17 de mayo de 2013

PRENSA VERACRUZANA JUZGA Y SENTENCIA


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Azalia Hernández / Zapateando
Detenido arbitrariamente, Abraham Caballero Martínez fue presentado por los medios veracruzanos como el homicida confeso de Gabriela Nayeli Díaz Hernández. Él ya era el responsable previo a su presentación ante un Ministerio Público. Incluso las pruebas de consignación ya se habían divulgado sin haberse realizado completamente.
La misma foto, el mismo boletín de la Agencia Veracruzana de Investigaciones es difundido como “prueba” de la “eficacia del gobierno” en el “esclarecimiento” de uno de los 132 feminicidios en el estado. Cita de la cita, que en originales de prensa aparece sin comillas: “Con acciones como ésta, el Gobierno del Estado de Veracruz, a través de la PGJ, deja clara su determinación para combatir frontalmente el delito de género y llevar ante la justicia a todos aquellos que trastoquen la paz y tranquilidad de los veracruzanos”.
Un mensaje en la redes de Facebook aseguró: “Primero niegan que los feminicidios sean un problema en Veracruz y luego acusan a un activista de feminicidio. ¿Desde cuándo son tan eficaces las autoridades en el Estado? ¿Desde cuándo realizan investigaciones y resuelven un caso tan rápido? ¡Todo esto suena a un MONTAJE! Para desprestigiar a los activistas al mismo tiempo que presumen “eficacia” en el “combate al crimen”. Hay que ver muy de cerca el caso, me niego a creer en las autoridades que han mentido tan descaradamente como en el caso de Regina Martínez donde también atraparon a chivos expiatorios…. ¡QUEREMOS JUSTICIA!”
Basados en una sola fuente, las primeras notas periodísticas del caso no explican que: la detención fue al estilo sicarios, que el Frente contra la Imposición reportó a Abraham Caballero como desaparecido exigiendo su rápida presentación y el respeto a su integridad física y moral. Y que contextualizaban esta desaparición como parte de: “una campaña fuerte de criminalización de los defensores y defensoras de Derechos Humanos utilizada para desprestigiar y desarticular las luchas sociales”. Esto datos están disponibles en comunicados publicados en medios libres nacionales pero la prensa no cotejó.
Poco han informado los medios de comunicación de las graves violaciones de derechos humanos en el proceso contra Caballero Martínez: pasaron cuatro horas desde que lo detuvieron; en ese tiempo él fue torturado física y psicológicamente, además de ser drogado; no existió orden de cateo ni de aprehensión; los policías vestidos de civil que realizaron la detención inicial no se identificaron; no dijeron la causa de la detención; otras personas presentes en la detención fueron también golpeados, insultados y amenazados; vecinos afirman que la AVI buscaba implicar en un delito de despojo y de posesión de drogas a los integrantes de Casa Magnolia “sembrándoles pruebas”.
No deja de sorprender la amplia cobertura periodística del arresto y un silencio posterior. Después de las fotos y loas de la detención, el caso se esfumó de los medios, no hay seguimiento. Pareciera que no importa la muerte de una mujer ni la detención arbitraria plagada de violaciones de derechos humanos de un activista. La prensa veracruzana juzgó, sentención y cerró el caso.

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