•Con robots cibernéticos que simulan ser una persona real y
personas que de forma sistemática atacan a sus críticos, Javier Duarte se sanea
ante el mundoÂÂÂ
Luis Velázquez
Veracruz, 20 de agosto de 2015.- La imagen pública del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, se encuentra por el suelo, en un callejón sin salida. "Asesino" lo llaman a nivel internacional a través de redes sociales como Facebook y Twitter.
Las acusaciones y ofensas contra el gobernador se han ido cocinando desde su llegada al poder. Se le acusa de no poder resolver los problemas de inseguridad en la entidad, situación que se refleja en el incremento de personas desaparecidas, robos y feminicidios.
Su mala fama ha aumentado con el crecimiento de la deuda pública de Veracruz y su necedad de negar la realidad asegurando que "no pasa nada" o que aquí sólo se roban "Frutsis y Pingüinos".
La crítica más fuerte contra Javier Duarte es por la horrible cifra de 18 periodistas asesinados en lo que va de su sexenio.
Por eso, el mandatario y su equipo de gobierno ocupan su energía en intentar lavar las manchas de sangre que embarran a Duarte en su imagen pública. Lo hacen a través de boots (robots cibernéticas que simulan ser una persona real) y trolls (personas que de forma sistemática atacan a los críticos del gobierno del estado).
Todo el equipo de la prosperidad ha buscado como contrarrestar el peso que tienen las malas ideas e insuficientes acciones del gobierno próspero. Así que han puesto a toda su nómina (incluyendo algunos periodistas) a publicar palabras amables y de apoyo al gobernador.
Desde que inició su gestión como gobernador del estado, Javier Duarte demostró su poca empatía y nula tolerancia por los usuarios de las redes sociales que se atrevieron a criticar sus acciones o contradecir su "buen gobierno".
Por eso, en septiembre del 2011 logró que el Congreso del Estado aprobara la Ley sobre la perturbación del orden público. Mejor conocida como ley antituiteros. Eso, después de encarcelar a dos usuarios de Twitter por publicar en sus cuentas sobre balaceras en las escuelas del Puerto de Veracruz.
Pero encarcelar a usuarios de Twitter y difundir el temor entre todos los críticos del gobierno del estado no fue suficiente para calmar los hashtag de burla contra el mandatario estatal.
Llovieron cuestionamientos, acusaciones y muchos llamados "memes" con las peores fotografías de Javier Duarte y algunas frases que tuvieran que ver con el momento. Veracruz fue varias veces tendencia en redes sociales. En Facebook se crearon páginas de sátira.
Y fue entonces, cuando la otra estrategia comenzó a atacar. Cientos o quizá miles de boots y trolls todos los días intentando dar el contrapeso en las redes sociales: creando hashtag positivos, aplaudiendo las acciones de las dependencias más señaladas en redes, como la Secretaría de Seguridad Pública, Tránsito y Comunicación Social.
Incluso buscan contrarrestar hashtag de relevancia internacional como #justiciaXlos5, o #Justicia5Narvarte, con hashtag de total complacencia al gobernador #YoConDuarte, este último utilizado por priistas y servidores públicos.
Por supuesto, los llamados boots y trolls no dejan escapar a los usuarios de twitter más críticos del gobierno del estado y sus servidores públicos, los critican, ofenden, inventan argumentos de des acreditación. Por fortuna para muchos, es fácil reconocerlos.
¿CÓMO RECONOCER A UN BOOT O TROLL?
1.-Utilizan los hashtags del momento, que no tengan que ver con Veracruz, siempre para contrarrestar en caso de que exista un hashtag contra el gobierno.
2.- En sus nombres de usuario repiten dos consonantes y muchas veces son casi ilegibles (ejemplo: @Pdrjsse20)
3.- Retuitean noticias oficiales o boletines (si la noticia es sobre el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, ellos comparten de forma incesante que el móvil fue el robo o un ajuste de cuentas para otra de las víctimas).
4.- El troll generalmente tiene una foto de usuario ilustrativa, sin fotografías personales.
Desafortunadamente para Javidú, como se le conoce en las mismas redes, mientras el fin de su sexenio se acerca, su mala fama, los memes burlones, caricaturas de él con ojos demoniacos y críticas de su gobierno endeudado siguen creciendo y llegan tan alto que los boots y trolls se están quedando sin fuerza.
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