Por José Miguel Cobián
Hola Señor. Hoy quiero compartir con mis escasos lectores algunos comentarios que surgen en base a tu omnipresente figura en la vida de tus hijos: Los Humanos.
Sabes, me llama la atención la actitud de un pueblo como el mexicano, que tanto fervor expresa en Semana Santa, y sin embargo, hoy por hoy está convertido en el pueblo más salvaje y bárbaro del planeta. La forma como nos estamos matando los mexicanos unos a otros, incluyendo a hermanos centroamericanos es terrible. No concibo a alguien elevando su espíritu a Ti, y después saliendo a delinquir, a corromper, a abusar de los demás. Quizá el problema sea que quienes nos han traído Tu mensaje, están más ocupados por cosas terrenales y no han sabido transmitir la verdadera espiritualidad y el avance en el Amor.
Resulta verdaderamente ridículo ver como los humanos tratan de lucrar con Tu presencia. Hace poco me enteré de un terrible dilema de los cristianos en general, porque un pastor americano insiste en que cualquiera que sea buena persona llegará al paraíso. Los seguidores de la Biblia insisten en que sólo creyendo en Cristo y la biblia se puede salvar un alma. Esto es fundamentalismo o quizá monopolio de la figura divina. Misma actitud hay entre los distintos grupos cristianos, llámense católicos, bautistas, evangélicos, presbiterianos, testigos de Jehová, pentecostales, etc. Todos ellos discriminan al resto de los seguidores de Cristo, y se consideran los únicos con las llaves y el acceso al Reino, a Tu Reino.
Y curiosamente lo mismo pasa en otras religiones, la judía, los musulmanes, los mormones, etc. Todos ellos tienen la exclusividad de salvar almas y el resto son charlatanes. Si esto fuera cierto, como ninguna religión es mayoritaria, la mayoría de los humanos estaríamos creyendo en charlatanes y al final perderemos nuestra alma.
Curiosamente las bases de todas las religiones tienen los mismos objetivos: Amor al prójimo, tolerancia, respeto, cuidado, etc. Es decir, mientras los fundamentos mismos de cada religión y sus derivados hablan de lo bueno, la lucha por los fieles saca lo malo de sus integrantes y dirigentes, violando cada uno de ellos sus propios principios.
En México, -como sabes- la católica es la religión predominante. Pronto van a beatificar al papa anterior, a pesar de sus nexos y protección a personajes como Marcial Maciel de los legionarios de Cristo. En este país, incluso se llegó a modificar la imagen de Juan Diego para españolizarla y luego fue canonizado sin que se hubiera probado su existencia, pues dentro de esa iglesia se discutió mucho si era un mito o realmente fue una persona, a pesar de que Zumárraga jamás lo mencionó.
Estamos destruyendo nuestra nave espacial, que llamamos tierra. Las ambiciones humanas hacen que se contaminen las aguas, las tierras y los cielos. Las autoridades son figuras decorativas y de represión sobre los oprimidos. En este mundo hay hambre y se gasta en armas. Hay países en Europa que gastan más en subsidiar a sus vacas que en ayuda a seres humanos muriendo en Africa. Miles sufren y mueren por enfermedades curables.
En mi país, se gasta en cosas superfluas y se discuten tonterías en los altos círculos de poder, y nadie se preocupa por tanta gente en niveles de pobreza y pobreza extrema. Los políticos son puro bla, bla, bla. Aquéllos que practican una religión, ya sea públicamente participando en servicios y misas, y aquello que la practican con mayor discreción, se desentienden de sus deberes de amor al prójimo y olvidan sus compromisos con los demás.
No sé si se deba al pecado original, a la mala levadura en el corazón del hombre, o a que el maligno esté ganando la batalla. O quizá simplemente a la naturaleza del hombre, naturaleza contra la cual debemos de luchar para convertirnos en algo digno de Tí. Lo malo es que nuestra ignorancia, nuestra apatía, nuestra irresponsabilidad, nuestra insensibilidad ganan la batalla y no sabemos Ser como debemos Ser, así pasamos por la vida como animales, con mayor capacidad de destrucción, en lugar de aprovechar nuestra inteligencia para hacer de este mundo un mundo mejor. Y lo peor, es que destruimos aquello que más queremos o lo que más necesitamos.
Te ruego que no te olvides de nosotros. Como siempre te pido que se haga Tu Voluntad. Ojalá que sea para bien del mundo.
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