- “El cochiloco”, Joaquín Cosío, en la película “El infierno” de Luis Estrada, lo dice con una filosofía contundente: “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.
- Así, y desde tal mirada del mundo, pudiera considerarse la presencia del góber fogoso, Fidel Herrera Beltrán, FHB, en el desfile dominical del carnaval, flanqueado en el palco por el gobernador (JD), y a un ladito, la alcaldesa jarocha.
- Y más porque a mitad de semana reapareció con los honores de jefe de Estado, comandante máximo de las tribus priistas de Veracruz, en la Casa Veracruz, en una comelitona con los diputados locales priistas.
Por: Luis Velázquez
Veracruz, México; 12 de febrero, 2013.-- Y más porque de norte a sur hay efervescencia por las candidaturas a las 212 alcaldías, más de 1,500 sindicaturas y regidurías y las curules al Congreso jarocho.
Y más porque en la militancia priista y opositora, hay la percepción que “El tío” ha regresado al “estado ideal para soñar” porque del tamaño de su biografía política es el miedo del PRI a una derrota en las urnas el 7 de julio.
Y más, por lo siguiente: en el primer semestre del año 2011, FHB fue satanizado en la declaración política y en la pasarela mediática por “una mano que mece la cuna”.
Primero: cuando trascendió que un montón de constructoras se habían ido “al baile” con un peculado de mil millones de pesos.
Incluso, en aquel entonces, desde el palacio principal de Xalapa hubo rueda de prensa, reproducida en el noticiero estelar de Televisa, a cargo de Joaquín López-Dóriga, tiempo pagado, desde luego, con cargo al erario.
Y segundo: cuando el Congreso filtró que de los años 2004 a 2009 una parte de los alcaldes, ediles y funcionarios de confianza habían “ordeñado la vaca” con tres mil millones de pesos.
Luego, de pronto, el contralor Iván López Fernández, “El burro”, anunció marcha atrás del sexenio próspero en el caso de las constructoras y dijo que a partir de la fecha “borrón y cuenta nueva”.
Después, ni hablar, de los más de 250 exediles en la mira del ORFIS, la Comisión de Vigilancia del Congreso y la Procuraduría de Justicia sólo detuvieron a unos 20, quizá, y cuyo expediente ni desenlace se conoce.
Además, desde diciembre de 2010, la deuda pública heredada por el góber fogoso ha sido tema candente.
Y lo peor, desde entonces, y por tercer año consecutivo, hay un programa de austeridad, pues todavía hoy SEFIPLAN sigue pagando deuda pendiente a los proveedores.
En tales hechos y circunstancias, el góber fogoso reaparece en la Casa Veracruz, la casa oficial del gobernador, y en el carnaval jarocho para lucirse y mostrar el puño, más que su regreso exitoso, porque nunca se ha ido.
POLÍTICOS CON BAJO PERFIL
En la cultura priista, la enseñanza está fuera de duda: el exgobernador desaparece del mapa para dejar en libertad absoluta al sucesor de actuar y construir su plan estatal de desarrollo.
Habría de recordar cuando Lázaro Cárdenas decidió exiliar a su antecesor, Plutarco Elías Calles, a Los Ángeles, pues estaba obsesionado con seguir gobernando y mandando, como lo hiciera con Emilio Portes Gil, Abelardo L. Rodríguez y Pascual Ortiz Rubio.
Hoy, en el país, pudiera decirse que sólo existe un antecedente donde el góber en turno y el antecesor cohabitan a plenitud. En Quintana Roo, con Roberto Borge, y su padrino y mecenas, el senador Félix Canto.
Sin embargo, se recordaría
“Los chamacos de la fidelidad” han tenido como único maestro a Fidel Herrera, y por eso lo pasearon en la Casa Veracruz y en el carnaval jarocho
que en QR nunca se dieron las circunstancias que en Veracruz en la transición de FHB a JD.
En contraparte, Enrique Peña Nieto es el inquilino de Los Pinos y no obstante haberse formado con Arturo Montiel como gobernador del estado de México, Montiel por ningún concepto ha aparecido en el altiplano a su lado, ni siquiera, vaya, en recepciones oficiales.
Desde finales de 2010, los exgobernadores Ulises Ruiz, de Oaxaca, y Mario Marín, de Puebla, mantienen un bajo perfil.
Y aun cuando han filtrado a su gente en algún cargo menor del gabinete peñista, se conservan en la discreción.
GRATITUD DE JD A FHB
Queda claro: el góber fogoso ha robado la primera plana de los periódicos en la última semana en Veracruz, y ninguna duda hay, incluso, que en el desfile del carnaval fue la noticia estelar, más que las comparsas, los cromos en los carros alegóricos, los artistas del momento, la reina, el rey feo.
¡Y qué bueno!
“Los chamacos de la fidelidad”, que ahora gobiernan en la tierra jarocha, fueron sus alumnos, a tal grado que todos, sin excepción, sólo han estudiado la ciencia política, teórica y práctica, a su cobijo.
Es más, todos han tenido como único trabajo en la administración pública en los cargos públicos desempeñados por FHB.
Todos iniciaron de cero y están convertidos en la clase gobernante en turno, de cara a un proyecto transexenal iniciado en el año 2004 y que, mínimo, está pensado para el 2022.
Igual que Luis Echeverría Álvarez, “El tío” de Nopaltepec construyó una alianza generacional con los jóvenes, a quienes ha abierto las puertas políticas.
Claro, Echeverría lo hizo para acallar los reproches de su conciencia, luego de la matanza estudiantil de Tlatelolco y “Los halcones del 10 de julio”.
Fidel, en cambio, se arropó en Adolfo Ruiz Cortines y decidió sembrar para México.
Por eso, resulta gratificante que JD lo haya recibido en la Casa Veracruz, paseado en la candileja mediática y muestreado en el carnaval para, de paso, medir la temperatura política alrededor de su figura, ahora cuando se ha encargado de la operación electoral de las alcaldías y diputaciones locales.
Eso habla de la gratitud que JD le tiene a FHB.
“El cochiloco”, pues, se equivocó: “Una cosa” está relacionada con la otra “cosa”.
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