Indudablemente la clase política en Veracruz ha evolucionado, mutado, cambiado sus formas de llevarla a cabo. Desafortunadamente de manera negativa. Hace 25 años, quienes se mantenían en el poder, conservaban un grado de civilidad y realizaban acciones en pro de la ciudadanía a través de obras realmente notables y de plausible calidad.
Un gobierno que presuntamente benefició a Veracruz con obras, fue la que encabezó Dante Delgado Rannauro quien fue beneficiado por su padrino político, Francisco Gutiérrez Barrios con la gubernatura, cuando este renunció al cargo para ocupar por invitación de Carlos Salinas de Gortari, el compromiso otorgado como secretario de Gobernación. Cubrió el interino en 1988 a 1992. El actual dirigente de Movimiento Ciudadano como gobernador de Veracruz, se distinguió por realizar obras sin ton ni son y se puede considerar que es el responsable de la edificación del Acuario Veracruz, principal atractivo turístico en el puerto.
En ese tiempo la ciudadanía se encontraba realmente complacida de sus acciones, pero lo que no sabían que una de las formas de beneficiarse de este gobernante en turno, era precisamente ejecutando obras sin limitación alguna, luego de que este era el propietario de una cementera y una inmobiliaria, las cuales le permitieron ser considerado como uno de los políticos más “adinerados” pues el cual logró brindarle la posibilidad de albergar una gran fortuna.
Esta situación originó que al término de su mandato, fuera encarcelado por enriquecimiento inexplicable, tráfico de influencias, peculado y corrupción. Fue en el año de 1996 del mes de diciembre cuando fue trasladado al penal de Pacho Viejo, condena que supuestamente cubrió, aunque existen quienes argumentan que su libertad fue otorgada por acuerdos políticos. http://blog.com.mx/politica/dante-delgado-rannauro/
En la actualidad la manera de “trabajar” de quienes ocupan un puesto de elección popular ha mutado al grado de mantener paralizado el estado sin ningún tipo de recursos para obra pública ni acciones de salud, educación. En una parte de los fondos son desviados a las cuentas personales de los gobernantes y sus subordinados, mientras que la otra parte de los recursos públicos, se destina al despilfarro de los servidores públicos que son producto de comilonas, viajes, pago de guaruras, viáticos, etc.
Todo este factor amable lector, ha provocado una nueva modalidad de la clase política con relación a los medios de comunicación y en cuanto al manejo de la información oficial. También sobre los riesgos que tanto los medios de comunicación –hoy conocidos como independientes-, columnistas, periodistas y fotoperiodistas críticos, se encuentran padeciendo a causa del hostigamiento que la misma clase política ejerce y que en muchos de los casos ha terminado en asesinatos convirtiendo a Veracruz en uno de los estados a nivel mundial más peligrosos para ejercer el periodismo.
En la actualidad quienes ocupan las altas esferas del poder, se puede considerar individuos que han sido seleccionados por sus antecesores para que a través de ellos, continuar gobernando. La peculiaridad de estos políticos, es que mantienen un coeficiente intelectual de corto alcance, con una relevante incapacidad de acervar información selecta y de interés, además de un alto grado de incapacidad tanto para el discurso como para gobernar una nación, estado y/o municipio.
Indudablemente lo expuesto en el párrafo anterior, facilita entender la declaración expresada por el “Chapulín” en puestos políticos, Juan Antonio Nemi Dib, quien en la actualidad funge como secretario Técnico del Consejo Estatal de Seguridad Pública –dependencia creada para el pago de compromisos políticos- y quien se atrevió a demeritar el asesinato de periodistas que se han perpetrado dentro de la administración de Javier Duarte de Ochoa. Dicha declaración pone en evidencia su falta de perspicacia para el tratamiento de temas preocupantes en el estado, la cual no es una peculiaridad y distinción de este sujeto, sino de la gran mayoría de quienes ocupan un puesto en el gabinete actual.
Ofende y lastima a la memoria de los colegas quienes ha sido cruelmente asesinados como también para la familia de estos. Indudablemente la muerte de policías pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) es un hecho lamentable, pero este no es ni siquiera comparativo al caso de los crímenes en contra de los comunicadores luego que quienes se alquilan para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, están conscientes del riesgo de morir. Por su parte, es importante advertir que quienes realizan al hermoso arte de informar, jamás pasan por su mente que el llevar a cabo su actividad periodística, va a originar el ser levantado, torturado, desollado y brutalmente asesinado por parte de grupos delincuenciales que son contratados por entes poderosos para perpetrar dicha barbarie.
El comparativo que realizó Nemi Dib del policía que alcanza la muerte en el ejercicio de su “deber” y un periodista, es absurdo en su totalidad; pues un comunicador simplemente no debería de encontrar la muerte por realizar su trabajo que es informar. El policía mantiene una elevada probabilidad de encontrar la muerte por una bala, pero no existe ninguna posibilidad de ser asesinado infringiéndole un profundo dolor como en el caso de los 15 periodistas, quienes han sido levantados y posteriormente localizados sus cuerpos con evidentes muestras de tortura y hasta con el tiro de gracia.
Al parecer quienes ocupan un puesto en el gabinete duartista mantienen un alto grado de “imbecilidad” muy elocuente. Es muy cómodo intentar defender lo indefendible y menos por parte de un sujeto como Nemi Dib que se ha mantenido en el poder de manera poco decorosa. Este sujeto si mérito alguno para administrar una dependencia, ha logrado brincar de puesto en puesto, saliendo de cada una de ellas de formas bastantes cuestionables. Es todo un “todólogo” de la administración pública. Ocupó clandestinamente el puesto de secretario de Salud –primero fue secretario particular del gobernador y posteriormente director del DIF- sin ser médico, pero eso sí, según las aportaciones expresadas por parte de la columnista Claudia Guerrero Martínez, resultó muy hábil en el “distinguido” arte de desviar los recursos públicos a sus cuentas personales.
Nemi Dib en la entrevista con medios de comunicación, se tiró al suelo argumentando que ha sido víctima del periodismo crítico, quienes supuestamente lo han difamado originando una afectación personal y a su familia. Aunque cabe destacar que el funcionario jamás distribuyó ante los medios de comunicación presentes, las pruebas que lo hacen ser la “víctima” de lo que se le acusa: peculado, corrupción y malversación de los recursos públicos.
También debería de este explicar sobre la activa sociedad que mantiene con María Georgina Domínguez Colío, quienes han creado un gran número de medios de comunicación con jugosos convenios gubernamentales.
La diferencia entre la política ancestral a la que se desarrolla actualmente, es que antiguamente el funcionario –vemos el caso citado de Dante Delgado Rannauro- si era señalado por lo que activamente han evidenciado al gobierno actual, alcanzaban la cárcel de manera inherente. En la actualidad, jamás un ciudadano podrá tener la mínima esperanza de ver tras las rejas a los verdaderos defraudadores de Veracruz.
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