14 de septiembre de 2013

REDESCUBRIR A GABRIEL ZAID







Eduardo de la Torre Jaramillo

Antes de escribir sobre un ensayo de Zaid, narraré una anécdota académica personal en la facultad de sociología en 1989, por ese año llegó a darnos clases un economista iconoclasta, Jaime Fischer, éste maestro en una clase afirmó con ironía: “parteaguas van y vienen, el 68 fue un parteaguas, el 88 fue otro parteaguas, y los que vendrán, pero no pasa nada en este país”, recuerdo que todos al escuchar eso no estuvimos de acuerdo, pero efectivamente después vinieron los parteaguas de 2000, 2006 y 2012, acompañados de las multitudinarias marchas en contra de la inseguridad, el desafuero, el fraude cibernético, el #YoSoy132 pero lo único que realmente sucedió fue el regreso del PRI a la presidencia de la república, a quien le votaron las mexicanas y los mexicanos en un 38.2%, claro recibieron un poco de ayuda de Monex.

Todo lo anterior viene al caso, porque hace unos días volví a leer el ensayo de Gabriel Zaid que llevó por título: “los escenarios del fin del PRI”, publicado en la revista Vuelta en número 103 de junio de 1985, allí Zaid inicia su reflexión con la siguiente frase: “Seria muy extraño que el PRI fuera eterno”, y es una frase que dejando la ironía, pues cada día más se acerca a la realidad, puesto que con la alternancia panista, el PRI no cambió, no se modernizó y así ganó la elección del año pasado, y aquí la pregunta es para los mexicanos y no necesariamente para el sistema político en su conjunto, al cual ya pertenecen plenamente el PAN y el PRD, partidos políticos ya sistémicos, gracias al Pacto por México, de allí que todas las reformas “estructurales” serán aprobadas en los próximos días, algunas con pequeñas reformas, pero al final serán aprobadas. Retomando a la pregunta actual: ¿por qué los mexicanos le siguen votando al PRI?.

Pues bien, regresando a Zaid, en el mencionado artículo allí primero planteócuatro escenarios “conocidos”: a) el sistema es tan original, que será el primero del planeta cuya historia no tendrá fin; b) habrá un golpe de estado, algo por demás improbable, porque la prueba está en el año de 1968, que quien condujo ese hecho fue el propio presidente de la república; c) se produce una revolución con los más pobres y desposeídos de este país, a lo que Zaid, contundente comenta, los únicos que pueden hacer un cambio son los sectores modernos y más educados; y d) que surja un ayatola que combata la corrupción en el país.

Posteriormente en su escenario de “error o accidente”, en este caso desarrolla una serie de ejemplos de los posibles errores de aquellos tiempos, donde imagina la reelección de Luis Echeverría y sus consecuencias; o la declaración de guerra de López Portillo a los Estados Unidos, en lugar de aquella frase “administrar la abundancia”; la complicación de una sucesión presidencial; o el asesinato del presidente, todo esto de manera escatológica.

Sin embargo, propone otro escenario “de como terminar con el PRI sin perder las elecciones”, donde explora las posibilidades de cambiarle el nombre;de democratizar el proceso de selección del candidato presidencial; al final deduce sobre la imposibilidad para democratizar al PRI; y eso porque según Zaid: “El problema de fondo está en la organización de la cola: en cómo se reparte el queso”, y continúa con su reflexión porque ya es un sistema sin fuerza, y que sólo es visto desde arriba por su presupuesto. En México no se consigue presupuesto a través de los votos como suele pasar en los países democráticos, sino que se consiguen votos en función del presupuesto, esto se ve en los medios académicos y culturales, y es que siempre hay un dador del presupuesto, pasando por los gobernadores, en síntesis es todo un clientelismo en cascada.

Otro escenario políticofue “darle una oportunidad a la oposición”, como el PRI es un partido de aparatos y no de votantes, pues como ya lo mencionamos es imposible su democratización, por lo tanto, como importan más los votantes que los aparatos, en ese año 1985, afirmaba que cada día más mexicanos votaban por el PAN y por el extinto Partido Comunista, a mayores ingresos, escolaridad, conciencia moderna mayor rechazo a un sistema político premoderno. El alejamiento de un sector educado del PRI fueron los hechos de 1968, posteriormente fue la legalización del Partido Comunista en 1979, esto le dio otra visión a las elecciones, las legitimó ante los intelectuales de la época.

Un escenario más el de la “madurez política”, analizando el centralismo del sistema político mexicano, se empezaron a producir paradojas en el acceso al poder, particularmente cuando llegaron los civiles a la presidencia, ya que eran sectores modernos con un arribo político premoderno, y así como el comportamiento de la elite política era de un despotismo ilustrado, también los miles de mexicanos que accedieron a las universidades, la mayoría optó por el “servilismo ilustrado”, porque afirmaban “tengo que aceptar de esta sopa porque no hay de otra”, después vino el populismo, el incremento de la corrupción, lo que da origen a una imposibilidad de legitimación para el PRI.

Finalmente, el escenario “cómo acabar con el sistema sin hacer nada”, cuya propuesta era hacer política en los estados y municipios para ganarlos, puesto que al PRI sólo le interesabala presidencia de la república, por eso“Bastarían unas cuantas gubernaturas reconocidas a la oposición para que la reacción en cadena fuera incontenible, para dar esperanzas y reanimar decisivamente a toda la sociedad, para desencadenar la madurez política del país”, y eso fue lo que pasó, antes del año 2000, el PAN y el PRD ya habían ganado 12 gubernaturas, posteriormente se ganó la presidencia, dicho sea de paso en la primera alternancia se llegaron a ganar 15 gubernaturas, y ahora sólo le quedan 9 gubernaturas a la oposición, será que la premonición de Zaid se cumpla, el “PRI es eterno”.

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