Entre los criminales que tienen secuestrado al Congreso también hay niveles. Si hubiera que elegir a la peor escoria que además de mamar de los mexicanos, les causan gran daño como virus mortales que son, de inmediato vienen a la mente nombres como Beltrones, Gamboa, Cordero, Lozano, Aureoles o Barbosa. Pero si de parasitar se trata, Carlos Romero Deschamps y Joge Emilio González Martínez se llevan el “premio”.
De acuerdo con una nota del diario Reforma el pasado 27 de junio, una plataforma creada por tres jóvenes estudiantes de Harvard calculó que los peores “legisladores” mexicanos, en términos de asistencias y el “trabajo” legislativo que realizan, son el líder del sindicato petrolero Romero Deschamps, el llamado “nini” Verde González Martínez, y el priista Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado.
Los resultados de la mencionada plataforma también arrojan nombres como Hugo Jarquín, Ángel Cedillo y Tomás López entre la escoria inútil que los mexicanos están manteniendo.
Según el citado diario, la plataforma www.atlaspolitico.mx fue desarrollada por los estudiantes Claudio González de Mëxico, Thiago Costa de Brasil y Andrei Roman de Rumania.
La herramienta basa su “calificación” en cinco indicadores: iniciativas de ley promovidas, puntos de acuerdo presentados, intervenciones en tribuna, asistencias a la cámara, y transparencia en sus declaraciones patrimoniales y uso de recursos del Congreso. Cada indicador puede calificarse hasta con un punto, por lo que la calificación más alta que puede obtener un “diputado” o “senador” es 5.
Claudio González informó a Reforma que planean desarrollar una segunda etapa que incorpore un “agregador de medios”, para adjuntar notas periodísticas a la información de cada “legislador”. También se insertarían las interacciones de los sujetos en las redes sociales y un foro para que la ciudadanía pueda formular preguntas y cuestionamientos, que los “legisladores” responderán.
Todo esto suena muy bien pero pasa por alto un pequeño detalle: los individuos que actualmente ocupan las cámaras NO FUERON ELECTOS. Llegaron a las curules y escaños a través de fraudes electorales, es decir, violando la ley. Por tanto, calificar su “trabajo” o ponerse a revisar sus “iniciativas, puntos de acuerdo” y demás paparruchas no tiene sentido alguno. Quien viola la ley se llama DELINCUENTE y debe ser sancionado o hasta encarcelado, que es lo que corresponde a la mayoría sino es que a todos los vividores que en este momento se autonombran “legisladores”.
Ponerse a “calificar” los delitos que esos espurios están cometiendo y andar viendo quién es “mejor o peor” en una tarea que ni les interesa realizar, y que de cualquier forma no tienen derecho a adjudicarse porque NO FUERON ELECTOS, significa legitimarlos y por lo tanto volverse sus cómplices. Es un acto irracional.
Lo único que aplica para esa caterva de vividores, y el resto de la basura humana que actualmente corrompe y envilece los demás poderes de la Unión, es DERROCARLOS Y ENCERRARLOS EN LA CÁRCEL.
“LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.”
Con información de Reforma
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