MEMORANDUM 6.-
En una muy triste situación han quedado los
integrantes de un grupo de evangélicos que pretendieron reclamarle al valiente
sacerdote y defensor de los migrantes, Alejandro Solalinde Guerra por
"hablar mal de Veracruz", cuando el ministro de culto Salomón Amador
Campos le dijo que "gracias al señor gobernador tenemos valor las iglesias
cristianas, nos toman en cuenta, por favor, lo invito a que hable bien de Veracruz,
donde hay una seguridad perfecta”. Sin perder la ecuanimidad, el padre
Solalinde Guerra respondió con voz firme al evangélico y sus
"prósperos" interlocutores que "yo celebro que ustedes sean para
el estado una iglesia agradecida, qué bueno que el gobernador sea su ídolo, que
bueno que lo admiren (...)" y enseguida les dijo "Jesús me mandó para
decir la verdad, no para andar complaciendo al gobierno, no está hablando de la
justicia, no dice nada de periodistas asesinados, gente desaparecida, ¿no le
duele?”. Y le recordó al ministro evangélico en el café de La Parroquia del
puerto de Veracruz que cuando fue gobernador de Oaxaca el nefasto Ulises Ruiz
llevó a esa entidad a predicadores "para evitar que trabajara con
migrantes", y enseguida le advirtió al "pastor" que "cuando
usted quiera que platiquemos de cosas de fe lo hacemos, cuando no lo mande el
gobierno”. Eso es valor, eso es compromiso, no ir a rezar al Palacio de
Gobierno a cambio de prebendas.
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