¡Por nuestros camaradas proletarios! ¡Resueltos a vencer! El insurgente
EDITORIAL DE LA REVISTA "EL INSURGENTE"
La historia de México
y de otros pueblos del mundo ilustra claramente que no se puede transformar el
modo de producción capitalista ni su régimen político con personeros de éste;
el régimen neoliberal no puede ser abatido con los hombres del sistema de
explotación y opresión, en esa lógica es utópico declarar la “cuarta transformación”
por la vía de la “transición tersa”.
Toda transformación
histórica conlleva inevitablemente la contradicción antagónica entre clases
sociales que se resuelve en la dialéctica de la violencia entre ellas; las tres
grandes transformaciones históricas en nuestro país fueron producto de
revoluciones que transformaron de raíz el statu quo imperante, son las leyes
del desarrollo social, éstas no dependen de voluntades o deseos personales.
La “transición tersa”
a la que se alude se está operando con personeros del régimen, políticos de
oficio que han avalado y aplicado las políticas neoliberales; con generales y
oficiales de la cúpula castrense que planifica y ejecuta el terrorismo de
Estado; en funcionarios de gobierno con un pasado criminal y represivo; con
jefes policíacos y militares que han cometido crímenes de lesa humanidad; y,
con burgueses que capitalizan y hegemonizan el “cambio”. En este contexto se
han desarrollado los foros por la paz y reconciliación nacional donde las
víctimas del terrorismo una vez más son revictimizadas al exigirles que
perdonen a sus verdugos; escenarios mediáticos que son una perversidad en tanto
que quienes los presiden y llaman al perdón salvo contadas excepciones son
verdugos del pueblo.
La imposición de
“perdón sí, olvido no” lleva implícito allanar el camino para garantizar
impunidad a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, se pretende
sustituir con esta concepción judeocristiana el juicio y castigo a los
criminales de Estado y omitir la gravedad del fenómeno de la violencia de clase
que ha cobrado en el país alrededor de 10 millones de víctimas directas e
indirectas; si esa es la “República amorosa” ¿Que le espera al pueblo? Doblar
la cerviz y poner la otra mejilla al verdugo.
Si se habla de
transformación a favor de las masas populares se tendría que desmantelar en lo
inmediato el Estado policíaco militar; terminar con el terrorismo de Estado
como política de gobierno; derogar todas las reformas burguesas neoliberales;
abolir el actual estado de derecho oligárquico; presentar a todos los detenidos
desaparecidos y juicio y castigo a los responsables de crímenes de lesa
humanidad; liberar inmediatamente a todos los presos políticos; implementación
de una política económica que beneficie a las masas trabajadoras y rompa la
dependencia con respecto al imperialismo. No se trata de abdicar ante el
programa liberal burgués, las fuerzas populares no deben perder la brújula
política e ideológica de la necesidad histórica de la revolución socialista, la
única capaz de lograr la transformación que reclaman las masas explotadas y
oprimidas.
El combatiente por el
ideal comunista no debe distraer sus fuerzas en fortalecer coyunturas
burguesas, se trata de construir el poder político del pueblo no de fortalecer
el poder burgués.
¡Con la guerra popular! ¡El EPR triunfará! Año 22 Nº 188 Septiembre de 2018 Pág. 3
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