan casi el 40% de la población estatal.
Si nos oponemos, y llamamos a oponernos, a este tipo de proyectos es porque en el Estado de Veracruz se tiene una larga lista de agravios que bajo el disfraz del “desarrollo” han traído despojo y pobreza a las poblaciones como fue el Plan Papaloapan 1947-1960 entre otros.
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