La jornada.
Luego de que panfletos anunciaran una recompensa de 46.500 dólares por su cabeza, el administrador de una página Facebookque alerta a los habitantes del noreste de México sobre acciones del crimen organizado dijo a la AFP que la amenaza pudo provenir de “autoridades corruptas”.
“600 mil pesos para el que aporte datos exactos del dueño de la página ‘Valor por Tamaulipas’”, decían los numerosos volantes que aparecieron el 13 de febrero en la capital de ese estado, Ciudad Victoria. Allí, los medios de comunicación permanecen amordazados ante los crímenes y amenazas de bandas criminales y los episodios más negros de la lucha gubernamental en su contra.
El texto, inmediatamente publicado en la página Facebook por varios de sus más de 164 mil seguidores, extendía la amenaza a “los familiares directos” del administrador del sitio e incluía un número de teléfono para aportar los informes. El origen de la amenaza podría “estar relacionada entre autoridades corruptas e integrantes de los Z (cártel Los Zetas)”, escribió el internauta responsable de “Valor por Tamaulipas” en un mensaje a la AFP, aunque prefirió reservar su nombre.
“Una característica clave que me hace pensar de autoridades corruptas es la forma en la que está redactada la amenaza, con pocas faltas de ortografía y no está firmada por ningún grupo delictivo”, añadió.
Sin embargo, las autoridades de Ciudad Victoria, de más de 300 mil habitantes, tuvieron que “contar con la autorización del cártel Los Zetas, que es el que controla la ciudad”, fustigó.
Basta abrir el perfil “Valor por Tamaulipas” para constatar la enorme cantidad de avisos que los ciudadanos envían diariamente desde varias ciudades de ese estado, fronterizo con Estados Unidos.
Presencia de hombres armados en alguna calle, balaceras, bloqueos vehiculares orquestados por narcotraficantes, secuestros o hallazgos de cadáveres, son algunas de las amenazas que se denuncian en la página desde hace un año, mientras que los medios de comunicación formales publican mayoritariamente información oficial en sus portales.
“Al inicio creo me estaba ganando el miedo (…) pero actualmente estoy más sereno, hice las consideraciones pertinentes y creo ahora mi responsabilidad para con mi gente es mayor, no puedo defraudarlos”, escribió el administrador alentado por sus seguidores, cuyas consultas se dispararon de cerca de 18 mil antes de la amenaza a unas 59.336 después. Pese al apoyo ciudadano, el comunicador niega haber recibido protección de las autoridades o de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
“No creo que haya voluntad para proteger a alguien que publica la evidencia de un estado totalmente superado por el control criminal“, señala.
La escalada de violencia contra los periodistas en Tamaulipas se inició a mediados de 2009, cuando ocho comunicadores desparecieron en Nuevo Laredo. Siete de ellos aparecieron tiempo después en otros lugares del país, pero nunca regresaron.
En 2010, se desató la guerra entre el cártel del Golfo y sus antiguos aliados Los Zetas, que ha dejado una estela de muertos y desaparecidos en varios estados del norte y este de México.
En septiembre de 2011, el cuerpo decapitado de María Elizabeth Macias, de 39 años y madre de dos hijos, fue abandonado en un céntrico monumento de Nuevo Laredo junto a teclados de computadora y un mensaje, con la firma “zzzz”, que decía que fue asesinada por informar sobre actividades del crimen organizado en redes sociales.
Días antes, un hombre y una mujer habían aparecido colgados de un puente también en Nuevo Laredo, acompañados de mensajes amenazantes para quien utilice Internet con fines de denuncia.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, 82 periodistas han sido asesinados y 18 han desaparecido en México desde el año 2000. Además, se han registrado28 ataques contra instalaciones de medios de comunicación y 807 trabajadores de la prensa han interpuesto quejas por agravios en el mismo periodo.
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