2 de marzo de 2015

LOS CANDIDATOS DEL PRI, Y LA AGENDA DEL CINISMO

El fin de semana pasado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) reveló sus listas de candidatos a diputados plurinominales, los que no son elegidos directamente por los ciudadanos pero que cada instituto político asigna –según el porcentaje que obtenga en las urnas– a militantes a los que debe favores o simplemente a aquellos que pertenecen a la cúpula del poder en turno y se les designa por “dedazo” para conservar influencia o perpetuarse.
Entre la selección del tricolor están desde políticos que se mantenían en la “congeladora”, como es el caso de Enrique Jackson Ramírez, hasta el actual coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, David López Gutiérrez, un hombre que ha trabajado para el Presidente Enrique Peña Nieto desde 2005, cuando se convirtió en Gobernador del Estado de México.

Otros favorecidos en la lista de los pluris del PRI son, por ejemplo, Guillermina de la Torre Malváez, madre del defenestrado dirigente priista en la Ciudad de México, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien fue acusado de operar una red de prostitución incluso desde el edificio sede del tricolor en el Distrito Federal.

Además está la popular actriz Carmen Salinas Lozano, quien siempre ha confesado ser priista de hueso colorado y a quien se le conoce también como “la reina de los memes” en las redes sociales, pues los usuarios usan su imagen para mofarse de casi cualquier tema.
También aparecen dos influyentes herederas:  Sylvana Beltrones Sánchez, hija de Manlio Fabio Beltrones Rivera, actual coordinador de los diputados del PRI, y esposa de Pablo Escudero Morales, Senador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así comoMariana Moguel Robles, hija de Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Para analistas políticos, esta lista de personajes tan disímbolos –la mayoría cuestionados o sin experiencia alguna– muestra que el PRI tiene una real crisis de cuadros pero, además, reafirma que ese partido no ha cambiado un ápice en más de 70 años, pues mantiene la agenda del cinismo ante la sociedad mexicana, no obstante que hoy la desconfianza de los ciudadanos por los institutos políticos es la mayor de la historia moderna del país.
La lista de plurinominales del tricolor refuerza lo que ya sabemos: que al PRI lo menos que le interesa es hacer buen gobierno, sino mantener el “hueso” a toda costa y repartirlo entre las familias y los grupos políticos que hoy encabezan la administración federal. Y decimos “refuerza”, porque después de siete décadas de gobierno, no hay mexicano que no sepa que ese es el estilo de un Revolucionario Institucional acostumbrado a imponer su ley, no importa que sea con desaseo, trampas, nepotismo, corrupción y opacidad.
Ese ha sido su estilo, y así seguirá, según deja la lección de este fin de semana. Su agenda está más clara que el agua: no hay espacio para la democracia ni interna ni externa, no se elige a los mejores sino a los que pueden mantener intocable el sistema del agandalle, y no hay una preocupación por las demandas más sentidas de la población pues lo primero es pagarse cuotas y perpetuar el poder entre sus familias.
La agenda del cinismo es la misma que el tricolor le ha aplicado a los mexicanos por décadas, y no sólo se remite a una lista de plurinominales sino a prácticamente todas sus acciones como partido y como gobierno.

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